«Con la vida moderna se está perdiendo la vocación de muchas jóvenes», comenta apenada una de las monjas que viven en Ciudad Misioneras, a las afueras de La Bañeza, en el km 300 de la N-VI. El recinto alberga la casa-museo del sacerdote Angel Riesco y se exhiben el despacho de trabajo, el oratorio, el dormitorio, fotografías y documentos personales. Pero a pesar de la antena de Vía Digital, no parece que la tecnología haya llegado a este lugar.
Ciudad Misioneras es un instituto secular femenino.