EE.UU. ha deportado 3.964 menores mexicanos y centroamericanos en los primeros ocho meses de este año a través del norteño estado de Tamaulipas, cifra superior en un cien por ciento comparada con los mismos meses del año anterior, informaron ayer fuentes oficiales.
(EFE).-La directora estatal del Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF, asistencial) en el estado, Lizeth Marcos Ruiz, explicó que 1.130 menores fueron atendidos en los centros para menores de las ciudades fronterizas de Reynosa, poco más de 500 en Matamoros, y los restantes en Nuevo Laredo.
La funcionaria tamaulipeca precisó que la mayoría de los menores son mexicanos provenientes de los estados centrales de Guanajuato, San Luis Potosí y Puebla y sureño de Guerrero.
Agregó que de este total unos 30 niños son de origen extranjero, principalmente centroamericanos, los cuales han permanecido en los centros de atención a menores inmigrantes y repatriados, en espera de ser enviados a sus países de origen.
El menor de 14 años, el hondureño Bryan Rodríguez explicó a Efe que salió de Tegucigalpa con la intención de llegar a la ciudad texana de Houston, donde vive uno de sus tíos, quien además le pagaría al traficante de personas por su traslado.
«Salí de mi país para tomar un camión que me llevó a Guatemala y luego crucé a México y me vine hasta Reynosa en un tren, pero cuando intentaba cruzar el Río Bravo me detuvieron y me trajeron a este lugar», dijo.
El menor hondureño dijo que viajó una vez que concluyó la escuela primaria y porque quería ganar dinero para enviárselo a su familia.
«Sé que me van a regresar a mi tierra, pero lo voy a volver a intentar cuantas veces sea necesario para poder ganar dólares y enviárselo a mi mamá y hermanas», comentó Brayn quien buscó conquistar el sueño americano.
Por su parte, el mexicano Juan Antonio Lara, de 16 años, originario de Tecomate, Puebla, dijo que no piensa intentar regresar a Estados Unidos «tomé un camión que venía directo a Reynosa, batallamos mucho para cruzar el río, luego para nada, porque me detuvieron y ya voy de regreso, mejor allá me quedo ayudando a mis padres, además los extraño mucho».
Lara es otro de los inquilinos del Centro de Atención a Menores Migrantes y Repatriados que fue deportado por las autoridades migratorias de Estados Unidos.
