Miedo a la vendetta en Nápoles

(PL).- La violencia contra un campo gitano de rumanos ha sacudido el barrio Ponticelli de Nápoles, después de que una joven intentara secuestrar el pasado sábado a una recién nacida.

El episodio, que ha causado un gran revuelo en Italia, sucede en mitad de la tensión y el fuerte debate abierto por el controvertido plan de seguridad que el Gobierno de Silvio Berlusconi quiere aprobar contra los delitos de los inmigrantes sin papeles.

Según informa el diario La Repubblica, la policía italiana tuvo que evitar que la rumana de 16 años, que intentó secuestrar al bebé, fuese apaleada por los vecinos del barrio de Ponticelli.

Ante la intervención de los agentes, muchos de los vecinos lanzaron cócteles molotov e incendiaron chabolas del campo rumano donde vive la detenida, que confesó los hechos. Fuentes policiales también han confirmado que dos rumanos fueron agredidos, uno de ellos herido de gravedad tras ser apuñalado.

Desde que se conoció el secuestro frustrado de la joven, la policía italiana se ha visto obligada a reforzar la vigilancia en torno a varios campos de rumanos para evitar nuevas represalias.

Mientras tanto, los vecinos del barrio de Ponticelli se han movilizado y han creado patrullas de seguridad privadas para evitar robos y otros delitos de los que se acusa a los rumanos. Diversas organizaciones de asistencia a inmigrantes, por su parte, han denunciado el clima de violencia y han pedido “mano dura” contra los vecinos que ataquen a la comunidad rumana.

Guerra contra los ‘sin papeles’

Los disturbios disparan la tensión en Italia, uno de los impulsores de la nueva directiva europea que extendería hasta los 18 meses el tiempo de detención en centros especiales de los sin papeles. Es una promesa electoral del propio Berlusconi, que en parte impulsó su triunfo el pasado abril.

El plan, formado por 40 propuestas, fue anunciado por el nuevo ministro de Interior italiano, Roberto Maroni, que pretende limitar el acceso de los gitanos, la mayoría rumanos, al territorio italiano.

Aunque Rumania no pertenece al espacio Schengen, que permite viajar sin controles entre los países integrantes, la mayoría de los gitanos rumanos entran libremente en Italia a través de la frontera francesa.

Rumania ha criticado abiertamente al Gobierno italiano por su anunciado plan de choque contra la inmigración ilegal y ha dejado ver su disgusto por las medidas previstas contra los ciudadanos rumanos. Según Cáritas, en Italia viven actualmente 556.000 rumanos.

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