En la recta final de ‘La Noria’ (Telecinco), una mujer hizo un striptease. A modo de guinda, y como detalle de buen gusto, la bailarina se introdujo dos bengalas en el culo (u orificio próximo) y pidió que alguien se las encendiera.
Un voluntario prendió la mecha. Con la invitada de esa guisa, el pandero echando chispas, las banderillas de fuego asomando por la rabadilla, se acabó el programa. Sánchez Dragó y Belén Esteban, intelectuales pro taurinos que acababan de defender la fiesta nacional, con sus muertos y todo, contemplaban la escena con enorme interés.
Afirma Javier Pérez de Albeniz en El Descodificador de Soitu que fue un espectáculo, «digno de verse…»