El ‘caso Neira’ ha vivido un nuevo capítulo en La Noria, de Tele 5. Violeta Santander, novia de Antonio Puerta, presunto agresor del profesor Jesús Neira -actualmente en coma-, ha manifestado su indignación con el Gobierno, «por no haberme llamado para conocer mi estado».
Esta noche se vio a una Violeta Santander bastante más moderada en apariencia, aunque su discurso se fue ‘calentando’ a medida que se fueron sucediendo las preguntas y se revelaron testimonios de terceras personas, con el fin de aclarar la historia. Sin ir más lejos, un ex compañero de prisión de Puerta, David Pintado, reveló antes las cámaras que «Antonio tiene claro que cuando salga de la ‘cárcel va a ir de plató en plató para forrarse con este asunto’, informa EcoDiario.
Además, Pintado reconoció que «Antonio es una persona muy nerviosa, que se acalora muy rápido». Santander, visiblemente nerviosa durante su comparecencia televisiva, ha dejado claro también que «si muere Neira mi vida no cambiará, porque yo no he hecho nada malo».
La novia del agresor, que se encuentra en la cárcel, ha vuelto a manifestar que «siento mucho lo que está ocurriendo, y me duele que digan que mi intención es lucrarme con este asunto».
«Me siento más encarcelada que Antonio. Estoy vetada por mucha gente y nadie se preocupa por mi». Además, durante su intervención en el programa que presenta Jordi González, Santander repitió varias veces una frase («detrás de esto hay muchos intereses»), aunque en ningún momento quiso entrar en profundidad.
En la mesa redonda que hubo a continuación, todos insistieron en el síndrome de Estocolmo de Violeta, en especial Consuelo Alcalá, la ex mujer de Jaime Ostos. Pero en el aire algo quedó de que no debe lincharse a Violeta ni a su novio, ni dejar tampoco en un cajón el papel de los médicos y la Sanidad de Madrid en este caso. ¿Era lo que buscaba Violeta, aceptó Jordi y se plasmó en un suculento contrato, como se pregunta El Semanal Digital?.
