Cambio de década y cambio de género: Chica busca chica

(PD).- A finales de los 90, ser un hombre gay en Hollywood ya no era tabú, era tendencia. La serie «Queer as Folk» (que retrataba las aventuras amorosas de cinco hombres homosexuales) estaba entre las número uno de audiencia, se puso de moda el tener un amigo gay (ver a Will de «Will y Grace» o a Stanford Blatch, el confidente de Charlotte en «Sexo en Nueva York») y las mujeres tenían hijos con chicos homosexuales (como hacía Madonna con Rupert Everett en «Una pareja casi ideal»).

Cambio de década, cambio de género. Explica Ana Ureña en ABC que hoy Hollywood mira hacia el universo femenino. Ya no nos presentan mujeres agresivas que luchan y se disputan a un hombre. Esa trama es historia pasada. Las chicas ahora buscan chicas. No estamos hablando de lesbianismo puro y duro sino de sensibilidades.

La canción del verano que sonaba en los Hamptons, la zona de veraneo más pija de USA, era «I kissed a girl and I liked it» (besé a una chica y me gustó), interpretada por la cantante femenina, Kate Perry, que todo hay que decirlo, tiene novio. Los que estén confusos, que sigan leyendo, porque cuando en Hollywood se cuece algo nuevo, todos acabamos comiendo del plato, ya sea carne o pescado.

En la gran pantalla, Woody Allen aúna a Scarlett Johansson y Penélope Cruz; en la vida real se ha casado Ellen De Generes con Portia Rossi; Jodie Foster ha dejado a su pareja femenina de toda la vida por otra mujer; y Lindsay Lohan tiene novia (la DJ Samantha Ronson). ¿Más cosas?

En la pequeña pantalla las «Mujeres desesperadas» pasan más horas juntas que con sus respectivas parejas masculinas. Las chicas de los «CSI», las detectives de «Sin rastro», las protagonistas de «Gossip girl», todas prefieren tratar entre ellas antes que con el personal masculino.

Todo esto ha afectado hasta al mundo de la «couture». Las mujeres se visten de hombre, para seguir siendo mujeres, y encontrar a otras féminas vestidas de féminas. La modelo del momento se llama Agyness Deyn, lleva el pelo corto y viste con un toque andrógeno.

¿A alguien le ha pasado por alto la profusión de chaquetas de esmoquín, camisas blancas masculinas, camisas a cuadros estilo leñador, botas corsario estilo pirata y pelo a lo garçon que nos invade este invierno?

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