El amor del ex ministro Piqué por la periodista Lomana

(PD).- Se conocieron hace cuatro años. Bueno, para ser exactos, se conocieron antes pero se gustaron hace cuatro años. El dejaba atrás una brillante carrera como ministro.

Ella daba sus primeros pasos como directora de informativos de una gran cadena de televisión. El, catalán de pura de cepa, lacia melena próxima a ser cana, ha sido un político importante en el PP.

Ella, cabellera rubia y singular atractivo, tiene una prometedora carrera por delante. Ambos apuntan maneras, aseguran altos vuelos y, desde luego, han dado que hablar en este inicio de curso.

Josep Piqué, hasta ayer presidente del PP de Cataluña y hoy de Vueling España, y Gloria Lomana, directora de informativos de Antena 3 TV, se quieren. Y mucho.

A decir de quienes les han visto juntos, son como una pareja de novios en la veintena, aunque haga ya tiempo que ambos pasaron los escozores de juventud. Lo cierto es que el ‘flechazo’ no es de ahora, sino que ya hace cuatro años comenzaron los primeros escarceos.

Que sí. Que no. Que estoy casado. Que yo también. Que si mis hijos. Que si los míos. Mejor como amigos. Vale, mejor como amigos.

Pero cada vez que se veían, y debido a sus respectivas profesiones, esa cita se daba con frecuencia, en sus miradas renacía el amor y la pasión fluía en sus corazones. Un café. Un cine.

Acompáñame este fin de semana a… No podemos. No debemos. Durante este tiempo escribieron más de veinte poemas de amor y una larga canción desesperada, hasta que ninguno de los dos ha podido resistir más tiempo guardando sus corazones en la cárcel de lo política -y socialmente- correcto, y han optado por dar rienda suelta a sus sentimientos, eso sí, previo paso por el registro civil para dar fin a sus anteriores relaciones de pareja. Es decir, divorciarse.

Mientras Piqué seguía siendo un personaje público era difícil mantener esta relación, aunque en este país no exista el mismo grado de puritanismo que hay en Estados Unidos. Pero desde que dejó la primera línea, sus encuentros dejaron de ser esporádicos para convertirse en regulares.

Ahora suenan campanas de boda. Este es, al menos, el gran asunto de estos primeros compases del curso (además del injerto capilar de Bono, of course). ¿Habrá enlace? Fuentes próximas a la pareja dicen que no, que lo suyo, por ahora, se limita a compartirse mutuamente sin mayores compromisos. Pero hay quien asegura que son ellos mismos los que van pregonando que su amor es para siempre y quieren formalizarlo. En cualquier caso, la historia de amor promete final feliz.

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