Bodega Tesalia, el proyecto de la familia Golding en la sierra de Cádiz, acaba de presentar su segundo vino en el mercado, un original plurivarietal de la uva autóctona tintilla de Rota con pinceladas de syrah y petit verdot, que destaca por su extraordinaria frescura, expresividad y primacía de la carga frutal sobre su breve paso por la barrica. Y es que, al igual que Tesalia, el primer vino lanzado por la bodega hace un par de meses, ARX ha sido concebido como una auténtica joya enológica por el mimo artesano con el que se elabora, su limitada producción y su vocación de deslumbrar tanto dentro como fuera de nuestras fronteras. Veámoslo en mayor detalle a continuación.
Para empezar, diremos que Bodega Tesalia es un proyecto joven pero ambicioso que busca elaborar tintos de extraordinaria calidad y personalidad, capaces de competir entre los mejores vinos de fama mundial y enraizados en la tierra en que la nacen (la sierra de Cádiz) pero con tintes cosmopolitas y de modernidad. Detrás de la bodega se encuentra una familia de origen británico que, tras recorrer mundo, se enamoró de un viñedo virgen ubicado en las faldas de Grazalema y decidió iniciar aquí un sueño que tenían desde hacía años. Con Natalia Golding (que estudió un master de Enología y Viticultura por afición) y su padre Richard Golding como cabezas de un dream team de lujo (formado por el prestigioso enólogo Ignacio de Miguel, el experto en viticultura José Ramón Lissarrague y el Master of Wine holandés Cees Van Casteren), Bodega Tesalia ha lanzado ahora su segundo vino en el mercado después del éxito cosechado ya por el primero, Tesalia 2015, que se presentó hace unos meses en sociedad.
ARX debe su nombre al término en latín con el que los romanos bautizaron al pueblo de Arcos de la Frontera (Arx-Arcis, que significa «fortaleza alta») y es un plurivarietal basado en la variedad autóctona tintilla de Rota (una uva de la que manan vinos de gran frescura) con pinceladas de syrah (que aporta volumen en boca) y petit verdot (que resalta las notas a frutos negros). Cada parcela del viñedo del que procede, de influencias mediterráneas y atlánticas y suelos arcillosos sobre subsuelo de tiza, ha sido vinificada por separado para manejar cada uva en función de sus peculiaridades y la vendimia, absolutamente manual, se ha hecho de noche para aprovechar las bajas temperaturas. Cabe destacar que para este vino se han seleccionado las uvas de mayor carga frutal (mayor producción por hectárea) y su cosecha se adelantó ligeramente buscando más concentración frutal que carácter tánico. En la bodega se ha optado por una menor temperatura de fermentación, un menor tiempo de encubado, mayor suavidad en los remontados y una crianza relativamente corta en barricas para preservar al máximo su carácter frutal.
Con todo ello, ARX 2016 presenta un atractivo color morado de capa profunda y una nariz intensa de ciruelas frescas y arándanos con notas cítricas que dan paso a aromas más complejos (a pan tostado y cacao, fruto de sus doce meses de crianza en roble) y que culminan con un ligero toque mineral. En su degustación se manifiesta toda su carga frutal, su frescura y su elegante estructura, con una fresca acidez y suaves taninos que llenan la boca con paso largo y pausado dejando un recuerdo que incita a seguir bebiendo. Pese a su carácter frutal, tiene intensidad y cuerpo para aguantar en botella unos cuantos años más. Concebido como una auténtica joya (‘la joya del Sur’), ARX 2016 se presenta en edición limitada de 18.000 botellas. Su PVP es de 18 €.
