La Garnacha Perdida 2016, un interesante vino tinto de #Vintae con historia propia

Nos lo cuentan ellos mismos, ¿quien mejor?. Oigámosles: «En Vintae nunca nos cansamos de buscar nuevos paisajes, nuevos vinos, nuevos retos. Y si se trata de garnacha, los que nos conocéis ya sabéis que tenemos una debilidad. Sí, somos garnachistas y no podemos resistirnos a un viñedo especial de esta variedad que tanto nos gusta». Así empiezan a contarnos una historia que se convierte en un excelente producto, un vino tinto, de garnacha, claro, de La Garnacha Perdida del Pirineo. Veamos cómo nos relatan toda la historia:

«En verano de 2015, Raúl Acha descubrió uno de esos viñedos espectaculares y escondidos, una viña más que ecológica, prácticamente salvaje y de bajísima producción. Por supuesto, nada más verla supo que quería hacer un vino allí. Este viñedo tan singular está en Uncastillo, en el extremo norte de la provincia de Zaragoza, a solo 40 kilómetros en línea recta de los Pirineos y a una altitud de 800 metros. En esta zona, muy influenciada por el clima atlántico, no hay más viñedos que este, ya que todos desaparecieron hace décadas con la filoxera. Aquí el terreno, el clima, la altitud y cierta dosis de magia se dan la mano para ofrecer el máximo potencial de la garnacha más atlántica de Aragón. El resultado es un vino equilibrado, fresco y de taninos amables que pasa a formar parte del Proyecto Garnachas de España como La Garnacha Perdida del Pirineo«.

Pues bien, el vino se ha elaborado al 100 % con uva garnacha de un viñedo situado a 800 metros de altitud en Uncastillo en el extremo norte de la provincia de Zaragoza, y se ha criado doce meses en barricas de roble francés. El viñedo fue plantado en 1999 y ha sido ecológico desde su plantación, siendo el suelo en laderas de orientación sureste, con suelo arcillo calcáreo, rodeado de bosque típico mediterráneo (roble, quejigo y encina). Poco productivo (2-3 mil kg/ha), solo se aplican tratamientos naturales y se mantiene la cubierta vegetal. La fermentación se hizo en acero inoxidable y la maloláctica en roble francés. Grado: 15,5% Vol.

A la vista se muestra brillante de capa, mostrando colores de cereza picota granate muy intensos y vivos. En nariz es delicado y de gran complejidad, con intensos aromas a violetas y rosas. Frescura aportada por frutas negras (moras, frambuesas y arándanos), piel de naranja,pimienta y aromas balsámicos (eneldo, romero y laurel) propios de esta variedad cultivada en gran altitud. En boca es equilibrado y redondo, fresco y agradable. Paso por boca untuoso y persistente. Taninos amables y maduros. Retronasal marcada por las notas especiadas de su crianza y balsámicas propias de la variedad.

Según nos informa la bodega, este proyecto es un homenaje a la garnacha, una variedad históricamente olvidada y denostada por su complicada viticultura. Y el Proyecto Garnachas de España es una colección de vinos monovarietales elaborados en distintas zonas del Valle del Ebro y procedentes de viñedos muy antiguos. Cada vino expresa todos los matices y singularidades propias de su zona de elaboración.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Juan Luis Recio

Blogger gastronómico y de tendencias, crítico de vinos (XL Semanal), letrista, sociólogo, mensista, poeta

Juan Luis Recio

Blogger gastronómico y de tendencias, crítico de vinos (XL Semanal), letrista, sociólogo, mensista, poeta

Lo más leído