¿Cómo hidratarnos correctamente en los viajes?

La hidratación debe cuidarse todo el año y, especialmente, en verano, por lo que la Agencia Europea de Salud Alimentaria (EFSA) recomienda consumir entre 2-2,5 litros de agua al día. Aunque es verdad que es mejor aún beber agua embotellada para evitar las diarreas del viajero, que pueden llegar a ser graves, por lo que, en destinos exóticos, no deben beberse bebidas con hielo ni consumirse ensaladas y verduras crudas.

Sí, la hidratación es un aspecto fundamental a cuidar para disfrutar este periodo del año. Cuando millones de españoles están de vacaciones, el Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS) quiere recalcar la importancia de la hidratación saludable, con consejos en este campo. Veámoslos.

“La hidratación es un aspecto fundamental durante todo el año, no solo en verano”, subraya Jesús Román, profesor de Nutrición Humana y Dietética de la Facultad de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid. “La cantidad de agua en el cuerpo humano es del 60% aproximadamente, y hay que reponerla siempre con agua de condiciones sanitarias reguladas. El motivo es que podemos sufrir una de las famosas y numerosas ‘diarreas del viajero’, al no estar acostumbrados a bacterias que no están en nuestro entorno”, añade. El agua en mal estado puede causar desde estas molestias intestinales –que bastan para arruinar el viaje– hasta complicaciones graves e, incluso, la muerte.

Por este motivo, como apunta Román, es fundamental beber agua embotellada. Especialmente en destinos exóticos, se evitará el hielo y deben abstenerse de comidas que hayan sido manipuladas por personas que no se han lavado las manos de manera adecuada, por lo que deben evitarse comer ensaladas y verduras crudas. La fruta es recomendable que se consuma pelada.

“La importancia de beber agua de manera regular es clave, porque una deshidratación leve (de apenas el 1-2%) causa síntomas, con reducción de reflejos o pérdida de concentración y lentitud a la hora de responder, que causa problemas a la hora de conducir, por ejemplo. Y se soluciona con agua, no hace falta más”, indica el experto.

¿Cuánto debemos beber? Pues la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA en sus siglas en inglés) recomienda beber entre 2-2,5 litros de agua al día y 2,6 litros en las mujeres en lactancia. Debe tenerse en cuenta que muchos alimentos contienen agua como el melón o los gazpachos.

Además, debemos beber antes de tener sed. El motivo, como detalla Jesús Román, “tiene una base fisiológica clarísima: es un fenómeno neurológico y subjetivo que depende de la temperatura del agua. Si el agua está más fresca da la sensación de que se te ha quitado la sed y no has bebido lo suficiente. Tener sed es como la luz amarilla que se enciende en el coche, por lo que lo lógico es no tenerla“.

Por otro lado, la hidratación debe cuidarse especialmente en ancianos y niños. Jesús Román reitera la importancia de que ancianos y niños tengan agua accesible. “Es especialmente importante que los mayores la vean, porque pueden tener problemas de demencia senil o neurológicos, como Alzheimer o Parkinson y, como no tienen sed, no beben”, advierte.

Respecto a la hidratación de los más pequeños de casa, podemos contarle acerca del periodista Pau García, que es especialista en viajes con niños y turismo familiar, con más de diez años de experiencia. Sus vivencias las recoge en el blog elpachinko.com. Como recuerda en su blog, el año pasado estuvo en Tailandia con sus hijos. Para evitar la deshidratación, “intentábamos salir a las horas más tempranas, descansar durante las más calurosas y volvíamos a salir por la noche. Los niños estaban hidratados constantemente e iban con gorras y cremas solares para evitar el golpe de calor. Fuera de España intentamos beber agua mineral natural y evitamos las bebidas con hielo. Y tenemos mucho cuidado con la comida fresca, intentamos que las verduras estén cocinadas”.

Según su experiencia, es imprescindible que los niños cumplan unas rutinas de alimentación y respetar los horarios de las comidas “para que estén descansados al día siguiente. Siempre solemos hacer paradas en el camino o intentar buscar un parque donde haya vegetación para poder descansar e hidratarnos correctamente. Es fundamental contratar un seguro de viaje: el año pasado, uno de los pequeños tuvo un principio de deshidratación. Y, sin el seguro, habríamos tenido muchos problemas a nivel económico”.

Nani Arenas es otra reconocida periodista y bloguera especializada en viajes, en su bitácora laviajeraempedernida.com. A las ya citadas recomendaciones de Jesús Román y Pau García, señala que “suelo consumir siempre aguas minerales, llevar siempre agua encima y evitar, sobre todo en países de Ámerica, Asia o África, bebidas con hielo, ensaladas…”.

En su botiquín no faltan pastillas anti-diarreicas y anti-estreñimiento. “Son dos males comunes de los viajeros que pueden estropear unas vacaciones. Es clave beber de manera continuada y evitar agua de grifo. Incluso, en ciertos países, me lavo los dientes con agua mineral, porque tuve amebas en una ocasión por consumir agua local y es una experiencia que no recomiendo”, sentencia.

El Instituto de Investigación Agua y Salud (IIAS) es una entidad científica y divulgativa sin ánimo de lucro, que tiene como objetivo desarrollar actividades de investigación y difusión sobre la importancia de la hidratación en nuestra salud y las características de las aguas minerales, a través de la realización de estudios e informes científicos.

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Autor

Juan Luis Recio

Blogger gastronómico y de tendencias, crítico de vinos (XL Semanal), letrista, sociólogo, mensista, poeta

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