La nueva añada 2016 brinda la colección de vinos jóvenes de Vicente Gandía

Ha sido una añada excelente que ha superado todas las expectativas en calidad en Valencia, de modo que la cosecha 2016 de vinos blancos y rosados ha superado incluso las expectativas previas de Bodegas Vicente Gandía.

Para entenderlo, es bueno saber que la Finca Hoya de Cadenas cuenta con las más nobles variedades locales e internacionales. Al estar situada en las laderas de la Sierra de la Bicuerca, disfruta de un microclima particular en el que las oscilaciones térmicas entre el día y la noche confieren a la uva características propias. Esta finca está dotada de todos los avances que hacen que la tierra dé todo de sí, sin dañarla, respetando sus ciclos, aprovechando el agua, pensando en cada cepa como en un objeto capaz de producir las múltiples facetas que, como una gema preciosa, algunos vinos presentan a todos los sentidos.

Este 2016 ha sido un año más templado. Las lluvias de primavera en la primera quincena de mayo han sido en el momento idóneo para el perfecto crecimiento de la viña. Al haber más oscilaciones térmicas, la maduración ha sido la adecuada para preservar todos los aromas varietales tan buscados. La excelente maduración y climatología que se ha tenido este año respecto al anterior ha llevado a que los aromas sean algo muy destacado en estos vinos.

El suelo arcilloso-calcáreo de la finca de Bodegas Vicente Gandía ha permitido conseguir en los vinos blancos y rosados más volumen en boca y finura. La vendimia nocturna ha beneficiado a la recolección del fruto ya que ha permitido preservar todos los aromas varietales tan buscados. Gracias a todo esto, los vinos blancos de la cosecha 2016 más destacados por los enólogos de la bodega son: El Miracle 120, Hoya de Cadenas 130, Castillo de Liria y Ostras Pedrín.

El Miracle 120 se ha destacado por que debido a las oscilaciones térmicas del final de su maduración, han conseguido una maduración perfecta superando así las expectativas de sus enólogos. Hoya de Cadenas 130, porque al acabar la fermentación, el vino se trasiega a otro depósito, se enfría y se deja 3 meses sobre sus lías finas. Así, se gana ese volumen en boca tan característico de este vino. Ostras Pedrín porque, a pesar de un año seco en la subzona del Alto Turia, se ha gozado de un estado sanitario de la uva espectacular. Los enólogos de la bodega han logrado mantener esos aromas primarios y peculiares de este monovarietal. Y Castillo de Liria, porque en la añada 2016 se consigue mejorar la calidad de este vino. Se ha bajado la temperatura de fermentación para así poder preservar todos esos aromas tan característicos de este gran vino valenciano.

Además de esto, destaca el nuevo estilo de vinos rosados en la gama Hoya de Cadenas y El Miracle. Gracias al microclima que se ha gozado durante el año pasado, a las nuevas técnicas avanzadas de las instalaciones de la Finca y a la madurez del fruto se ha conseguido el estilo de moda que actualmente es tendencia. Un rosa más pálido muy parecido a los grandes rosados franceses. Al almacenarlo en frío y ajustar los tiempos de maceración se ha logrado este color tan apreciado en el mercado, además de preservar los aromas tan afrutados de estos vinos.

Pero hay otra noticia de interés sobre la bodega que no debemos dejar pasar por alto: Vicente Gandía es la primera bodega que crea su propia sala de innovación. La bodega centenaria apuesta por la innovación como uno de sus principales valores. veamos cómo.

El caso es que Bodegas Vicente Gandía quiere seguir creciendo y cree que la innovación es la herramienta perfecta para conseguir nuevos retos dentro del mundo de la enología. Para ello, ha creado un espacio dentro de sus instalaciones en Chiva en el que se desarrollarán nuevos proyectos, espacio llamado Big Bang innovation Room by Vicente Gandía. Porque desde la bodega son conscientes que innovar no es fácil y por ello durante meses un grupo de doce personas de Vicente Gandía han estado preparándose para fundar su propio método de innovación junto a asesores especializados. Este grupo ha estado observando al consumidor, principalmente el segmento millennial, posiblemente el más complejo hasta ahora, entendiendo su manera de comportarse, sus gustos y factores de decisión de compra, sus preferencias, sus costumbres, en suma, intentando ver las cosas desde su punto de vista.

En la Big Bang Innovation Room se realizó un «focus group» para poder recoger la mayor información posible sobre este público. Se les hicieron una serie de pruebas para obtener más información sobre su comportamiento frente a un lineal y ante una carta de vinos de un restaurante. Posteriormente se analizaron y se hallaron conclusiones de la información obtenida y por último se empezaron a plantear propuestas y soluciones a posibles problemas para los que se podía enfrentar la empresa.

Esta sala de innovación cuenta con todo lo necesario y está formada por tres espacios: dos lineales de supermercado, una sala de catas y un aula. Estos espacios permitirán a la bodega investigar el mercado, el público objetivo al que quieren dirigirse para así lograr adaptarse con mayor facilidad y con una probabilidad de éxito más elevada.

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Autor

Juan Luis Recio

Blogger gastronómico y de tendencias, crítico de vinos (XL Semanal), letrista, sociólogo, mensista, poeta

Juan Luis Recio

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