L´Etivaz AOP, un queso suizo que mantiene la tradición de Alpage

El queso L’Etivaz AOP únicamente se elabora durante los meses de verano. Y para ello más de 2000 vacas son conducidas cada año a los Alpes y los Pre-Alpes del cantón de Vaud y en octubre bajan para ser recibidas por los lugareños y curiosos.

Y es que el queso suizo L’Etivaz AOP es una clara muestra de naturalidad y artesanía, puesto que mantiene viva la tradición de conducir a las vacas hacia los Alpes y los Pre-Alpes para que puedan alimentarse de hierba fresca durante los meses de verano. Cuando finaliza la época estival, a principios de octubre se celebra el Désalpe de L’Etivaz, una ceremonia que recibe cálidamente a las vacas que han pasado el verano en las alturas.

Hoy día, en Suiza se sigue manteniendo la tradición de Alpage, momento en que las vacas suben a niveles más altos de las montañas para alimentarse de los pastos frescos. Se trata de una costumbre que con el paso de los años ha ido perdiendo fuerza, algo que no ocurre en el país helvético. Concretamente, en los Pre-Alpes del cantón de Vaud cada año más de 2000 vacas son dirigidas por los granjeros a más de 1000 metros de altitud, dónde alrededor de 70 queserías elaboran el queso L’Etivaz AOP de forma artesanal. Así pues, el queso suizo L’Etivaz AOP sigue manteniendo viva una cultura campesina antigua.

Al finalizar la temporada, tiene lugar el Désalpe de L’Etivaz un momento en el que curiosos y residentes de la zona acuden al pueblo de Etivaz para recibir a las vacas que han pasado el verano produciendo leche para elaborar el reconocido queso y que, tras la época estival, pasarán la temporada de invierno descansando. Una tradición de siglos que perdura año tras año y que atrae a miles de turistas.

Este valioso queso de Alpage se distingue por su rico sabor ligeramente afrutado y con una apreciada reminiscencia a avellana. Su materia prima es en esencia la leche cruda de vacas alimentadas de heno, hierbas y pastos naturales de los Pre-Alpes de Vaud, consiguiendo un exquisito sabor. Tanto es así, que su alta calidad le llevó a convertirse en el primer queso suizo en recibir la Denominación de Origen en el año 2000.

L’Etivaz AOP
, es pues, un queso natural sin aditivos, apto para los intolerantes al gluten y a la lactosa, que mantiene viva una de las tradiciones más antiguas de la cultura del pastoreo y la elaboración de queso.

Los Quesos de Suiza son famosos en todo el mundo gracias al cuidado y a las características artesanales con las que se elaboran. El pastoreo de las vacas es obligatorio en Suiza, país donde está totalmente prohibido el uso de hormonas y antibióticos en la crianza de ganado y donde ningún queso puede fabricarse con aditivos químicos.

Para elaborar un queso suizo se utiliza casi el doble de leche que para fabricar un queso de producción industrial. Las queserías reciben dos veces al día la leche recién ordeñada para garantizar la elaboración de un producto fresco y sano. El uso de leche cruda, no pasteurizada, posibilita un sabor más intenso y potencia los aromas derivados del pasto y forrajes.

La rigurosa normativa, sometida a un estricto control por parte de la Oficina Federal de Agricultura de Suiza, garantiza la elaboración tradicional del producto desde el origen de la cadena hasta el final, momento en el que un tasador certifica que el queso tiene la suficiente calidad para llevar el sello de su región quesera. De esta manera, una Denominación de Origen suiza es garantía de un producto absolutamente natural.

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Autor

Juan Luis Recio

Blogger gastronómico y de tendencias, crítico de vinos (XL Semanal), letrista, sociólogo, mensista, poeta

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