Comala, con los pies en Madrid y la cabeza en México

Sabores de aquí y del otro lado del charco se dan la mano en la cocina vista de este coqueto local que responde al nombre de Comala para hacer viajar al paladar. Además no faltan los cócteles, siempre apropiados y más aún para disfrutarlos también en su privilegiada terraza de la Plaza de la Lealtad, un poco más arriba del Hotel Ritz. Para acompañarlos, un fresquísimo guacamole, un original taco de arenques o, por qué no, unas albóndigas de ibérico… Y es que, dato importante, ¡sus fogones son non-stop!

Y es que la fusión es una de las tendencias que triunfan en la cocina, ya que nos permite quedarnos con lo mejor de aquí y de allá para crear deliciosas e insospechadas combinaciones que hacen feliz al paladar. En las mesas de Comala la experiencia se traduce en un viaje al otro lado del charco con interesantes paradas en la adictiva gastronomía mexicana, sin olvidar por supuesto, los sabores de nuestra tierra, como bien refleja su original logo, que aúna los ‘símbolos’ de ambos países: un cactus y un olivo.

Y hablamos de experiencia con todas las letras porque el equipo, tanto de cocina como de sala, está formado en el prestigioso restaurante Viridiana (por cierto, al final les contaré un pequeño cotilleo sobre esto). Al frente de Comala se encuentra la joven Myriam Moreno, que dirige y supervisa cada detalle con mimo e ilusión, buscando que todo el mundo se sienta como en casa y disfrute de las sabrosas creaciones de los ‘incesantes’ fogones del restaurante, así como de los ‘tragos’, desde un cóctel, pasando por un buen vino hasta un reposado tequila.

Y es que el concepto está basado en la fusión entre España y México y el equipo está formado en el prestigioso restaurante Viridiana. Por cierto, al final les contaré un pequeño cotilleo. Comala es fusión en sí mismo, porque alberga un conjunto tentador y apetecible: taquería, bar, restaurante, coctelería, terraza durante todo el año… es, sin duda, un lugar ante el que muchos caerán rendidos. Como taquería que es, la carta la abren seis espectaculares tacos, siendo la estrella indiscutible la tortilla de trigo rellena de ropa vieja al buen gusto andaluz, en el que la ‘mezcla’ está más que presente ya que, como apunta Myriam, “la tortilla suple feliz al mollete antequerano”. Entre las propuestas más frescas y recién llegadas a la carta, destacan el salmorejo de fresones con jamón ibérico, nopalitos y tortillas de maíz o el carpaccio de tomate con picada de mango, pepino, papaya y cebolla roja. Ah, que aunque está en la segunda hoja de la carta, no puede faltar el guacamole con tortillas de maíz y plátano macho frito.

Una vez abierto el apetito, toca decantarse por alguno o algunos de los principales, porque la carta está pensada para compartir, cosa que se agradece, porque plato que se lee, ¡plato que apetece! El protagonista aquí es el huevo, en sartén, sobre mousse de hongos con poquito foie de pato y setas silvestres salteadas con jamón ibérico y ajos tiernos… Entre los pescados no faltan el salmón, servido en tartar y marinado en tequila, o un ceviche de dorada. Para los carnívoros, las albóndigas de ibérico en salsa mexicana, el cuscús al azafrán y batata se han convertido en un must. Y hay que dejar sitio para el postre… Una opción, la sublime mousse quemada de maracuyá con bayas silvestres.

Y para disfrutar de todo esto -y mucho más, porque las opciones a la hora de beber también son muchas-, tres ambientes bien diferenciados: La pequeña sala, con capacidad para 26 personas distribuidas en mesas altas y bajas; la bonita barra, en un lateral del local y con 8 taburetes para quienes tengan prisa o prefieran un picoteo más informal, por ejemplo, una michelada o un estupendo Margarita, con un original taco de escalibada con atún en escabeche al lemon grass… Una oferta veraniega que resulta idónea también a cualquier hora del día en su privilegiada terraza para 30 comensales con vistas al Ritz y a la Bolsa. Climatizada y con hilo musical, es también muy apropiada para alargar la sobremesa de comida o cena. Además en verano la terraza se amplía, al aire libre, con otros 20 asientos.

El horario de Comala es de 12 de la mañana a 1 de la madrugada y la cocina permanece abierta desde la apertura a las doice de la noche. El precio medio es 26 € a mediodía y de 32 por las noches.

Ah, el cotilleo tiene que ver con Abraham García, el conocido y reputado cocinero de Viridiana, donde se ha formado el personal y quien ha dejado rastros de su estilo en este local, como pueden ver en la carta. Pues bien, el cocinero está desvinculado ya por completo del proyecto. Han sido casi dos años de asesoría, de buen hacer y de aportar una impronta fundamental, de hecho, tanto el equipo de cocina como de sala se ha formado en Viridiana. Pero desde la actual carta, que acaban de estrenar con platos míticos y otros nuevos que van a sorprender, Comala es un proyecto totalmente independiente de Abraham. El restaurante sigue gestionado, con muy buen criterio por la joven Myriam Moreno, propietaria desde sus inicios, quien no deja de agradecer al chef su implicación durante este tiempo, ya que a ellos más que una relación profesional siempre les ha unido una relación personal.

Comala
Plaza de la Lealtad, 3
Madrid
Teléfono: 91 504 78 27
Página web: www.restaurantecomala.es

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Autor

Juan Luis Recio

Blogger gastronómico y de tendencias, crítico de vinos (XL Semanal), letrista, sociólogo, mensista, poeta

Juan Luis Recio

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