Los dibujos de El paraíso de las islas, una utopía libertaria en imágenes

Desde que conocí a Emilio Sola, hace cuarenta años, hasta ahora, hemos recorrido un largo camino, a ratos juntos, otras en la distancia. Distancia física o emocional; cercanía, también, física o emocional, no siempre coincidentes. La vida misma, como en el caso de El paraíso de las islas, recorrido gráfico realizado por el propio escritor, poeta, historiador y, claro, dibujante y artista renacentista, y acaso profeta, como muestra en este alucinante volumen donde buceamos en mil cosas que él nos transmite y por otras mil que encontramos nosotros mismos en su obra, aunque él seguramente no sea consciente de todas. Así es el arte, claro…

Y así es la vida. Como la vida del propio Emilio, que, como su maravilloso y a ratos crudo paraíso, es el manifiesto viviente de su propia utopía. La leyenda y el hombre conviven juntos en este personaje al que todos queremos abrazar, porque contiene en su esencia mucho de muchos de nosotros, de los que de él hemos aprendido, de los que le queremos y admiramos, y de muchos otros que no quieren cruzar los Pirineos, sino bajar al sur, más al sur… Orán, el Sahara, el desierto, el Mediterráneo. Y las islas, que según Emilio explica, vienen a ser lo mismo. Que el desierto, que los oasis del desierto… Un espacio de utopía y realidad conjuntas donde el autor se desenvuelve, rotring en mano, como pez en el agua. Como en la vida misma, donde el autor estrenó a finales del año pasado su flamante década de los 70 en plenitud de todas sus variadas e in crescendo facultades creativas.

Y así surge esta curiosa obra, única en su género, cuya historia parte de que durante más de treinta años se fueron elaborando textos y dibujos en torno a un proyecto literario de sociedad ficción – una utopía libertaria, de alguna manera – que se dio en llamar El paraíso de las islas, y en el que colaboraron muchos autores ficticios –las amanuenses se autodenominaron– y muchos dibujantes del taller de Mario Pinto Godinho, uno de esos habitantes del paraíso de las islas. La organización de redes de nomadeo de la gente en movimiento –exiliados, refugiados, emigrantes por necesidad-, ante una gran crisis que echó abajo viejos proyectos políticos que un día fueron ilusionantes, estuvo en el origen de esa organización singular y horizontal que esos amanuenses se esforzaron por narrar.

En el Archivo de la Frontera, sitio imprescindible para los perseguidores de la utopía, la belleza y el amor a la humanidad, se han recogido muchas de esas historias en el caótico E-libro siempre provisional así titulado, El paraíso de las islas, y este álbum puede servir para ilustrar esos relatos.

Las historias del paraíso de las islas constituyen una saga novelística que echa sus raíces en las infinitas historias de la frontera mediterránea de todos los tiempos, e intenta proyectarse hacia una posible sociedad-ficción futura, en la linde de la utopía, que ha de organizarse sobre una nueva racionalidad, después de una gran crisis o gran guerra, sobre todo financiera, pero tan catastrófica como una guerra total. Ficción novelística, son historias, sin embargo, que quieren estar muy ancladas a la realidad. Son una proyección, más que una reflexión, aunque aquí y allá surjan reflexiones. Pero, sobre todo, intentan perfilar otra racionalidad más plural y moderna que la que condujo a la catástrofe de la gran crisis de donde arrancó todo.

Todas esas historias se fueron recogiendo en la llamada, primero, biblioteca de don Borondón, luego biblioteca del naranjal, y por último casa de Fíto Náser o casa de la computadora. Es de allí, redactadas por muchas manos, de donde las van extrayendo los investigadores para ponerlas a limpio y al alcance de los lectores. Esta es la primera vez que se editan conjuntamente todos los dibujos de esa utopía en marcha —o con marcha— que es El paraíso de las islas, «una de las patadas más tiernas dadas en la entrepierna a nuestro espacio/tiempo», que dijera el editor Óscar Ayala cuando hacia 1993 tuvo la feliz inicia3va de publicar en la editorial Fugaz aquel volumen ya inencontrable que se ha conver3do en un tesoro para quienes tuvieron la suerte de hacerse con un ejemplar. La escritura de las historias de El paraíso de las islas por Emilio Sola, recogidas además en otros títulos –Arcadio y los pastores, Los hijos del agobio (donde el personaje quizás principal se llama Juan Luis Recio, mire usted por dónde, aunque no soy yo, que también salgo), Acción, meditaciones y muerte de Juan Bravo (con dibujos de Hortensia Recio), La novela secreta, La canina esmeralda, El padre del cuchillo…–, estuvo acompañada, antes o después, de una laboriosidad dibujística pertinaz, concienzuda, meticulosa y no menos imaginativa y prolongada en el espacio/tiempo; tiempo no mensurable, el del dibujo, felicidad del instante prolongado, con humo y música, por lo general. Quehacer o empeño desinteresado a resultas del cual fue surgiendo una sorprendente rara avis gráfica de la que este libro es muestra. Todo ello recogido en una cuidada edición en papel de calidad y formato apaisado, que incluye cuatro encartes desplegables y un cartel tamaño 42 x 60 cm.

Siguiendo con la hitoria, y contado por el propio autor, deben saber que El paraíso de las islas, como proyecto novelístico utopista libertario, más de sociedad ficción que de ciencia ficción, surgió en África, después de una serie de viajes a los campamentos de refugiados saharauis en la hamada argelina de Tinduf. Las tradiciones de nomadeo saharaui con sus intersticios de nomadeo perfectamente localizables y conservados, en ocasiones con pequeñas bibliotecas recopiladas por tribus suaia u «hombres de los libros», y la defensa de ese mundo inhóspito para los ajenos a esa cultura, hasta el punto de que un manuscrito hablaba de la hat of jaof o «frontera del miedo», me resultaron tan estimulantes que planeé un mundo novelístico autónomo—y por ello utópico y libertario— para poder escribir a través de él algo que luego supe que tenía un lema explicativo claro: «lo que no puedo hacer lo escribo para no volverme loco». Para no echarme al monte, para no volverme violento ante el espectáculo de la desvergüenza y de la injusticia. Aquella gente nómada y amabilísima, condenada a sedentarizarse en unos campamentos de refugiados en la geografía más extrema del mundo, la hamada de Tinduf y de Mahbes, en donde según su tradición oral «no podían vivir ni los lagartos», me pareció la metáfora más dramática, si no trágica, del mundo real tal como estaban discurriendo las cosas, tal como estaba anunciando el tiempo, los diferentes tiempos, pues, como decía un sabio autor, «no son los tiempos unos».

Pronto, aquel paraíso de las islas imaginado en el que la estructuración del espacio y el tiempo (juego entre el tiempo real, el histórico y el literario) de la gente en movimiento con mínimo equipaje se articulaba en lugares —islas, oasis, enclaves de encuentro rodeados por todas partes por un entorno hostil—de acogida/despedida, de reunión más solicitados o frecuentados, en intersticios de nomadeo, en fin, necesité dibujarlo, tenerlo presente. Y así surgieron estos dibujos que responden exactamente a los lugares en donde se desarrollaban los primeros episodios de la serie de relatos que conformaron El paraíso de las islas (Fugaz, 1993) y a los personajes que viven, conviven en ellos. Tiempos literarios míticos y de origen de otra nueva realidad en que la gente consiguió organizarse por su cuenta, almargen de la sociedad de la democracia capitalista formal, con el recurso casi exclusivo de la movilidad entre intersticios de nomadeo e intersticios de nomadeo. El paraíso de las islas, en fin.

Para quienes aún no lo conozcan, deben saber que Emilio Sola (Asturias, 1945) es profesor de historia, escritor y ex tabernero. Fue profesor en las Universidades Complutense y Autónoma de Madrid, así como en la Universidad de Orán (Argelia). Desde 1990 es profesor de Historia Moderna de la Universidad de Alcalá de Henares. Como historiador, trabaja sobre asuntos fronterizos y de información en la época de Cervantes, tanto en el MediterráneoUn Mediterráneo de piratas: corsarios, renegados y cautivos (Madrid, 1988, Tecnos); Argelia, entre el desierto y el mar (Madrid, 1993, Edit. Mapfre); Cervantes y la Berbería. Cervantes, mundo turco-berberisco y servicios secretos en la época de Felipe II (Madrid, 1995, Fondo de Cultura Económica); Historia de Hayradin, llamado Barbarroja, edic. de M.A. Bunes y E. Sola (Granada, 1997, Universidad de Granada); Los que van y vienen. Información y fronteras en el Mediterráneo clásico del siglo XVI (Madrid, 2005, Universidad de Alcalá); La Conjura de Campanela (Madrid, 2007, Turpin); Uchalí, el Calabrés Tiñoso o el mito del corsario muladí en la frontera (Barcelona, 2010, Bellaterra)—, como en Extremo Oriente — Libro de maravillas del Oriente Lejano (Madrid, 1980, Editora Nacional); Historia de un desencuentro. España y Japón, 1580-1614 (1999)—. Novelista—Los hijos del agobio (Madrid, 1984, Polar, premio Café Gijón de novela corta); Arcadio y los pastores (Madrid, 1985, Libertarias); El paraíso de las islas (Alcalá de Henares, 1993, Fugaz); La novela secreta (Madrid, 1996, Voluptae Libris)—y poeta —La Isla (Madrid, 1975, Rialp, accésit premio Adonais 1974); Más al sur de este sur del mar (Madrid, 1979, Molinos de Agua); La soledad, los viajes, el mar… (Madrid, 1976, La Banda de Moebius); Poemas de Zocochico (Madrid, Fugaz, 2001)—, en los años de la llamada «transición» coordinó experiencias culturales multidisciplinares desde el bar La Vaquería de la calle de la Libertad y la editorial La Banda de Moebius, y fue cooperante en la Universidad de Orán, período setentero evocado en la nonovela azarosa Del Movimiento a la Movida (2009). Luego se embarcaría en otros proyectos de agitación sociocultural, destacando entre ellos el periódico colectivo Refractor. Sus trabajos de crítica, articulos para publicaciones de historia, proyectos de investigación y su participación en coloquios y congresos internacionales son numerosos. Actualmente dirige el Centro Europeo para la Difusión de las Ciencias Sociales (CEDCS) y coordina el Archivo de la Frontera.

los dibujos de El paraíso de las islas

Una Utopía Libertaria en imágenes OP
Emilio Sola
Coeditan: CEDCS (Centro Europeo para la Difusión de
las Ciencias Sociales)/Vacaciones en Polonia
Formato: 29×21 cm
Papel de 120 gr. + de 200 ilustraciones en b/n
Páginas: 256 + 4 encartes + 1 cartel 42×60 cm
ISBN 978-84-608-3144-0
PVP: 27 Euros

El libro está disponible en librerías, y también se puede pedir al mail [email protected] de la Librería Bakakai, que lo sirven muy rápido y bien, de lo que doy fe.

Librería Bakakai
c/ Tendillas de Sta. Paula 11
(entre Gran Vía y Pza. Universidad)
18001 Granada
Teléfono:: 858 12 09 67
E mail: [email protected]
Página web: www.libreriabakakai.net
horario: de lunes a viernes
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Autor

Juan Luis Recio

Blogger gastronómico y de tendencias, crítico de vinos (XL Semanal), letrista, sociólogo, mensista, poeta

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