Cómo cocinar con azúcares sanos: 65 recetas en Sin Azúcar

Sí, está bien el tomar dulces y especialmente en un día como hoy que se celebrar San Valentín, pero podemos aprender también a cocinar con azúcarfes sanos con el libro Cómo endulzarse la vida, Sin azúcar. Veamos cómo.

Estaremos de acuerdo en que médicos y expertos coinciden en la necesidad de reducir el consumo de azúcar tanto entre la población adulta como, muy especialmente, en los niños. Pero no tenemos por qué renunciar a los postres y a las recetas dulces: este libro publicado por Lunwerg nos enseña a cuidarnos y a mejorar nuestra alimentación aprendiendo a distinguir entre azúcares buenos y malos y nos propone, de manera clara y visual, alternativas más saludables a los alimentos azucarados presentes en nuestra alimentación diaria a través de 65 recetas que eliminan los azúcares añadidos de nuestra dieta, sin renunciar a poner una nota dulce en nuestros platos.

En Sin azúcar, Sue Quinn nos ayuda a sustituir el azúcar de mesa, altamente nocivo para la salud, por otros alimentos naturalmente dulces y saludables. En este libro sólo se usan sustitutos del azúcar como la stevia o el xilitol, pues la miel, el jarabe de ágave u otros jarabes azucarados gozan de buena reputación por ser naturales, pero en realidad están llenos de azúcar y tienen escaso valor nutricional. En suma, a través de este este libro aprenderemos:

• A distinguir entre azúcares buenos y malos.
• A conocer cómo prescindir del azúcar añadido en nuestros platos de forma gradual y sin esfuerzos.
• A preparar versiones más sanas de básicos de la cocina como el kétchup, la vinagreta, el yogur y muchos más.
• A disfrutar de deliciosas recetas de postres que no llevan ni azúcar, ni miel, ni edulcorantes de ningún tipo.

Y es que es posible sustituir el azúcar en la cocina, ya que hay alimentos que son dulces de forma natural y que, por lo tanto, es bueno usarlos como sustitutos al azúcar de mesa. Algunas ideas:

• Frutas secas: poseen una alta concentración en azúcar, pero también valiosos nutrientes. Por ejemplo, podemos batir dátiles frescos (o secos poniéndolos en remojo anteriormente) hasta obtener una pasta que podremos usar como sustituta del azúcar en la repostería.
• Plátano triturado: sustituir el azúcar por plátano triturado en pasteles o bizcochos es una buena manera de aportar dulzor y buen sabor. Lo mejor es usar plátanos maduros.
• Canela: añade un ligero sabor azucarado. Por ejemplo en el café, está deliciosa.
• Leche de almendra: añade un ligero sabor azucarado y una textura cremosa a batidos y smoothies, y está deliciosa en repostería. Eso sí, hay que optar por la versión no azucarada, pues en el mercado existen también opciones con azúcar menos saludables.
• Vainilla: tanto las semillas de las vainas como la vainilla en polvo o el extracto de vainilla añaden un sabor azucarado. Hay que tener en cuenta que no sean azucarados.

Las recetas de este libro están divididas en varios apartados, desde recetas básicas como kétchup,mermelada de arándano o pan integral; pasando por opciones de desayuno como el porridge, el muesli de luxe o los gofres con bayas; tentempiés como palomitas de maíz, chips de manzana o caramelo de frutas; recetas de repostería saludable como muffins de arándanos y manzanas, cookies de mantequilla de cacahuete o pan de plátano; y postres deliciosos como la mousse de chocolate, el crumble o el helado de lima y coco. De igual forma, la autora advierte que los lectores que padezcan diabetes de tipo 1 o 2 deberán consultar a su médico antes de preparar las recetas que contiene este libro.

Pero, ¿por qué es malo el azúcar? Pues la glucosa es un conjunto de moléculas de azúcar que proviene de los glúcidos y que está contenida
en los alimentos que ingerimos. Se podría considerar el principal carburante del organismo. Los expertos a menudo hablan de los perjuicios que puede provocar el exceso de consumo de azúcar, refiriéndose a los azúcares simples como la sacarosa (o azúcar blanco), que está presente sobre todo en artículos de repostaría, dulces, postres, refrescos, zumos de frutas, miel y jarabes. La sacarosa no posee ningún valor nutricional y está atestada de calorías “vacías”. Cuantas más calorías consumamos, más probabilidades tendremos de ser obesos. Y ya sabemos que la obesidad favorece problemas serios de salud como las enfermedades cardíacas, la diabetes de tipo 2 o las
caries. Se estima además que la fructosa de la sacarosa es especialmente nociva. El azúcar bueno es el que está presente en los glúcidos complejos (frutas, verduras, productos lácteos y cereales integrales), que son de eliminación lenta.

Sin azúcar, 65 recetas naturalmente dulces, de Sue Quinn tiene fotografías de Victoria Wall Harris.

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Autor

Juan Luis Recio

Blogger gastronómico y de tendencias, crítico de vinos (XL Semanal), letrista, sociólogo, mensista, poeta

Juan Luis Recio

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