Una exposición única, sí, en la que muestra su legado secreto, y es que Hennessy 250 Tour viajará por todo el mundo trasmitiendo los valores de la Maison más emblemática de cognac. Para ello, música en vivo, retratos y videos se unen para mostrar el ADN de la Maison recreado por artistas de renombre internacional.
Toco ello porque la Maison más emblemática del cognac cumple 250 años de historia y aventuras, a lo largo de los cuales ocho generaciones se han encargado de mantener intacto el espíritu de Hennessy. Para celebrarlo, y como homenaje a los fieles seguidores que le han ayudado a forjar su éxito en los cinco continentes, pone en marcha Hennessy 250 Tour: una exposición que refleja la visión que la Maison siempre ha tenido de sí misma y del mundo que la rodea: el gusto por la vanguardia y un horizonte lleno de posibilidades.
Un acontecimiento multidisciplinario que tendrá lugar de marzo a septiembre de 2015, y en el que Hennessy exhibirá desde América hasta Europa, pasando por el continente asiático, los tesoros desconocidos de su patrimonio a través de la perspectiva de artistas contemporáneos de renombre internacional. Se trata de una exposición itinerante de más de 600 m2 con originales representaciones en vivo creadas por reconocidos artistas junto con artistas locales, para conseguir plasmar los lazos establecidos entre Hennessy y aquellos países en los que está presente. Una reflexión emblemática del vínculo que Hennessy siempre ha mantenido con el mundo del arte.
Porque la relación de la familia Hennessy con el mundo del arte se remonta atrás en el tiempo, cuando comenzaron su labor como mecenas. Desde entonces, los Hennessy han colaborado con los artistas más importantes pasando en las últimqas décadas por iconos de la cultura pop hasta artistas contemporáneos del siglo XXI.
Y en esta ocasión, Hennessy 250 Tour cuenta con el apoyo de artistas de renombre internacional pertenecientes a distintos ámbitos del arte: Xavier Veilhan, Charles Sandison, Pierrick Sorin, Tony Oursler, el fotógrafo Anton Corbijn y Constance Guisset entre otros, además de Hervé Mikaeloff como comisario de la exposición junto con la colaboración de Nathalie Crinière.
Además, Hennessy 250 Tour se afincará en lugares emblemáticos allí donde vaya: desde el Zaha Hadid Opera House en la ciudad china de Guangzhou, la Nueva Manege en Moscú, el Lincoln Center en Nueva York, el Circa Gallery de Johannesburgo hasta llegar a París, donde la sede de la exposición aún no ha sido desvelada.
Desde el inicio de esta experiencia hasta el final, cada artista ha creado una obra única a través de distintos soportes como vídeos, retratos o ilustraciones, todos ellos en sintonía con elementos pertenecientes al legado de Hennessy que no han sido expuestos con anterioridad. Cada una de estas piezas elegidas para la exposición proceden de los miles de archivos y documentos que atesora la Maison como parte de su herencia y plasman una visión contemporánea de las múltiples facetas de Hennessy: su aventura global, los secretos de su excepcional savoir-faire y su poderosa presencia en cualquier rincón del mundo.
En definitiva, Hennessy 250 Tour supone para los visitantes una inmersión que oscila entre lo real y lo virtual, lo divertido y lo interactivo, donde los artistas tienen carta blanca para plasmar su visión de la Maison. Un viaje que nunca duerme, una pasión firme a la hora de transmitir un legado de generación en generación, una serie de retratos que muestran el ADN de Hennessy y sin los que la Maison no sería lo que es hoy en día.
Esta fascinante exposición retrata la vida y las aventuras personales y profesionales de una familia representada hoy en día por Maurice Richard Hennessy, perteneciente a la octava generación de la familia y encargado de transmitir su legado. La familia Hennessy ha tenido que superar retos y desafiar al destino pasando por guerras, revoluciones, desastres naturales y tragedias familiares que han amenazado con la extinción de su legado. La legendaria figura del patriarca Richard Hennessy, nacido en 1724, continúa hoy siendo un referente. Un hombre hecho a sí mismo, nacido en el seno de una familia noble irlandesa, que se propuso hacer una nueva vida en Francia. Decidió entonces establecerse en Cognac, región de Charentes en la que desde el siglo XVII se habían producido los brandies más apreciados por los británicos. Una vez allí, decidió construir una Maison de cognac asociándose con las personas adecuadas, mostrando siempre una metodología exquisita que definiría la filosofía de la familia: cultivar relaciones, establecer redes explorando el mundo sin miedo al riesgo para conquistar con éxito los cinco continentes.
Los sucesivos herederos de Richard Hennessy fueron los encargados de sentar las bases de la identidad de la Maison: excelencia, continuidad, transmisión de conocimientos y legado que fue adquirido en cada uno de los países hasta los que llegó. Y así es como nació esta marca tan camaleónica que ha conseguido preservar intacta toda la esencia de su savoir-faire a lo largo de los años. Como en toda saga, la historia de Hennessy es una historia de hombres y mujeres. La familia Fillioux, un linaje de Maestros Mezcladores, se unió a los Hennessy, aportando la elegancia, la calidad y el sabor inimitable del cognac elaborado por la Maison. Ellos se han encargado de preservar e incluso mejorar la herencia de la Maison y son considerados como los “arquitectos del tiempo” ya que supervisan la reserva de cientos de eaux-de-vie que componen la biblioteca de Hennessy. Los Fillioux, conocidos como los “guardianes del templo”, componen el comité de expertos catadores, único dentro del mundo del cognac.
Cada mañana a las 11 este grupo de gurús del cognac se reúnen en la oficina de Dégustation para evaluar cada uno de los eaux-de-vie que algún día formarán parte de la composición maestra de Hennessy. Desde Hennessy X.O a Richard Hennessy pasando por Very Special, Paradis y Paradis Imperial, están compuestos por la mezcla perfecta de aguardientes que brindan la calidad superior que ofrece la Maison a sus seguidores.
A parte de esta prestigiosa familia de maestros catadores, la historia de la Maison Hennessy está compuesta también por sagas de viticultores, destiladores y toneleros que han trabajado para la casa de cognac durante generaciones. Son artesanos que han transmitido su técnica de padres a hijos permitiendo que la calidad de Hennessy perdure en el tiempo.
Por último, como en cualquier saga, el alma de la familia Hennessy se refleja en una serie de lugares emblemáticos. Lugares legendarios todavía vivos como la Bodega del Fundador en Cognac, donde los tesoros únicos de Hennessy descansan. Otro enclave especial es el Château de Bagnolet donde, desde la decisión de comprarlo en 1870, la familia ha recibido a importantes personalidades de todo el mundo. Un lugar muy especial en el que a finales del siglo IXX se tocaba el violín o el piano y donde hoy en día son los iconos del mundo del hip hop y el arte urbano los que se pasean por sus jardines. Una vez más, el arte del assemblage está presente en la filosofía de la Maison la cual marida la calidad y la herencia con la innovación constante para mejorar el sabor inigualable de Hennessy.
El origen de Hennessy, convertido en emblema de la región de Cognac, tuvo lugar en 1765 cuando Richard Hennessy, un irlandés al servicio del rey de Francia Luis XV, recibió como compensación unas tierras donde se estableció iniciando un negocio de eaux-de-vie (aguardientes). La decisión de instalarse en Cognac vino provocada al darse cuenta de que el tipo de suelo calcáreo y el clima, bien combinados, recreaban unas condiciones idóneas para el cultivo vitivinícola. Richard fue el creador de una saga que no dejó de viajar para conquistar nuevos mercados. En Europa, se erigieron como proveedores de las más importantes Casas Reales, desde Luis XVI a los Zares de Rusia, pasando por Jorge IV y Napoleón III. Cada uno elegía su propia mezcla de aguardientes y con ellas se convirtieron en los mejores embajadores de Hennessy. Desde entonces ocho generaciones de los Hennessy han dirigido la Maison y han continuado el viaje alrededor del mundo, consolidando la reputación universal de la marca. El indiscutible aval de Hennessy se encuentra en la “bodega del fundador” que aloja sus más preciados aguardientes, la mayor reserva de cognacs añejos del mundo, algunos de más de 200 años con un largo y natural envejecimiento en barriles de roble.
