Paso todos los días en moto por delante, camino hacia casa, pero el otro día, buscando un cristalero, me detuve en la fachada y observé la carta. Tras leerla, pensé que había que ir a conocer este nuevo restaurante a la primera oportunidad. Un lugar que llevará ya tres años abierto en donde antes estuvo un clásico restaurante asturiano ahora trasladado, Casa Hortensia, nombre también de una pulquería en la mexicana Plaza de Garibaldi, por cierto.
El local del que les hablo se encuentra frente a otro asturiano de toda la vida, Casa Lastra, y responde al nombre de Olivarseis. Sí, en esa calle y número se encuentra, junto a la Plaza de Tirso de Molina e iniciando la bajada por Lavapiés. No tiene nada que ver on todo lo anterior: es un local de corte moderno e informal, decorado con gusto y servido con cariño, que distribuye sus no muy numerosas mesas entre la planta de calle, toda ella con cristalera a la calle, y el sótano. Son varios socios, entre ellos una arquitecta italiana, que nos atendió en la segunda visita.
Abre todos los días, salvo los domingos por la noche y los lunes, lo que es una pena porque algún que otro lunes nos toca comer por el barrio, y los días laborables al mediodía sirven un menú muy correcto y bien servido creo que por 10 u 11 €. Y los domingos un menú degustación de cuatro medios platos (el pasado domingo,consistía en polenta a la plancha, ciambotta, arroz negro y carrillada de ternera) y postre o café, me parece recordar, por unos 17,50 €.
La carta tiene unos precios comedidos, las raciones son abundantes y todo lo que he probado es de calidad y elaborado con profesionalidad, servido en platos originales y con aires de diseño. Tienen también una pequeña barra donde se pueden degustar un breve surtido de tapas muy originales, como los cigarritos de morcilla, sirviéndose también unos cuantos vinos, bien elegidos, por copas (un Rioja, un Ribera, un Somontano) y botellas (con algún vino italiano, en concreto siciliano, con la uva autóctona nero d´avola– probé uno del 2006 que resultaba muy agradable, frutal y fácil de beber por 16 €- y madrileños (Grego roble).
Entre los entrantes probamos una chambota (o ciambotta), especie de escalibada al modo italo-argentino, con ventresca de bonito (8,90 €), y una sopa de carabineros (6 €), ambos platos muy bien elaborados. Y como segundos, un estupendo entrecot a la parrilla con patatas fritas (17,50 €, pero es el plato más caro de la cata actual) y un arroz negro con chipirones y gambas (11,50 €), servido con un ligero alioli, de todo lo cual dimos cumplida cuenta. No probamos los postres, pero el café estaba también muy bueno.
La carta ha ido cambiando con el tiempo, pero suelen tener como entrantes varias ensaladas, por ejemplo de rúcula con tomates secos y esquirlas de parmesano, croquetas (de jamón, de rape), tempura de verduras, buñuelos de bacalao, sopas frías. En una segunda visita probamos unas buenas croquetas de boletus y jamón (8 €), unas deliciosas sardinas marinadas en lima (9,20 €) y unos sorrentinos de ricotta con nueces (12,80 €), también muy atractivos.
Como segundos, siempre tienen algunos arroces, algo de pescado (algún plato de bacalao, ahora sobre butifarra melosa, atún a la plancha) y algunos platos de carne (carrillada, costillas de cerdo, entrecot, pato en cassoulet y también en tartar mi-cuit). Completan la carta postres como el tiramisú, frutas, quesos y algunas tartas (probé una apple cramble que estab muy buena, todas caseras).
En suma, un sitio en el que pensamos repetir y que comparto con ustedes, pero no demasiado, no sea que se llene, que tiene muy pocas mesas…
Restaurante Olivarseis
c/ Olivar,6
28012 Madrid
Tf.: 91 530 72 83
Web: www.olivarseis.es
