Sí, la canción seleccionada se llama «Bloody Mary«, y además la cantarán Las Ketchup, con lo que la vinculación a este blog es más que evidente. Y es que para elegir la canción que representará a España en el 51º Festival de Eurovisión, que se celebrará el 20 de mayo de 2006 en Atenas, TVE mantuvo abierta, hasta el pasado día 31 de enero, una convocatoria a la industria discográfica, de la creación y producción musical española, con objeto de recibir propuestas de canciones e intérpretes.
Para su difusión general, esta convocatoria fue comunicada el último 14 de diciembre a la SGAE, a PROMUSICAE, a los medios relativos a Eurovisión y a todos los medios de comunicación en general, además de destacada en la página oficial de TVE en Internet www.rtve.es.
Al cierre del plazo mencionado se registraron 245 propuestas, una de ellas en lengua catalana y las otras 244 en castellano, con contribuciones presentadas por compañías discográficas, productores musicales, compositores, cantantes y otros artistas. TVE está especialmente agradecida a las discográficas y a los artistas profesionales que se han animado a presentar sus proyectos atraídos por la relevancia del Festival. Todas ellas han sido oportunamente evaluadas.
Para decidir el sistema de selección entre todos los posibles contemplados por la UER y llevados a cabo tradicionalmente por las televisiones participantes, se ha tenido en cuenta el número de propuestas recibidas, la relevancia profesional de los artistas, la disponibilidad de los intérpretes para competir entre sí, las circunstancias de la programación y la cooperación con la industria musical para la promoción y marketing discográfico.
A la vista de ello y para evaluar todas las canciones, TVE decidió a mediados del mes de febrero formar un Comité interno, el cual el día 27 de febrero de 2006 elige la siguiente propuesta:
Canción: BLOODY MARY
Autor: Manuel Ruiz Gómez (Queco), de letra y música.
Intérprete: LAS KETCHUP. Grupo actualmente integrado por las cuatro hermanas Pilar, Dolores, Lucía y Rocío Muñoz.
Presentada por la compañía discográfica SHAKETOWN-SKT MUSIC en colaboración con Warner Music Spain S.A.
Aparte de esta información musical, les propongo aprender a preparar este famoso combinado y conocer algo de su historia. A ello vamos.
· ¿Cómo se hace?: en vaso mezclador con hielo, verter una copa de vodka (hoy se usa también tequila), un zumo de tomate, un chorrito de zumo de limón, unas gotas de salsa Worcestershire, un poco de sal y pimienta negra y unas gotas de tabasco. Revolver, colar y servir en un vaso de zumo o vaso alto, opcionalmente con un poco de hielo.
Trucos: incluir sal de apio y unas gotitas de jerez. Lo tradicional es adornarlo con una larga y frondosa rama de apio. Si no quiere tomar alcohol, puede eliminar el vodka, obteniendo un Virgin Mary. Como ven, no lleva ketchup.
El Cóctel: Bloody Mary, la ensalada de los cócteles
Les ofrezco ahora una breve historia de esta combinación reconfortante, que alivia los efectos de la resaca, creada en el alegre París de los años veinte.
En el parisiense “Harry´s New York Bar”, uno de los bares de cócteles más antiguos de Europa, junto a la Ópera, se creó en 1921 este combinado, que ha sido conocido como la ensalada de los cócteles, ya que viene aliñado con sal, pimienta y otros aderezos.
Su creador, empero, fue un americano, Fernand Petiot. La fórmula original consistía solamente en vodka y zumo de tomate a partes iguales. A su vuelta a Estados Unidos, Petiot fue añadiendo los aderezos de la ensalada, como la cayena, luego sustituida por el tabasco. 
Hay quien dice que el nombre original del cóctel fue “Bucket of Blood“ (cubo de sangre) y que se quería recordar la sanguinaria persecución a los protestantes que realizó en Inglaterra María Tudor.
Otros sostienen que el “cubo de sangre” era un local de Chicago donde un compañero de Petiot conoció a una chica de nombre Mary, y en su recuerdo bautizó así el cóctel.
Enigmas de la coctelería, pero, en cualquier caso, una combinación reconfortante y roja, que alivia sin duda los efectos de la reseca.
Por cierto, pronúnciese “blady” y no “bludy”, como se oye con demasiada frecuencia.
