El Acento

Antonio Florido

(5) La mujer helada

Annie Ernaux (1940 – Normandía). Pasó su infancia y juventud en la localidad de Yvetot hasta marcharse a Rouan para estudiar Literatura. Autora de una obra esencialmente autobiográfica e intimista. Entre los numerosos premios literarios recibidos destaca el otorgado por la Academia Francesa por el conjunto de su obra. Estamos, pues, ante una de las autoras más reconocidas en el panorama literario francés y europeo.
“La mujer helada”, una novela distópica, irreverente, esencialmente clara en sus aspectos más intimistas. Una obra reflexiva, provocadora, inquietante. El desequilibrio. Desde la propia niñez. Lo absurdo en el día. En todos los días. En todos los actos. Lo femenino. Apartado, como una peste que se adhiere. Pero hay que estallar. Y Annie lo consigue. Busca la igualdad. Sólo es un sueño. Que se ansía. En lo lejano esa igualdad aparece muy junta. Luego la protagonista crece. Siempre va creciendo ante la atenta lectura de la mirada. Transmite complicidad. Temperancia, a veces. En otras ocasiones un poco o un mucho de rabia. En la infancia el olor a la tienda. La madre desenfocada. No como todas las madres. Más perversa. Más rara. Más extraña. El padre friega los platos y hace la comida, barre, limpia. Todo un enfoque dislocado para los tiempos. Ella en su marco, aprende. El sentido de lo otro. Para más tarde, se dice. La juventud. Los estudios. Los amores caprichosos y pasajeros. En medio de la frente siempre el puñal de la igualdad. Que se escapa en la imaginación. Se trata de una busca ansiosa. La que todos queremos. En nuestras vidas. Pero los tiempos…
Consigue acabar. Ahora el primer hijo. Las costumbres repetidas. El ejecutivo llega tarde. El niño berrea. Lo saca al parque. Sigue persiguiendo una igualdad escurridiza. Mientras la angustia por leer se acrecienta. La novela sube mientras la vida baja. Relata de manera magistral. Suavemente. Sinceramente. A lo suyo. El que desee seguir, ahí lo tiene. Avance en la claridad y en lo absurdo. Olor acre. Sórdido ambiente. Literatura bella. No rebuscada. Palabras llenas en un trasvase de sentimientos. Con todo alcanza el final. El segundo hijo. Él a lo suyo. Ella a lo suyo. Aunque eso suyo no lo haya buscado. Los dos trabajan. Ella en el liceo. Luego en casa. Él lee Le Monde. Ella sentada junto a él. Y los niños que pasan el tiempo como todos los niños. La vida sigue. Una peluquería. La imagen odiada. Cabezas en las secadoras. Un delirio. Una pesadilla.
Annie Ernaux.
Por vez primera en mi biblioteca. Viva. Tenaz. Brillante.
Vale.

Pequeña conclusión: Edición cuidada de Cabaret Voltaire. Sigo pensando que apostar por esta editorial es no perder nunca. Lo dicho.

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Autor

Antonio Florido

Antonio Florido nació en Carmona (España), en 1965. Estudió Mecánica, Ingeniería Industrial y Ciencias Políticas. Aunque comenzó su oficio de escritor con la poesía, reconoce que se sintió tan abrumado por la densa humanidad de este género que tuvo que abandonarlo

Antonio Florido

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