Mohamed Chukri y Jean Genet se conocieron en Tánger en 1968. Sus conversaciones se publicaron por primera vez en Estados Unidos de la mano de Paul Bowles (Genet no fue consciente hasta que todo estuvo realizado. Se enteró cuando Chukri se lo dijo y no le sentó nada bien). En 1974 Genet regresó a Tánger, ocasión que inspiró un segundo libro que permanecería inédito hasta 1992.
En este libro oímos hablar a los dos, normalmente paseando o en cualquier café cercano. Genet ofuscado, con su lenguaje hosco, directo, a veces cortante. Chukri tímido, dudando y escogiendo muy bien las palabras. Una ciudad en la tristeza y en la esperanza, revuelta en sí misma. Un lector nocturno, sobre la cama de un hostal escondido en el Madrid de los Austrias.
Fue una noche hermosa mientras Genet, Mohamed y yo mismo hablábamos y escuchábamos los sonidos emitidos en el silencio de la habitación. Y el humo del tabaco, denso, neblinoso, oliendo e impregnando las conversaciones de ambos.
Lo mejor es que todo está compactado en este librito de apenas ciento cincuenta páginas. Hermoso, delicado, muy bien compuesto por parte de Cabaret Voltaire.
Fue un 22 de enero, a las tantas. Luego vino la presentación de mi última novela. Inolvidable.
Vale.