(PD).-Ser profesor en este país no parece ser una labor fácil. Prueba de ello es la manifestación que la plantilla docente del instituto de Secundaria Ramón y Cajal de Fuengirola protagonizó a las puertas del centro . Además de mostrar su apoyo a la víctima, los profesores solicitaron un «esfuerzo compartido entre familias, alumnado, profesionales y administraciones educativas en la formación escolar, tal y como marca la Ley Orgánica de Educación».
Según alertaron algunos miembros de la asociación de padres, las escenas de violencia en el centro en cuestión no son nuevas. De hecho, hace ya casi tres años el colectivo denunciaba públicamente la situación que vivían muchos de los alumnos ante los robos y las amenazas que sufrían de sus propios compañeros.
El incidente se produjo en torno a las 14.00 horas del pasado día 9 cuando la docente se encontraba de guardia y entró en una de las aulas para vigilar al alumnado, donde comenzó una disputa con varias chicas. Al parecer, la alumna, menor de edad, golpeó a la agredida con un bolso aunque, como aclararon desde el propio profesorado, no hubo daños mayores. Aún así, la chica ha sido sancionada con una expulsión de treinta días.
En su protesta de ayer, también quisieron dar cuenta a las instituciones que «cuando una sociedad plantea escolarizar al 100% de la población menor de 16 años ha de prever que el profesorado en solitario no puede hacer frente a los retos que se plantean a diario». Por ello, solicitaron «una mayor cooperación entre las distintas administraciones públicas, para así evitar que en los centros escolares se produzcan agresiones físicas como la que, por desgracia, sufrió una profesora hace unas semanas».
Según alertaron algunos miembros de la asociación de padres, las escenas de violencia en el centro en cuestión no son nuevas. De hecho, hace ya casi tres años el colectivo denunciaba públicamente la situación que vivían muchos de los alumnos ante los robos y las amenazas que sufrían de sus propios compañeros.
Más colaboración
Al término de la concentración y a través de una circular, el equipo docente hizo pública su solicitud de «una comunicación más fluida entre los centros educativos y otras instituciones sanitarias o de carácter social ya que, las escuelas por sí solas, no garantizan la educación completa, máxime cuando algunas de las actuales situaciones pueden generar ambientes inapropiados para el correcto desarrollo personal y profesional de la ciudadanía». Por lo visto, asistir al instituto, siendo puede ser, en la actualidad, una tarea de lo más insegura.
