(PD).- Nueva cita para el ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, tras el reciente cruce de declaraciones sobre el futuro del sistema de pensiones con el Gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez.
Corbacho ha pedido hoy que no se utilicen las pensiones como «arma arrojadiza» en la confrontación política e instó a los grupos del Congreso a la «necesaria contención y prudencia a la hora de hacer propuestas legislativas» sobre ellas.
Las pensiones y el futuro del mercado laboral han sido los temas centrales de la exposición de Corbacho, que también ha abogado por prolongar la vida laboral al «máximo legal» de 65 años (en la actualidad la media es de 63 años y 10 meses) para pagar las pensiones, situación que, en muchos casos, no se da en la actualidad.
Corbacho, ha asegurado que las pensiones están «plenamente garantizadas» actualmente, pero ha admitido la necesidad de abordar «reformas sin precipitación» para hacer frente a los retos derivados del envejecimiento de la población. Durante su comparecencia ente la Comisión de seguimiento del Pacto de Toledo, Corbacho ha asegurado que «en el peor de los escenarios», la Seguridad Social cerrará 2009 con un superávit del 0,4%, a pesar de la caída de las cotizaciones por primera vez en 10 años.
El sistema «goza de una magnífica salud»
No obstante, Corbacho ha admitido que «es lógico» que la crisis económica y el fuerte incremento del desempleo afecten a las cotizaciones de la Seguridad Social, pero ha defendido «con rotundidad» que el sistema «goza de una magnífica salud financiera». El Gobierno nunca lo ha negado», ha indicado.
En este sentido, Corbacho insistió en que las cuentas del sistema están saneadas, con una morosidad del 0,4%, mientras que el Fondo de Reserva supera los 58.000 millones de euros.
Corbacho también ha recordado que, en los últimos cuatro años el número de afiliados aumentó en 2,3 millones, hasta los 18 millones en abril de 2009 y que la Seguridad Social cerró el ejercicio pasado con más de 14.000 millones de superávit, el 1,31 por ciento del PIB.
