El cierre de Leche Pascual en Galicia afecta a 332 ganaderos que producen 140 millones de litros al año

(PD).- La decisión del Grupo Leche Pascual de incluir en un expediente de regulación de empleo a los 155 trabajadores de su planta en Outeiro de Rei (Lugo) afecta a 332 ganaderos que producen 140 millones de litros al año.

Así lo declaró a los medios el secretario general técnico de Xóvenes Agricultores, Juan Orozco, quien sostuvo que la decisión de la empresa de abandonar el único centro del que dispone en Galicia supone dejar sin recoger 380.000 litros de leche diarios. Explicó además que hace un año, desde el centro de Outeiro de Rei se compraba la leche a algo más de 500 ganaderos, aunque «poco a poco» fue mermando esta cantidad.

Hace un mes, continuó el sindicalista, dejó de recoger 25.000 litros diarios a la cooperativa Arzuana, 65.000 a Tierra Llana y 75.000 a Melisanto. Hace 15 días continuó el mismo proceso con otros 50 ganaderos, que pasaron a ser proveedores de Leche Río.

En opinión de XXAA, y pese a que desde Pascual se habla de que continuarán con la recogida a los ganaderos, esta factoría «antes o después abandonará la recogida a todos los ganaderos» y comprará «con precios a la baja», dijo.

Los sindicatos apuntan a la distribución como la gran responsable de la crisis que atraviesa el sector lácteo, tanto para productores como para industrias, y por ello demandan de la Xunta que investigue tanto el «uso que hace los productos lácteos» como la procedencia de la leche.

Así lo han manifestado los secretarios generales de Xóvenes Agricultores (XXAA), Francisco Bello; y Sindicato Labrego Galego (SLG), Carmen Freire, así como el secretario de Acción Sindical de Unións Agrarias (UUAA), Javier Iglesias, quienes «veían venir» el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) anunciado ayer por Pascual, que en su fábrica de Lugo afecta a sus 155 trabajadores.

LAS PROMESAS DE PASCUAL

Leche Pascual mantendrá la recogida de materia prima en Galicia, donde, pese a haber reducido su volumen de compras desde el pasado verano, sigue adquiriendo entre 9 y 10 millones de litros mensuales, según confirmaron a Europa Press en fuentes del grupo.

La empresa inició las negociaciones con los representantes de los trabajadores para la aplicación de un expediente de regulación de empleo (ERE) de extinción de contrato laboral, que afectará a 225 empleados, de los que 155 corresponden al conjunto del personal de su factoría de Outeiro de Rei (Lugo).

Tras reiterar que mientras no se resuelva el ERE la planta seguirá funcionando «como siempre», fuentes de la empresa insistieron en que «no se va a abandonar la recogida de leche en Galicia». El proceso de tramitación se durará cerca de un mes, plazo establecido para que las partes estudien la documentación, según explicaron fuentes sindicales consultadas por Europa Press.

Una decisión que también comunicó a Europa Press, el gerente de la Asociación de Empresas Lácteas de Galicia (Aelga), Pedro Ramos, quien, además, apeló a la «reflexión» de las administraciones central y gallega, así como de las organizaciones agrarias sobre el hecho «de que una empresa líder como Pascual mantenga sus recogidas pero deje su planta» en la comunidad.

DESCUIDO DE LA ADMINISTRACIÓN

Ramos se preguntó el por qué de que la firma láctea adopte esta decisión. «¿Por qué Galicia? Quizás haya un problema», señaló para afirmar que en la comunidad siempre se ha convertido a la industria lechera «en culpable de todos los males del sector».

El gerente de Aelga defendió que la Administración –en referencia al Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino y Xunta– «tiene que cuidar más a las industrias que tiene en su tierra y no poder dificultades».

En este sentido, advirtió de que, aunque Galicia es la principal zona de producción española, cuenta con una ubicación geográfica alejada de los «grandes mercados» de consumo, de forma que, a su juicio, es preciso lograr una materia prima competitiva para asumir, posteriormente, el traslado de la leche a Andalucía o Cataluña.

Asimismo, señaló la necesidad de que haya una mayor «identificación» entre productores y empresas lecheras a fin de afrontar «el mayor reto que ha tenido el sector en toda su vida». Ramos advirtió de que «no queda mucho tiempo» para solucionar la crisis de este ámbito de producción y, por ello, reivindicó un «entendimiento lo más perfecto posible entre industria, Administración y ganaderos, independientemente de dónde esté su sede».

SÍ HAY MARGEN PARA AYUDAR AL SECTOR

Ramos defendió a Europa Press que existen diversas maneras de ayudar al sector y, en concreto, a los ganaderos. «Cuando una empresa española intenta vender leche fuera de España tiene un montón de dificultades y si en Francia se ayuda al sector ganadero con primas complementarias al precio de la leche, tienen que ser igual de legales aquí», reiteró.

El gerente de Aelga rechazó el establecimiento de subvenciones «de por vida» a los ganaderos, aunque consideró que «ahora habrá que ayudarlos para que sean competitivos». En este sentido subrayó que el productor gallego «es perfectamente capaz de competir con el de otro país», pero lamentó las dificultadas que se les han impuesto.

«Los únicos productores de Europa que tienen que hacer frente a grandes préstamos por compra de cuota son los gallegos, ¿qué hemos hecho mal?», se cuestionó.

MIRAR CADA DESPIDO «CON LUPA»

Por su parte, el responsable de la Federación Agroalimentaria de UGT en Lugo, Fernando Teijeiro, trasladó hoy su respaldo a los 155 trabajadores afectados por el ERE de Pascual y demandó a la Administración que se encargue de su tramitación –Ministerio de Trabajo e Inmigración, dado que el ERE afecta a más de una comunidad autónoma–, que «mire con lupa» este expediente de regulación de empleo.

Así, exigió que defienda «el empleo y no a la empresa» y aconsejó al personal afectado «que se asesore bien».

«FALTA DE SENSIBILIDAD» DEL MINISTERIO

A su vez, el gerente de la Asociación Galega de Cooperativas Agrarias (Agaca), Higinio Mougán, calificó de «previsible» el cierre de la planta de Outeiro de Rei y aseguró haber adelantado esta decisión el 26 de febrero, tras comenzar a recortar sus pedidos en Galicia entre agosto y septiembre del año pasado.

Por ello, lamentó la «falta de sensibilidad» de la administración central, a la que acusó de potenciar una «política absolutamente neoliberal» respecto a este sector, mientras que, recordó, el Gobierno español sí actuó ante los problemas del ámbito bancario y financiero donde «se intervino y se ayudó».

«Es clamorosa la falta de mensajes para el sector lácteo y el neoliberalismo a ultranza de los asesores de la ministra Espinosa», condenó. Asimismo, reprochó que Pascual haya recibido «cientos de millones de euros en subvenciones para su fábrica de Outeiro de Rei» y ahora «anuncie su ERE sin más». A su juicio, la actual situación es «escandalosa».

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