(PD).- Las estimaciones del Banco de España sobre la evolución de la economía no pueden ser más catastróficas. El PIB se derrumbó un 2,9% en el último año, una caída que no se conocía desde 1970.
La situación sigue agravándose como consecuencia de la «pronunciada reducción de la demanda nacional», no hay margen de maniobra para que la política fiscal impulse esa demanda (consumo e inversión), las empresas y los consumidores no se benefician de la reducción de los tipos de interés, las familias han prolongado su «perfil contractivo» por el deterioro del empleo, la demanda exterior retrocede, y el déficit y la deuda seguirán creciendo mientras prevé un «deterioro adicional de las finanzas públicas en 2010».
Es el resumen de las conclusiones del último Boletín Económico del organismo supervisor correspondiente al mes de abril. Con estas previsiones, la entidad que dirige Miguel Angel Fernández Ordóñez señala que la variación trimestral del PIB entre enero y marzo fue del -1,8% mientras que la interanual llegó al -2,9%.La nueva vicepresidenta segunda y ministra de Economía, Elena Salgado, ha anunciado que va a rectificar la última previsión de su predecesor, Pedro Solbes, (realizada en enero) del -1,6% de decrecimiento medio para este año 2009. Hace unos días el Banco de España, y también el FMI, situaron la contracción en el 3%.
Se trata de los peores registros desde hace exactamente 39 años cuando en 1970 el Instituto Nacional de Estadística (INE) comenzó a realizar las series de contabilidad nacional. En todo este periodo, sólo se registraron caídas similares, aunque menores, durante la recesión de 1993, aunque en aquel momento la contracción intertrimestral fue del -1,3% mientras que la anual alcanzó el -2,5%. En tasa interanual, aunque las series estadísticas no son homogéneas, habría que ir hasta 1945 (año en que concluyó la segunda guerra mundial y seis años después del fin de la guerra civil española) para encontrar un deterioro del PIB tan acentuado (fue del -4,5%).
De cualquier forma, lo que nunca se ve, a lo largo de las series históricas retrospectivas, es un agravamiento tan pronunciado en tan poco tiempo. Ese -2,9% de variación anual, que tendrá que confirmar el INE en la información que publicará el 14 de mayo (precisamente un día después de la fecha elegida por Zapatero para realizar el debate del estado de la nación), es 2,2 puntos porcentuales por debajo de la observada en el trimestre anterior (-0,7%). La diferencia con lo que ocurría hace un año (cuando según el Gobierno se producía una leve «desaceleración») es abismal.Hasta marzo de 2008, el PIB crecía al 2,7%, es decir, 5,6 puntos más que ahora.
En tasa intertrimestral, ya se acumulan tres trimestres consecutivos de crecimiento negativo: -0,3% y -1% en el tercero y cuarto de 2008, y ahora el retroceso es hasta el -1,8%, que supera en ocho décimas al anterior. Esto quiere decir que técnicamente la recesión dará pronto paso a un estadio peor, la depresión (etapa del ciclo económico que se caracteriza por una contracción prolongada y fuerte de la demanda agregada, subutilización de la capacidad instalada, y desempleo muy elevado).
En concreto, el Banco de España señala en su informe que el deterioro de la economía se han intensificado como reflejo de una reducción «adicional» de la demanda interna. Según el banco emisor, este componente del PIB, habría tenido un decrecimiento en estos tres primeros meses del año del 4,9%, es decir, casi dos puntos peor que la registrada tres meses antes (hace un año crecía al 2,6%, por tanto el deterioro es de 7,5 puntos).
Para esta entidad, el deterioro del empleo (según la Encuesta de Población Activa en este periodo se destruyeron 766.000 puestos de trabajo mientras el paro creció en 802.800 personas) es la principal causa de que el consumo de los hogares registre tasas negativas de récord (3,3%).
La entidad reconoce que las familias están retrasando sus decisiones de gasto ante la elevada incertidumbre sobre el futuro de la economía y cree que deberán transcurrir «unos trimestres» para que el descenso de los tipos de interés» se traslade a la renta disponible.
El otro componente de la demanda interna la inversión, también empeora, sobre todo la destinada a bienes de equipo, a causa de la falta de confianza de la industria, el empeoramiento del crédito y la menor cartera de pedidos como consecuencia de la mayor caída del consumo.
Por el lado de la oferta, la entidad advierte de la contaminación negativa del sector de los servicios, además de la industria y la construcción, mientras sigue deteriorándose el turismo.
Además, la entidad estima que la contribución del sector exterior al crecimiento del PIB habría disminuido ligeramente, pero seguiría siendo positiva (2,2 puntos). Sin embargo, matiza que «las significativas caídas» del comercio mundial, que han afectado considerablemente a los flujos de exportaciones e importaciones, «dificultan enormemente esta estimación. Por tanto, el INE puede facilitar todavía un dato peor del PIB.
