(PD).- El titular de la jornada en toda la prensa es el aumento de 1.000 afiliados extranjeros más a la Seguridad Social. A priori, puede parecer un dato bueno, dado que nos induce a pensar que el mercado de trabajo se va recuperando. Pero no es así, en absoluto.
Vamos a ver todos los datos de afiliación agrupados por regímenes. Estos datos los vamos a colocar en un cuadro agrupados por regímenes de cotización para facilitar su lectura y están proporcionados por la página de estadísticas de la Seguridad Social.
Como vemos, los datos son demoledores. Entre el régimen general y y autónomos se han perdido 116.000 afiliaciones en un solo mes, el 1,13% de los afiliados a la seguridad social.
Estos datos son para echarse a temblar. El incremento en la cifra de desempleo ya vaticinaba malos datos, pero estos no han sido comentados aún por ninguna nota de prensa. Recordemos que el Plan E, debía comenzar a dar señales en el mes de marzo. Si las está dando, no se repercuten en el mercado de trabajo bajo ningún concepto.
Por otra parte, el dato del incremento de los 1.000 afiliados más extranjeros provienen de la comparación desagregada por nacionalidades del total de contratos en altas. Esta información no es relevante en absoluto para evaluar la evolución de la situación de la Seguridad Social.
No obstante, Fernández Ordóñez si ha analizado estos datos, y vuelve a incidir en la necesidad de reformar el sistema actual de la Seguridad Social. Hay que revisar el Pacto de Toledo y articular medidas adicionales a los sistemas de pensiones u optar por un sistema mixto.
Este ritmo de destrucción de afiliaciones puede provocar un colapso importante antes de final de año como no se pare y remedie de urgencia la actual situación. ¿Dónde se encuentra el límite de tolerancia? No lo sé, pero si miramos los presupuestos de la TGSS podemos realizar una estimación.
A la misma vez, Corbacho vuelve a resaltar que los incrementos en prestaciones, en el caso de realizarlos tienen que ser con cargo a las Comunidades Autónomas. Las autonomías no tienen fuerza financiera para afrontar un año más de desempleo, sobre todo Andalúcía que cuenta ya con más de un millón de parados.
Este tipo de decisiones no se pueden dejar aparcadas para ver como evoluciona la situación macro. El estado de bienestar nos puede saltar por los aires si no se toman las medidas adecuadas a corto plazo. La primera medida: generar empleo estable y duradero, pero claro, para eso se necesita mucha mano izquierda y quizá un poco menos de talante.
