(PD).- Cuando parecía definitivamente cerrada la brecha que mantiene la vieja guardia del PSOE con la estrategia de José Luis Rodríguez Zapatero -más allá de las declaraciones más o menos ácidas de veteranos socialistas cómo Joaquín Leguina o Juan Carlos Rodríguez Ibarra- el asalto ruso a la petrolera Repsol ha puesto de manifiesto las diferencias que destacados antiguos dirigentes del PSOE protagonizan con el jefe del Ejecutivo.
Cuatro destacadísimos socialistas pertenecientes a lo que Rodríguez Ibarra definió con ironía como Viejo Testamento se han posicionado, unos en público y otros en privado, radicalmente en contra de la entrada de Lukoil en Repsol, según informa lanacion.es.
El primero, el ex presidente Felipe González, ha exigido directamente a Zapatero que impida la operación. Otros dos, Javier Solana y Joaquín Almunia, no han ocultado su preocupación por la misma. Y el cuarto, el actual vicepresidente económico, Pedro Solbes, guarda un significativo silencio.