BBVA divide su patrimonio inmobiliario

BBVA divide su patrimonio inmobiliario

(PD).-Con el objetivo de abrir la venta a mayor número de inversores, el BBVA divide su patrimonio inmobiliario en pequeños lotes. No obstante, dos grandes inversores se han mostrado interesados en la totalidad de los activos.

Según Expansión, BBVA avanza en el proceso de venta de sus sucursales y varios inmuebles. El pasado viernes finalizó el período en el que los inversores interesados en adquirir uno de los lotes en venta –30 edificios y 1.288 oficinas– podían formular ofertas no vinculantes.
Hasta finales de noviembre, estos potenciales compradores tendrán tiempo para obtener más información y decidir si lanzan una oferta ya vinculante. BBVA ha tenido que planificar esta venta teniendo muy en cuenta las circunstancias del mercado inmobiliario y de los mercados financieros. Por este motivo, los 40 lotes en los que se dividía su patrimonio inmobiliario en venta se han subdividido, a su vez, en paquetes más pequeños.
El objetivo es abrir las opciones de compra también a inversores de tamaño medio, que puedan desembolsar por un grupo de inmuebles alrededor de 40 millones o 50 millones de euros, como confirman fuentes cercanas a la operación. Bajo las actuales condiciones de mercado, las posibilidades de lograr una financiación muy apalancada en este tipo de operaciones se reducen, por lo que BBVA ha querido abrir más el abanico de compradores.
Esta estrategia no significa que, necesariamente, los inmuebles vayan a quedar muy difuminados entre distintos inversores. En el proceso de captación de ofertas, al menos dos compradores se han interesado por la totalidad de los lotes. Además, según fuentes cercanas a la operación, dos fondos soberanos –uno de ellos árabe– también han pujado por una parte significativa de estos edificios y oficinas. En total, BBVA habría recibido “más de ocho ofertas no vinculantes” en el proceso, señalan las mismas fuentes.
El proceso de venta, que ha sido bautizado como Proyecto Árbol por la entidad, se basa en un modelo clásico de sale & leaseback (venta con posterior arrendamiento). Es decir, tras la venta, BBVA se quedará como arrendatario en los inmuebles por un plazo que oscila entre los 25 y 40 años. Para el comprador se trata, por tanto, de una inversión segura, como un bono, respaldado por BBVA.

De este planteamiento, la entidad han excluido algunos edificios que pretende ocupar por un período más limitado de tiempo, denominados como inmuebles “de valor añadido”. En este caso, BBVA quedará como arrendatario por un período que oscila entre 1 y 4 años. Este tiempo permitirá a los inversores esquivar el actual parón del mercado inmobiliario en España.

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Autor

Luis Balcarce

De 2007 a 2021 fue Jefe de Redacción de Periodista Digital, uno de los diez digitales más leídos de España.

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