La subida real de la luz ha sido del 16,6%, el triple de lo dicho por Sebastián

(PD).- El recibo de la luz ha subido desde el pasado 1 de julio una media del 16,6% para 22 millones de pequeños consumidores.

Este espectacular incremento, anunciado ya en estas páginas a finales de junio, ha quedado demostrado en las miles de facturas que están emitiendo las compañías eléctricas y que, ante el asombro de los consumidores, contienen un aumento de los precios que triplican el 5,62% anunciado por el Ministerio de Industria.

Como explica Javier González Navarro en ABC, su titular, Miguel Sebastián, anunció en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros del día 27 de junio que la subida media de las tarifas para los consumidores domésticos sería del 5,62% y del 4,7% para las grandes industrias a partir del 1 de julio.

Sin embargo, los recibos de la luz que están llegando a los hogares y pequeñas y medianas industrias dejan en evidencia los cálculos de Sebastián.

Así se puede ver en la imagen que acompaña a esta información y que reproduce el recibo de un hogar tipo cogido al azar, con una tarifa 2.0.2 (13,6 millones de contratos) y 4,4 kW de potencia. En él se puede comprobar cómo la energía consumida hasta el 30 de junio costaba 9,2834 céntimos de euros por kWh y, desde el 1 de julio, 10,7994 céntimos.

Lo mismo con otras tarifas
Tras repasar varias veces la operación con distintas calculadoras, vemos que el incremento es del 16,33%. No obstante, Industria ha debido utilizar otras fórmulas matemáticas porque, según anunciaron en su día, la subida para la tarifa 2.0.2 es del 7,33%.

Algo parecido sucede con el resto de las tarifas de los pequeños consumidores. La 2.0.1 (entre 1 kW y 2,5 kW de potencia) se ha encarecido en la práctica un 18,99%, aunque los cálculos de Industria preveían un aumento del 5,5%. La tarifa 2.0.3 (entre 5 kW y 10 kW) ha subido realmente un 14,5%, frente al 8,34% que decía el Ministerio.

En este punto cabe recordar que cuando la Comisión Nacional de Energía (CNE) propuso a mediados de mayo una subida del 11,3% para los precios de la luz a partir del 1 de julio, las asociaciones de consumidores y la mayoría de los partidos políticos pusieron el grito en el cielo.

El propio presidente Zapatero declaró el día 1 de junio a la cadena Ser que las tarifas se incrementarán «razonablemente» y se comprometió a que el aumento «se acercará más a la subida del IPC» (4,7% entonces) que a la propuesta de la CNE.

Otras dos promesas anunciadas «a bombo y platillo» por el ministro relacionadas con el recibo de la luz y que también están quedando en evidencia son la creación de la denominada tarifa social y la gratuidad de los primeros 12,5 kW de consumo.

Como puede observarse en el recibo de la imagen, aunque el consumo en ese hogar alcanza los 424 kW/h, no se han descontado los 12,5 kW gratuitos, sino la parte proporcional de esos 12,5 kW en un mes.

En este caso, sólo 7,88 kW, que corresponden a 19 días de julio.
Miguel Sebastián llegó a decir, seguramente asesorado por los mismos que le calcularon el incremento medio de las tarifas, que esos 12,5 kW gratuitos «representan el 10% del recibo». Si miramos de nuevo la factura de la imagen, esos 12,5 kW sin coste no sólo suponen el 3% del consumo total de ese hogar tipo, sino que sobre un importe de 56,39 euros, el descuento es de 0,85 euros.

La tarifa «fantasma»
Respecto a la tarifa social, a la que podrán acogerse aquellos consumidores con una potencia contratada de hasta 3 kW, poco puede decirse, ya que todavía ninguno de los 3,6 millones de potenciales usuarios ha podido acogerse a la misma, según han confirmado a este periódico las compañías eléctricas consultadas.

Esto se debe a la complejidad del proceso, que perjudicará notablemente su posible éxito. Las mencionadas empresas están informando a los potenciales clientes, a través de los recibos, sobre la posibilidad de acogerse a esa tarifa y, al día de hoy, apenas si han recibido unas pocas decenas de solicitudes.

Pasos a seguir
En cualquier caso, si un ciudadano tiene contratada una potencia de hasta 3 kW, lo que le obliga a apagar la televisión y el ordenador si quiere calentar algo en el microondas, y quiere beneficiarse de la tarifa social, lo único que tiene que hacer es lo siguiente:
Primero, pedir por escrito a su compañía eléctrica que le instale un ICP que, como todo el mundo sabe, es un interruptor de control de potencia.

Estos aparatos se están instalando en las viviendas nuevas, pero no existen en las que tienen más de diez años.

Segundo, y transcurridos unos meses, ha de rellenar una solicitud (el modelo apareció en el BOE del 28 de junio, en la página 28.747) y enviarla a su compañía suministradora, acompañada del certificado de empadronamiento del titular del domicilio y de la declaración responsable del mismo (el modelo figura en la página 28.749 del citado BOE) sobre la veracidad de la documentación presentada.

Tercero, esperar pacientemente a que la compañía distribuidora envíe toda la documentación a la Comisión Nacional de Energía, en el número 47 de la madrileña calle de Alcalá (28.014). La aplicación de la tarifa social se realizará el primer día del mes siguiente a la recepción completa de la documentación.

Otra cuestión que deben de tener en cuenta los clientes de la tarifa social es que si bien no les facturarán el término potencia, el precio del kWh consumido será el más caro de todas las tarifas, la 2.0.1 (10,9612 céntimos el kWh).
Finalmente, recordar que la facturación será mensual a partir del próximo mes de septiembre.

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