(PD).-Die Welt y The Economist se hacen eco de la crisis económica española. “Se acerca el fin de la edad dorada para los bancos españoles”, titula el conservador Die Welt mientras que The Economist muestra como el boom del ladrillo español se ha diluido como un azucarillo: “Para algunos bancos, el auge inmobiliario español se está deshaciendo demasiado rápido”.
“Se acerca el fin de la edad dorada para los bancos españoles”. Habiendo evitado en gran parte la crisis financiera en Estados Unidos, los institutos comienzan ahora a tener dificultades por el fin del boom inmobiliario español”, escribe el diario alemán.
“Cuando el negocio con créditos inmobiliarios de alto riesgo se cobró sus primeras víctimas entre los institutos de crédito, los banqueros españoles se recostaron tranquilamente en sus sillones. ‘Nunca hemos realizado este tipo de negocios y, en consecuencia, tampoco corremos peligro de sufrir pérdidas’, explicó con seguridad en sí mismo Miguel Martín, presidente de la Asociación Española de Banca (AEB).
En efecto, durante los diez años de boom inmobiliario en la Península Ibérica, los institutos financieros españoles no tuvieron necesidad de involucrarse en arriesgados productos de inversión en Estados Unidos. ‘Los volúmenes de crédito crecieron año tras año a un veinticinco por ciento. Todos querían tener dinero para construir. Así pues, las inversiones estructuradas en Estados Unidos no nos interesaban en absoluto’, dice un banquero. Pero ahora el estallido de la burbuja especulativa en el sector inmobiliario español exige su propio tributo, constituyendo así la variante española de la crisis financiera”.
The Economist en su editorial habla de que para «algunos bancos, el auge inmobiliario español se está deshaciendo demasiado rápido”.
“En medio de una crisis financiera sumamente moderna, es fácil caer en la melancolía ante un enfoque bancario de toda la vida. Gracias en gran parte a una estricta regulación, los bancos españoles están siendo acertadamente aplaudidos por el modo en el que han esquivado los derivados crediticios tóxicos y las oscuras exposiciones fuera de balance.
No obstante, les está resultando mucho más complicado evitar el achacoso mercado inmobiliario español. Las cifras son increíblemente sombrías. Las ventas de viviendas en España han caído en enero un 27% en relación con el pasado año. Los datos más recientes muestran que las licencias de construcción de viviendas se desplomaron aún más. También ha caído la construcción de nuevas viviendas”.
“A los funcionarios españoles les gusta hacer halagadoras comparaciones entre su ralentización inmobiliaria y el desbarajuste estadounidense de las hipotecas subprime. Desde luego, la política de préstamos española ha sido más conservadora. Por norma general, la relación entre el préstamo y el valor no superaba el 80%. Incluso se pedía a los prestatarios que presentasen documentos que acreditasen sus ingresos, entre otras cosas. Los bancos carecían de las líneas de productos más arriesgadas de los prestamistas hipotecarios británicos y estadounidenses. Sin embargo, no todos los aspectos de la comparación benefician a España. Las inversiones en vivienda supusieron el 10% del PIB español en 2007, en contraste con el 6,5% en Estados Unidos”.
“Las estimaciones españolas de crecimiento se están revisando a la baja con tanta rapidez como se tarda en pronunciar ‘apartamentos en primera línea de playa’. El Banco central ha rebajado su previsión de crecimiento del 3,1 al 2,4% para este año. Mucho más optimista que la previsión del FMI del 1,8%. El Gobierno socialista, que está más preparado para reconocer la magnitud del problema ahora que ya ha ganado las elecciones del mes pasado, ha anunciado a principios de este mes un paquete de estímulo fiscal de 22 mil millones de euros”.
“Aun así, si hay un fuerte aterrizaje, es probable que, por dos razones, las cajas de ahorro españolas sean más vulnerables que los bancos comerciales. Primero, están menos diversificadas geográficamente. Segundo, las cajas de ahorro están más expuestas a la inestabilidad de los promotores inmobiliarios”.
