(PD / Agencias).- Cuentan los días que faltan para su Primera Comunión, y los padres no los quieren defraudar. Por eso, no reparan en gastos. «Unos 2.000 y algo, y con poquita gente. Pero tiene que llevar un vestido bonito y el que ella escoja. Cueste lo que cueste», comenta una de las madres que está preparando la comunión de su hija.
Unos 450 euros por el vestido y los complementos. Otros 300 euros del reportaje fotográfico y suma y sigue. A pesar de la crisis económica, el coste total ronda los 3.000 euros. «Siempre procuras darle lo mejor que puedes. Es su día más feliz», apunta otra de las madres. Los clásicos recordatorios han pasado al olvido. Ahora, a los invitados se les dan regalos como unas cámaras submarina o camisetas. Para ahorrar, se evitan las grandes comilonas y se tiende más a los caterings. Un día que permanecerá en la memoria de los niños y también en el bolsillo de sus padres.
