Este es un artículo publicado por el autor el 26 de mayo de 2016 en ALBACETE CAPITAL DIARIO en su columna El Catalejo.
Según el artículo del 6-5-2016 “7 principios para un ambiente laboral inspirador”, del grupo Sodexo (Líder mundial en Servicios de Calidad de Vida), se dice que “nuestra realidad actual se llama Vuca”, el nuevo concepto de moda que describe que el nuevo escenario mundial es volátil, incierto, complejo y ambiguo (en inglés: volatility, uncertainly, complexity & ambiguity). Se habla de un mundo real donde: a) El cambio es trepidante, b) La sobrecarga de información constante, y c) El rendimiento laboral una obsesión, que todo unido exige a los líderes y directivos a crear lugares de trabajo que sepan aprovechar esta mentalidad Vuca que describe ‘la nueva era conceptual’.
¿A qué nos enfrentamos?
Dicen en Sodexo que las exigencias a las que cada día más se enfrentan estos líderes, directivos y trabajadores del conocimiento son: i) Saber anticipar el poder de los nuevos retos, ii) comprender las consecuencias de las acciones, iii) apreciar la interdependencia de las múltiples variables, iv) preparar realidades alternativas, y v) ser dueños de nuestras propias transformaciones e incluso de las interrupciones.
¿Quiénes triunfarán en Vuca?
En ‘la nueva era conceptual’, descrita por Vuca, triunfarán aquellos que sepan guiarse desde el hemisferio derecho de su cerebro, por su: l) capacidad de empatía, ll) de reconocer patrones, lll) discernir nuevos significados, lV) crear narrativas, V) trabajar y jugar juntos, pero con un buen equilibrio del hemisferio izquierdo: j) la fuerza física, jj) la atención a los detalles, y jjj) la seguridad del conocimiento. El éxito estará en manos de aquellos que cultiven el equilibrio de toda su mente, es decir un pensamiento que favorecerá la innovación, la creatividad y la productividad buscada por todas las empresas.
El diseño para humanizar el lugar de trabajo
Pero la pregunta es: ¿Cómo una empresa puede crear un entorno laboral donde reine el lado derecho del cerebro para que la calidad de vida inspire a las personas para maximizar la productividad? La respuesta es: hay que humanizar el lugar de trabajo: las oficinas, las sedes y las salas de coworking, de manera significativa y convincente. “Los principios de diseño” que han de impulsar la construcción de estos nuevos espacios laborales han de surgir de la misión y visión de una marca: del porqué de la empresa. En todas las compañías, grandes o pequeñas, hay áreas que pueden ayudar y guiar en esta transformación, así como líderes con influencia para hacer realidad esta ‘humanización del lugar de trabajo’.
Siete principios para aumentar la calidad de vida de los empleados
Sodexo afirma que la Calidad de Vida juega un papel importante en el desempeño de las organizaciones, y en el apartado “Humanizar el lugar de trabajo: Usar los principios del diseño para inspirar al pensamiento en el lugar de trabajo”, de su informe Tendencias en el Entorno Laboral 2016, completa la respuesta a la anterior pregunta con 7 principios imprescindibles para crear empresas donde la Calidad de Vida inspire a sus empleados, antesala de la productividad.
1) El juego, un asunto muy serio para estar más motivados: –Jugando, aprendemos sobre el riesgo y la recompensa, sobre el valor de la confianza y sobre el fracaso. –En juego en grupo, aprendemos sobre los estilos de personalidad de nuestros compañeros, a comunicarnos y a comprendernos, lo que no solo humaniza el lugar de trabajo, sino que nutre la imaginación, mejora la productividad y aporta sensación de plenitud con lo que hacemos. –Los empleados participantes en una actividad divertida afirmaron estar más motivados para trabajar con más ahínco, sintiéndose más productivos, creativos y valorados: lo que nutre el compromiso y la confianza de los empleados.
2) Mindfulness (meditación), una necesidad para la mente. La práctica de la atención plena (meditación) vive en la actualidad un auge imprescindible ante la realidad Vuca. –La tendencia en las oficinas a reducir los espacios privados impulsa la necesidad de tener más tiempo de tranquilidad y privacidad. –No es solo que las oficinas sean espacios abiertos donde es fácil distraerse, lo que interfiere en nuestra concentración. –Además, nuestras vidas son cada día más complicadas, lo que provoca interminables diálogos internos agotadores, que desvían nuestra atención y nos hacen improductivos. –En consecuencia, la práctica de mindfulness o meditación, incluso durante períodos muy cortos, favorece la paz interior, expande nuestra capacidad de concentración, mejora nuestro juicio y nos permite comunicarnos con mayor claridad.
3) Pierde el equilibrio. –El mito del ‘equilibrio vida personal y laboral’ domina los medios de comunicación y nuestras supuestas necesidades, creándonos un estrés adicional. –El problema es que nuestra búsqueda de equilibrio o conciliación parte de un proceso de pensamiento de suma cero, donde tiene que haber un ganador y un perdedor. –En cambio, los mejores resultados se consiguen cuando el objetivo es equilibrar nuestras necesidades y responsabilidades personales y profesionales: no se descuida nada importante. –Esta es la vía para que disminuya el estrés, mientras que la solución a menudo son los horarios flexibles.
4) Repiensa el conocimiento. –Hoy las empresas dependen más que nunca de grandes volúmenes de datos (Big Data), pero en la nueva era conceptual la creciente brecha entre saber y comprender pondrá a prueba por qué, cómo, cuándo y dónde trabajamos. –Los lugares de trabajo, las empresas, han de inspirar optimismo, curiosidad, empatía, diálogo… –En síntesis, facilitar y apoyar las capacidades humanas únicas de sintetizar información, cambiar perspectivas, reconocer patrones e imaginar posibilidades totalmente nuevas.
5) Reconoce el reconocimiento. –Multitud de estudios demuestran que una vez que la compensación es equitativa y justa, los empleados valoran el reconocimiento personal por encima del beneficio económico. –Así pues, en la sociedad del conocimiento y en Vuca, los profesionales han de ser reconocidos por correr riesgos y no tanto por ir a resultados seguros. –Cuando las personas tienen miedo de atreverse, juegan a lo seguro, lo que socava la creatividad, la productividad y el crecimiento económico.
6) Desdibuja la organización. –Si los objetivos de una empresa son la innovación, el crecimiento y el éxito sostenible, entonces los silos tradicionales, las jerarquías y los modelos de mando y control, son la antítesis de lo que se requiere para tener éxito. –Desdibujar las líneas organizativas y permitir a la gente una “polinización cruzada” será una gran ventaja a la hora de desarrollar el próximo objetivo. –Los entornos de trabajo eficaces eliminan los silos departamentales que tradicionalmente han comandado y controlado el pensamiento.
7) Crea lugares, no espacios: –Las culturas más productivas evolucionan creando sus propias formas, lo que obliga a los líderes a establecer la visión y la dirección. –Crear lugares, no espacios, será la diferencia entre promover o disuadir la colaboración, así como entre fomentar o entorpecer el logro de metas y ambiciones de una empresa.
Relaciones personales
Cada vez serán menores las interacciones humanas en el lugar de trabajo debido a: los grandes volúmenes de datos (big data) que existirán, la magia de los algoritmos (para solucionar problemas), la inteligencia artificial y la automatización creciente de todas las cosas. Sin embargo, a) la capacidad de trabajar en equipo, b) la empatía para entender matices sutiles, c) razonar, y d) evaluar e imaginar lo inimaginable, refuerzan la necesidad de establecer relaciones personales y profesionales en los negocios.
En esta ‘nueva era conceptual’, hija de Vuca, las personas siguen siendo el mejor activo, pero para que den lo mejor de sí mismas, las organizaciones han de desarrollar ‘ambientes humanizados’, porque ‘el compromiso de los trabajadores con la empresa’ consiste en que: 1) Es una prioridad para ellos dar lo mejor de sí mismos, 2) No tengan inconveniente en aportar valor añadido a un proyecto en el que creen, y 3) Estén satisfechos de su trabajo.
©Juan-Ramón Moscad Fumadó
Economista UNED
Almansa. @jmoscad
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