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Juan Ramón Moscad Fumadó

Pepe «el Yeclano», herrero mecánico y artista de forja y maquetas. 38ª Semblanza de Almansa

José Marco Guevara, más conocido por «Pepe el Yeclano», ha sido un herrero mecánico de una pieza, trabajador infatigable en el «Taller de los Boteros» donde se jubiló tras una vida entregada a la empresa y al oficio que de verdad le atraía. Quizás el éxito de la persona esté en hacer lo que de verdad le atrae y le gusta. También conoceremos dos momentos importantes de su vida: su trabajo en el «Taller de Bombas» durante la pasada Guerra Civil y su perfil de artista inédito en la realización de maquetas y figuras de forja.

1-Lo de ser herrero, ¿a qué se debe? ¿Es cosa de familia?
He sido herrero mecánico por afición y de nacimiento. A los 10 años me llevaron de aprendiz carpintero con Víctor Baeza pero, a los pocos días, me marché y entré en el Taller de Los Boteros, que era lo que de verdad me gustaba. Y allí he estado toda mi vida hasta la jubilación. En mi familia no había ningún precedente de herrero mecánico.

2-De joven y durante la Guerra Civil española estuvo trabajando con otros metalúrgicos en la “Fábrica de Bombas”, situada en la calle Alicante en el cruce con la calle Clavel de nuestra ciudad. Cuéntenos lo que allí hacían.
Hacíamos bombas para la aviación de 100 y 25 Kg. y obuses más pequeños para morteros. El material venía de la fundición de Ibi y nosotros, una vez mecanizado, lo enviábamos a la Subsecretaría de Armamento de Valencia.

3-¿Cuántas personas trabajaban allí y quién dirigía esa fábrica o taller?
Había 3 turnos de una media de 12 o 15 trabajadores. En total casi 50 jóvenes -chicos y chicas- militarizados, sin conocimientos mecánicos para esa clase de trabajo a los que había que enseñar. Con 17 años yo era de los más veteranos y monitor de los demás.
Esta fábrica de bombas la dirigían Alejo Rico, Francisco Megías y algún otro dirigente local de la UGT.

4-¿Puede citarnos algunos talleres y herrerías más importantes en Almansa?
Talleres militarizados que trabajaban para el Ejército Republicano había dos: «Los Boteros» (que desde Valencia le concedieron la exclusiva para reparar material y vehículos militares) y «Garaje Madrid». Después había otros para necesidades domésticas y agrícolas como:

5-¿Cómo recuerda esta etapa de su vida?
Esta etapa de 1936 a 1939 la recuerdo como cualquier joven con afán de aprender y trabajar en su oficio. Nuestro trabajo nos libraba de ir al frente. La paga era pequeña como la de un militar; disponíamos de un pequeño economato pero, la realidad era que se pasaba mucha hambre en todas las familias, debido a la escasez de alimentos.

6-De vuelta al taller de «Los Boteros», ¿cuáles eran las tareas más frecuentes de un herrero?
Cualquier trabajo de mecánica, forja, cerrajería y de fontanería. A mí me gustaba poner en marcha y reparar toda clase de máquinas de confiterías, fábrica de harinas y cosechadoras del campo.

7-El tiempo y los adelantos han hecho evolucionar todas las profesiones, ¿cómo fue la adaptación de los herreros a los nuevos tiempos?
«Los Boteros» en varias generaciones fueron evolucionando de más a menos, al ir apareciendo más especialidades y más talleres. Se ha ido cumpliendo el refrán que dice «quien mucho abarca, poco aprieta».

8-¿Hasta cuántos trabajadores llegó a tener su taller?
Hasta 80 empleados. Incluso se reparaban vagones del ferrocarril pero cuando en Játiva se montó una factoría muy grande, ésta absorbió el trabajo que se venía haciendo en el taller de la estación de «Los Boteros».

9-¿Cree que es una profesión con futuro?
Yo no la veo con mucho futuro respecto al número de trabajadores. Pero, claro, hoy se trabaja de otra manera, con más máquinas que lo hacen prácticamente todo y se exige menos mano de obra. También se emplean nuevos materiales como el aluminio o el pvc. Esta profesión ha cambiado bastante.

10-¿Qué herramientas son las fundamentales en esta profesión?
Las herramientas más usadas son martillos, limas, sierras, cortafríos, cizallas, aparato de soldar y las de la fragua.

11-Siendo un trabajo bastante duro, ¿cuáles son las enfermedades y secuelas más frecuentes?
La pérdida de visión (que es lo que yo ahora mismo padezco) debido a los trabajos de soldadura y de fragua; y otros musculares, golpes y accidentes sobre todo en los dedos de la mano.

12-¿Qué valores y virtudes atribuye a la profesión de herrero?
El principal valor es la ilusión y sentir el oficio. Después ayuda mucho tener pulso, sentido de las proporciones, observación y pensar mucho la mejor solución en los problemas que las averías plantean.

13-¿Qué piensa del refrán «En casa del herrero cuchara o cuchillo de palo»?
Le añadiría a este refrán la coletilla «…para el que no sirve ni aprovecha como herrero».

14-¿Cómo explica su longevidad de 93 años en un trabajo tan duro y exigente físicamente?
En realidad mi trabajo no ha sido tan duro pues lo desempeñaba en el banco, en el torno, con la lima, y en reparaciones de poca fuerza física. Mi trabajo era el de un «manitas» por así decir. Algunas obras de forja se pueden ver en las puertas de hierro del Castillo, la barandilla de la Plaza de san Agustín y en la barandilla de la Plaza La Fuente del León.

15-¿Qué aficiones ha practicado? Me ha gustado mucho caminar y pasear por el campo, algo de lo que ahora estoy impedido. Pero lo que me ha proporcionado muchas satisfacciones es la realización de decenas de maquetas (de iglesias, diferentes tipos de casas, torres, arcos, puertas, castillos, catedrales, muralla china y monumentos más emblemáticos del mundo) y numerosas figuras pequeñas de forja (quijotes, relojes, pozos y marcos de cuadros). Mi casa es un verdadero museo.

Pepe «el Yeclano», ¡toda mi admiración por tu vida de trabajo y por tu «pequeño gran museo» al que espero y deseo que todos los almanseños algún día puedan contemplar. Y admirar todo el arte que llevas dentro y nos has regalado!

Cyrano de Bergerac, 20 de Diciembre de 2013.

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Autor

Juan Ramón Moscad Fumadó

Ing. Técn. Industrial, Diplomado Empresa y Licenciado en CCEE y EE. Valencia. Tutor de Uned de Almansa. Ha trabajado en CTNE Barcelona y en Citesa (Alicante). Desde 1981 trabajó en la Central Nuclear de Cofrentes (Iberdrola) hasta 2014. Ha escrito libros de relatos: "Viajar es un placer, pero, viajar también te escalda" y "Stada Nova: La fórmula" en Editorial Trafford (Canadá), entre otros. Ha editado su CD "OTRAS FORMAS DE AMOR", como cantautor, etc

Juan Ramón Moscad Fumadó

Ing. Técn. Industrial, Diplomado Empresa y Licenciado en CCEE y EE. Valencia. Tutor de Uned de Almansa. Ha trabajado en CTNE Barcelona y en Citesa (Alicante). Desde 1981 trabajó en la Central Nuclear de Cofrentes (Iberdrola) hasta 2014.  Ha escrito libros de relatos: "Viajar es un placer, pero, viajar también te escalda" y "Stada Nova: La fórmula" en Editorial Trafford (Canadá), entre otros. Ha editado su CD "OTRAS FORMAS DE AMOR", como cantautor, etc

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