Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

Crisis Qatar-Arabia Saudí: algunas reflexiones

La (última) crisis entre Qatar y Arabia Saudí (y sus aliados) ha alcanzado una virulencia no conocida hasta ahora. La crisis ha alcanzado su punto extremo cuando Arabia Saudí ha acusado a Qatar de financiar el terrorismo para después, junto a sus aliados, cortar el acceso a Qatar por el espacio terrestre, marítimo o aéreo de sus Estados. ¿Qué razones hay detrás de esta crisis entre dos países que comparten la misma ideología (el islamismo wahabita)?
@Desdelatlantico.

I. ARABIA SAUDÍ, POTENCIA DOMINANTE DE LA PENÍNSULA ARÁBIGA
Basta ver un mapa para constatar que Arabia Saudí ocupa una posición geopolítica dominante en la Península Arábiga.

Dejando al margen el hecho (ciertamente muy importante) de que en su territorio se hallan dos lugares clave de la religión islámica (Meca y Medina), es un hecho que Arabia Saudí constituye el centro gravitatorio geopolítico de la zona. Por eso mismo, su fuerza de gravedad se proyecta, primariamente, sobre los Estados que están en su periferia. Basta a estos efectos recordar dos datos recientes:
– la intervención militar saudí en Bahrein en marzo de 2011
– la guerra de la coalición liderada por los saudíes contra la resistencia huzí en Yemen desde 2015 hasta hoy.

II. LA ESTRATEGIA DE INDEPENDENCIA DE QATAR
Económicamente, Qatar es un país rico, pues tiene petróleo pero, sobre todo, gas.
Culturalmente, Qatar comparte con Arabia Saudí la ideología islamista wahabita.
Militarmente, los príncipes que han dominado Qatar desde antiguo, conscientes de su debilidad, han buscado formas de mantener su autonomía. Frente al imperio otomano, se decidieron por someterse al protectorado británico. Luego, Qatar se sumó inicialmente a la federación de los Emiratos Árabes Unidos, pero pronto se salió de la misma manteniendo una alianza con Gran Bretaña.
Tras la invasión iraquí de Kuwait y la primera guerra del Golfo (1991), Qatar decidió buscar el apoyo de los Estados Unidos autorizando el establecimiento de una gran base militar en su suelo.
La invasión de Kuwait por Iraq puso de manifiesto la posibilidad de que un Estado vecino de la región invadiera a otro.

En este contexto, además de su alianza militar con los Estados Unidos, Qatar desarrolló una estrategia de supervivencia doble.
Por un lado, impulsó la primera gran televisión del mundo árabe, Al Yasira, que dio a Qatar un enorme poder de influencia.
Por otro lado, Qatar, país rico, no escatimó apoyo económico, a grupos islamistas, y/o terroristas en diversos lugares del mundo árabo-musulmán para intentar situar a fieles peones o a aliados en esos países. Ejemplo de ello fue el apoyo a Mohamed Mursi en Egipto… que fue contrarrestado por Arabia Saudí apoyando el golpe de Abdul Fatah al-Sisi para destituir a Mursi….
Estos son los datos para entender el apoyo de Qatar al terrorismo, secreto a voces al que he aludido ya en este blog. Apoyo, por cierto, que Arabia Saudí, en mayor medida que Qatar, también da al terrorismo.

III. LAS VERDADERAS CAUSAS DE LA CRISIS ENTRE QATAR Y ARABIA SAUDÍ
En mi opinión, hay que tener presentes estas circunstancias para entender lo que hay detrás de la crisis entre Arabia Saudi y Qatar.

1. La intervención en Siria
Tanto Qatar como Arabia Saudi intervinieron en Siria (y otros lugares) apoyando a grupos islamistas y terroristas. Ni qué decir tiene que esa intervención NECESITABA el visto bueno previo de los Estados Unidos y del Reino Unido. El objetivo era conseguir a través de sus «marionetas» (proxies) un apoyo político para el respectivo régimen que los maneja.
En el caso de Qatar,la intervención tenía el objetivo fundamental de intentar colocar un gobierno aliado (no olvidemos que uno de las causas de la guerra fue la negativa del gobierno de Bashar al Assad de permitir el paso por Siria de un gasoducto desde Qatar al Mediterráneo).
En el caso de Arabia Saudí, sin embargo, el objetivo último era debilitar a un enemigo (el propio gobierno de Siria e Irán).

2. La derrota militar en Siria.
Aunque la guerra de Siria, desgraciadamente, no ha terminado aún, se han producido acontecimientos importantes (sobre todo, la victoria del gobierno sirio en Alepo) que convierten en prácticamente imposible la hipótesis de una victoria de los «rebeldes» (o sea, los islamistas apoyados por Qatar y Arabia Saudí, además de Turquía).
Ante este nuevo escenario, Qatar y Arabia Saudí han diseñado dos estrategias distintas.
– Para Qatar, ante la derrota en Siria, la decisión que mejor responde a sus propios intereses era buscar un acuerdo con Irán. Dicho acuerdo les permitiría evitar una salida vergonzante del avispero sirio y además recibir a cambio garantías iraníes contra los Saud. No olvidemos que el objetivo fundamental de Qatar en esta guerra era colocar a un aliado en Damasco más que destruir a un enemigo.
– Sin embargo, la posición de Arabia Saudi es inversa: si para Qatar un pacto con Irán puede ser una garantía contra una invasión saudí… para los saudíes la destrucción de Irán es un paso previo necesario para expandirse por la Península arábiga. Por eso mismo, para los saudíes la lucha por colocar a una marioneta en Siria es absolutamente necesaria para destruir Irán. Y por eso mismo, y a diferencia de Qatar, Arabia Saudi no quiere pactar el fin de la guerra siria, sino continuarla.

IV. LA POSICIÓN DE LOS ACTORES RELEVANTES EN LA REGIÓN
En esta crisis juegan también un papel muy relevante dos actores: Israel y los Estados Unidos de Norteamérica.

1. La posición favorable a los saudíes de Israel
En la crisis entre Qatar y Arabia Saudí, Israel se ha alineado al lado de la última. Nadie debiera sorprenderse de ello.
Que Israel tiene una alianza non sancta con Arabia Saudí es algo sabido. Basta recordar la colaboración cuadrangular Israel-Arabia Saudí-Estados Unidos-talibanes durante la guerra de Afganistán contra los soviéticos.
Pero en el caso de Israel hay un factor adicional. Mientras los saudíes apoyan a la Autoridad Palestina, los qataríes apoyan a Hamas (el «Movimiento de Resistencia Islámica», movimiento islamista, sí, aunque no wahabita). No es ningún secreto que para Israel la Autoridad Palestina es mucho más «cómoda» que Hamas. Y dado que Hamas renunció (o fue presionado para renunciar) al apoyo sirio al comenzar la guerra de Siria, si perdiera ahora también el apoyo de Qatar, Hamas quedaría herido de muerte.

2. La posición favorable a los saudíes de los Estados Unidos.
Parece razonable la tesis de que esta crisis fue diseñada durante la visita del presidente norteamericano Donald Trump a Arabia Saudí e Israel. Con el multimillonario contrato firmado parece que los saudíes compraron el apoyo de los Estados Unidos a su política anti-iraní. En ese contexto, un eventual pacto de Qatar con Irán resultaba inaceptable para los saudíes. Pero una acción tan hostil como la que ha tomado Arabia Saudí no podría ser posible sin el visto bueno de los Estados Unidos, aunque fuera porque en Qatar existe la mayor base norteamericana en la región.
Ese visto bueno se dio en la tarde de hoy con dos tuits de Trump:

So good to see the Saudi Arabia visit with the King and 50 countries already paying off. They said they would take a hard line on funding…
6:36 – 6 jun. 2017

…extremism, and all reference was pointing to Qatar. Perhaps this will be the beginning of the end to the horror of terrorism!
6:44 – 6 jun. 2017

Resulta escandalosamente cínico manifestar que Arabia Saudi le dijo que «iba a adoptar una posición firme contra la financiación del extremismo»… y que ello era una referencia… ¡¡¡a Qatar!!! cuando Arabia Saudí aporta más dinero que Qatar a ese extremismo.
Pero el hecho relevante no es tanto el cinismo de la afirmación, cuanto que esa afirmación supone un aval a la acusación saudí.

3. La posición previsiblemente favorable a los qataríes de Turquía
Turquía no está en absoluto interesada en que la maniobra saudí triunfe. De hecho, la intervención turca en Siria fue dirigida, precisamente, a conseguir un gobierno islamista, sí, pero cercano a Turquía y no a Arabia Saudí o Qatar. En el mundo islámico sunní, hoy en día, la pugna por el liderazgo se establece entre Arabia Saudí y Turquía. Parece razonable pensar que Turquía apoyará a Qatar para impedir que Arabia Saudí refuerce, aún más, su poder.

V. ¿QUÉ RESPUESTA DARÁ QATAR?
Queda claro, a mi juicio, que a Qatar sólo le quedan dos salidas.
– Una, es la cesión ante Arabia Saudí. Esa cesión se puede adoptar por el actual jeque o por otro dirigente previo el oportuno golpe de Estado. La consecuencia inmediata sería la conversión de facto de Qatar en un protectorado saudí y la definitiva pérdida de su independencia de hecho. Colateralmente, proporcionaría a Israel una gran victoria privando a Hamas de sus últimos apoyos.
– La otra, sería mantener el pulso a Arabia Saudí… pero también a Israel y Estados Unidos, llevando adelante su pacto con Irán. Esta última sería, sin duda, la más costosa y podría llevar a una guerra directa entre Irán y Arabia Saudí… y quizá los Estados Unidos.

VI. ¿QUÉ COSTE PARA ESTADOS UNIDOS?
Los Estados Unidos han sido quienes han dado luz verde a la crisis.
Ahora bien, el hecho de que los Estados Unidos hayan sacrificado a un aliado en la región, y no cualquier aliado, sino el que les permite tener la mayor base militar en la zona, constituye un mensaje muy negativo para el resto de países aliados de los Estados Unidos. El mensaje no es otro sino que el apoyo de los Estados Unidos es frágil y poco fiable.
Un coste demasiado alto, a mi juicio.

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Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

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