Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

España: una presidencia del Consejo de Seguridad echada a perder

España ha desperdiciado una espléndida oportunidad. Otra más. Hace un años me interrogaba en este blog para qué quería España estar en el Consejo de Seguridad. Ya tenemos la respuesta: para nada. Este mes de octubre España preside el Consejo de Seguridad. El mes de octubre cruza su ecuador con un balance penoso para la diplomacia española en la presidencia de este importantísimo órgano.@Desdelatlantico.

I. ESPAÑA EN EL CONSEJO DE SEGURIDAD, ¿PARA HACER QUÉ?
Hace un año, hacía aquí esta pregunta. Y decía

¿Qué va a hacer España en relación con el Sahara Occidental si resulta elegida miembro del Consejo de Seguridad?
Sorprende, y mucho, el absoluto silencio de nuestro gobierno (y de la oposición) sobre este punto.


Ya van 10 meses de membresía de España de este órgano. Y ya ha pasado la mitad del tiempo de su presidencia de este organismo, que le correspondía este mes de febrero.
Si atendemos a la página oficial del Consejo de Seguridad, esta mitad de mes se salda con la aprobación de cuatro resoluciones cuyo contenido político es bastante pobre:
– S/RES/2243 (2015), 14 de octubre de 2015, sobre la situación en Haití
– S/RES/2242 (2015), 13 de octubre de 2015, sobre las mujeres y la paz y la seguridad
– S/RES/2241 (2015), de 9 de octubre de 2015, sobre Informes del Secretario General sobre el Sudán y Sudán del Sur
– S/RES/2240 (2015), de 9 de octubre de 2015, sobre Mantenimiento de la paz y la seguridad internacionales (en relación con la tragedia migratoria en el Mediterráneo).
Resoluciones donde hay poco más que buenos deseos. Resoluciones que no van a cambiar nada, en mi opinión.

II. EL SAHARA OCCIDENTAL, QUE DEBÍA SER TEMA CENTRAL, OCULTADO DE LA AGENDA
Hoy, 16 de octubre, se cumplen exactamente 40 años de la Opinión Consultiva sobre el Sahara Occidental emitida por el Tribunal Internacional de Justicia.
Ese Dictamen sigue siendo, a día de hoy, la clave de bóveda de la solución del conflicto. Y por eso conviene recordar de nuevo dos pasajes esenciales del mismo:

la Corte llegó a la conclusión de que los elementos e informaciones puestos a su disposición no demostraban la existencia de ningún vínculo de soberanía territorial entre el territorio del Sáhara Occidental, por una parte, y el Reino de Marruecos o el complejo mauritano, por la otra.

Por lo tanto, la Corte no comprobó que existieran vínculos jurídicos capaces de modificar la aplicación de la resolución 1514 (XV) en lo que se refiere a la descolonización del Sáhara Occidental y, en particular, a la aplicación de la libre determinación mediante la expresión libre y auténtica de la voluntad de las poblaciones del territorio.”

Cuando Felipe VI visitó la sede de las Naciones Unidas el 25 de septiembre de 2015, el Secretario General de la ONU emitió una nota que decía

Finalmente, el Secretario General enfatizó la necesidad de un nuevo impulso para resolver la situación en el Sahara Occidental

El propio SG de la ONU estaba diciendo que España DEBÍA JUGAR UN PAPEL EN LA RESOLUCIÓN DEL CONFLICTO DEL SAHARA OCCIDENTAL. La gestión de este asunto está asumida por la Asamblea General y por el Consejo de Seguridad. Es cierto que, en principio, hasta abril no está previsto debatir una nueva resolución sobre el asunto. Pero el Consejo de Seguridad puede hacer mucho más. Y, de hecho, en el pasado, ha hecho mucho más en este y en otros temas: solicitar un dictamen del Consejo de Seguridad, o del Asesor Jurídico de la Organización de las Naciones Unidas, enviar una Misión visitadora, …. Habiendo voluntad política se podía haber hecho lo que se debía haber hecho…. pero no se ha hecho.

III. GRAVES PROBLEMAS PARA LA PAZ Y LA SEGURIDAD, IGNORADOS DURANTE LA PRESIDENCIA ESPAÑOLA
¿Cuales son algunos de los problemas más graves que encontramos en el mundo? De entre los graves problemas que hay en el mundo se pueden destacar dos-tres que tienen mayor o menor relación entre sí:
– el éxodo migratorio hacia Europa, mayormente de sirios procedentes de Turquía
– la guerra de Oriente Medio (Siria-Iraq)
– la escalada de violencia en Israel y Palestina

¿No podría hacer nada España desde la presidencia sobre estos asuntos, alguno de los cuales le va a afectar directamente, como el del éxodo migratorio?
En noviembre de 1991, España albergó una conferencia de paz sobre Oriente Medio, meses después de terminada la primera guerra de Iraq. Aquella conferencia, convocada por el gobierno de Felipe González fracasó porque no contó con Naciones Unidas.
Ahora que España preside el Consejo de Seguridad se nos brinda la oportunidad, de oro, de convocar una nueva Conferencia de paz sobre Oriente Medio y el Norte de África, y esta vez desde y con Naciones Unidas. Una nueva conferencia de Madrid. La oportunidad de que el gobierno español tome la iniciativa y dé relevancia a nuestra diplomacia para situar a España en la mesa de resolución de graves conflictos que directa o indirectamente nos afectan. Una conferencia de paz donde se puedan discutir y solucionar los problemas del Sahara Occidental, de Mali, de Libia, de Palestina, de Siria, de Iraq, de Yemen. Problemas donde, en todos ellos, hay ciertos actores siempre presentes, directa o indirectamente.
Pero para eso hace falta ambición política e inteligencia estratégica.
Demasiado pedir para un gobierno presidido por Rajoy con García-Margallo como canciller.

POST-SCRIPTUM
En declaraciones a una periodista de «El Español», el ministro García-Margallo ha dicho, textualmente

“Yo presido el mundo en este momento”

Señores, éste es el nivel.

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Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

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