Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

Salto cualitativo en la guerra de Siria con la intervención directa de Rusia y de Estados Unidos

La guerra de Siria que comenzó en la primavera de 2011 ha dado un salto cualitativo. Por primera vez, desde que comenzó la guerra tanto Rusia (en mayor medida), como Estados Unidos (en menor medida, de momento) han enviado a tropas sobre el terreno. La presencia directa de las grandes potencias ha dado un giro a la guerra. Quien primero lo ha visto ha sido Israel, que ve que ya no podrá intervenir en Siria cuando quiera, como hacía hasta ahora, por lo que ha enviado a su primer ministro a Moscú rápidamente. La implicación directa de Rusia y, en menos medida (de momento) de Estados Unidos puede llevar al fin de la guerra. @Desdelatlantico.

I. LOS INTERESES DE RUSIA EN SIRIA
El interés de Rusia en Siria no es de tipo económico. El comercio entre ambos países no era especialmente importante antes de la guerra. Si ahora no hubiera guerra y Siria estuviera estabilizada qué duda cabe que Siria podría ser una alternativa a los productos hortofrutícolas que Rusia ha dejado de importar de la UE. Pero es evidente que en su situación actual Siria no está en condiciones de cumplir esos requerimientos.
Culturalmente Rusia mantiene vínculos indirectos con algunas minorías presentes en Siria. En primer lugar, Rusia es protectora de Armenia frente a Azerbayán (protegida por Turquía y Arabia Saudí) y un cierto número de armenios se refugiaron en Siria después del genocidio que la república turca practicó contra los armenios en 1915. Además, Rusia, la «tercera Roma» tiene vínculos religiosos con las minorías cristiano-ortodoxas de Siria.
Pero el interés fundamental es otro: es geopolítico. Siria ocupa una posición geopolítica privilegiada. Basta leer la lista de países con los que mantiene frontera: Jordania, Israel, Líbano, Turquía e Iraq. Y a escasa distancia, aun sin frontera directa… Irán y Arabia Saudí. Nada menos. A ello se añade que tiene costa en el Mediterráneo.
Ya antes de la caída de la Unión Soviética, Rusia había perdido algunos aliados fundamentales, como Egipto. Siria era su único aliado para permitir a Rusia jugar un papel activo en el Oriente Medio.

II. DOS DESARROLLOS IMPORTANTES EN LA GUERRA DE SIRIA
La guerra siria ha conocido en las últimas semanas unos desarrollos muy importantes. A mi juicio, hay especialmente dos:
1- por un lado, la batalla de Zabadani, donde las tropas «rebeldes» (o sea, los milicianos islamistas del «Frente de la Victoria» asociado a «Al Qaeda» y de otras bandas) se hallan rodeadas. La batalla de Zabadani reviste una importancia similar a la batalla de Qusayr de 2013. La caída de Zabadani supondría que el Gobierno sirio podría asegurar toda su frontera con Líbano cerrando la última posibilidad de infiltración en Siria desde Líbano… o viceversa;
2- por otro lado, la adhesión de Turquía a la «coalición» supuestamente formada para combatir al «Estado Islámico» (ISIS-DAESH) que en realidad ha servido para dar luz verde a Turquía para bombardear a la población kurda de Siria, que está enfrentada a los islamistas y es aliada objetiva del gobierno sirio.

El segundo de estos desarrollos parecía ser el preámbulo al establecimiento de una «zona de exclusión aérea de amortiguación» (no-fly buffer zone), lo que permitiría a la «coalición» derribar aviones del Ejército sirio con la excusa de violar dicha «zona», siguiendo en gran medida el «modelo» libio.

III. RUSIA: DE LA BASE DE TARTÚS A LA BASE DE LATAKIA
Desde la época soviética Rusia mantiene una pequeña base en Siria en el puerto de Tartús (que quizá se podría traducir, en función de su etimología, como «Tortosa»). La base de Tartús nunca ha sido una base especialmente importante. Ha sido más bien una base de escala técnica. A diferencia de otras bases de las que disponen los Estados Unidos o e Reino Unido en el Mediterráneo no era una base aero-naval, sino sólo naval. Aun así, tenía y tiene una considerable importancia para la flota rusa. Ahora bien, es un hecho que en la guerra siria, la base de Tartús no ha sido utilizada para albergar tropas rusas de combate. Es cierto que durante la guerra, como ya antes de la misma, Rusia ha sido el principal proveedor de armas al gobierno de Damasco y que también envió técnicos para adiestrar en el manejo de las mismas, pero el Ejército ruso no ha estado presente, hasta ahora, en la guerra de Siria. Las tropas del gobierno sirio en estos años se han visto reforzadas por tres tipos de fuerzas extranjeras fundamentalmente: el Hezbollah libanés, el Hezbollah iraquí y los Guardianes de la Revolución iraní.

Ahora bien, la entrada de Turquía en la «coalición» para destruir a los kurdos de Siria, para Rusia supuso traspasar la «línea roja» de la implicación directa en la guerra siria, según reveló el 13 de septiembre en el diario libanés «Ar-Rai» el periodista Eliah Magnier (o Magnair, en la transcripción de su nombre al español), con excelentes fuentes informativas en Damasco. Según reveló Magnier, esta intervención rusa se decidió tras una visita secreta a Moscú del general Qasim Suleymán, jefe de la Guardia Revolucionaria iraní.

En efecto, el 12 de septiembre aterrizaron en el aeropuerto de Latakia varios super-cargueros rusos.
Rusia había solicitado permiso a Bulgaria y Grecia para sobrevolar su espacio aéreo, pero Estados Unidos pidió a estos países que se lo denegaran. Así pues, Rusia utilizó el espacio aéreo de Irán e Iraq para llegar hasta Siria.
En esos super-cargueros (los aviones de carga más grandes del mundo) además de ayuda humanitaria, Rusia descargó material militar y soldados. Inmediatamente se instaló una torre de comunicaciones en el aeropuerto.
Todo parece indicar que Rusia va a establecer en ese aeropuerto una base aérea y terrestre. La aviación rusa se propone acabar con las milicias islamistas (contra las que la llamada «coalición» ha demostrado una ¿sorprendentemente? escasa efectividad) e impedir que Turquía pueda bombardear las posiciones kurdas.

Moscú inmediatamente solicitó a Estados Unidos que haya algún tipo de concertación con Rusia a fin de que no se produzca algún «malentendido» aéreo entre la aviación rusa y la de la «coalición».

IV. Y ESTADOS UNIDOS, POR FIN ENVÍA TROPAS AL ESCENARIO
Esta era la situación cuando un tuit de CNBC anunciaba que responsables del Departamento de Defensa les informaron de que había miembros de las fuerzas especiales sobre el terreno en Siria para ayudar a las fuerzas kurdas contra el ISIS-DAESH

Anteriormente, los Estados Unidos quedaron en ridículo cuando a comienzos de agosto los «rebeldes» sirios entrenados por USA para combatir contra los islamistas en suelo sirio desaparecieron. Un mes después se especula incluso con que esos «rebeldes» se sumaran al ISIS-DAESH al que supuestamente debían combatir.

No hay duda ninguna de que el envío de tropas norteamericanas es una respuesta directa al envío de tropas rusas. Está claro que el único instrumento que tenían los Estados Unidos para permitirlo son los kurdos. Lo cual, por cierto, es un reconocimiento palmario de que no existen «rebeldes» laicos o demócratas y que son todos islamistas. Pues si existieran esos supuestos «rebeldes» laicos sería ahí donde habrían ubicado los EE.UU. sus tropas de elite.

Ahora bien, al tener que enviar las tropas de elite norteamericanas entre los kurdos se puede frustar lo que parece que fue un acuerdo secreto entre EE.UU. y Turquía y que permitió a ésta comenzar a liquidar kurdos en Siria. Un acuerdo, por cierto, que puede tener directa relación con el éxodo sirio hacia Europa.

V. PERSPECTIVAS.
Rusia se ha quejado de que la llamada «coalición» no es muy efectiva contra los islamistas en Siria. Así que ha decidido actuar. Por lo demás, con su presencia en Latakia, Rusia se asegura una presencia en una parte importante del territorio, la costa mediterránea, que se halla ahora y previsiblemente seguirá encontrándose bajo el control del gobierno de Assad.
La intervención rusa puede decantar claramente la guerra en favor del gobierno sirio. Es cierto que el gobierno controla apenas un 20% del territorio, pero es el territorio en el que se halla un 80% de la población, ya que la mayor parte de Siria es desértica.
En este escenario, los EE.UU. pueden pretender asegurarse un control directo sobre las regiones kurdas de Siria.
No parece aventurado pensar que la presencia de estas dos grandes potencias puede llevar al fin de la guerra, aunque sea al coste de una partición.

NOTA
Tras escribir este artículo leo una noticia importantísima.
El general Lloyd Austin, del Estado Mayor del ejército norteamericano, reconoce ante el Senado que la estrategia militar de USA en Siria ha sido un fracaso.

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Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

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