Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

Sahara Occidental: Mohamed VI arrinconado, opta por la intransigencia

Marruecos es el único país del mundo que festeja una violación del Derecho Internacional. El 6 de noviembre, día en que la siniestra «marcha verde» violó la frontera del Sahara Occidental en 1975, el rey de Marruecos tiene por norma pronunciar un discurso cuyo tema fundamental suele ser el estado de la cuestión del Sahara Occidental cuya anexión no ha sido reconocida por el Derecho Internacional. En el discurso recién pronunciado este año, las palabras de Mohamed VI revelan que Marruecos se encuentra cada vez más aislado en su posición expansionista y que la reacción a este cada vez mayor aislamiento es una desafiante intransigencia hacia la ONU y los Estados Unidos @Desdelatlantico.

I. LOS MENSAJES FUNDAMENTALES DEL DISCURSO DE MOHAMED VI

Los pasajes más relevantes del discurso de Mohamed VI son estos:

Marruecos va a permanecer en su Sáhara y el Sáhara en su Marruecos, hasta el fin de la existencia
(…)
En este marco tiene lugar nuestra decisión de poner en marcha la regionalización avanzada y el modelo de desarrollo para las «provincias del Sur».
(…)
no hay grados de patriotismo y de traición; o se es patriota o traidor. (…) Sabemos que cualquier individuo se puede equivocar, pero la traición es imperdonable. En este sentido, Marruecos no será nunca un productor de “mártires traidores”.
(…)
Efectivamente, Marruecos no tiene ningún complejo en negociar directamente o a través de las Naciones Unidas con quien sea. Sin embargo, hay que insistir aquí, que la soberanía de Marruecos sobre la totalidad de sus territorios es firme y completamente inalienable.
(…)
La iniciativa de autonomía es lo máximo que Marruecos puede ofrecer, en el marco de la negociación, con el fin de hallar una solución definitiva a este conflicto regional.
En mi calidad de garante de la independencia e integridad territorial del país, me corresponde el deber de fijar los conceptos y responsabilidades en el trato con las Naciones Unidas, así como de expresar el rechazo de Marruecos a todas las confusiones y desvíos que esta cuestión conoce.
Así pues, reafirmando la posición de Marruecos al respecto quiero decir:
· No a los intentos de desvirtuar este diferendo «regional», presentándolo como una cuestión de descolonización. En efecto, Marruecos nunca fue una fuerza ocupante o una potencia administradora en su Sáhara; todo lo contrario, el mismo ejerce su soberanía sobre su territorio;
· No a cualquier intento de revisar los principios y criterios de negociación, ni a cualquier tentativa de reconsiderar la misión de la MINURSO o ampliar sus prerrogativas para incluir la cuestión del control de los derechos humanos;
· No a la complacencia con la verdadera parte en este conflicto y a la evasión de sus responsabilidades;
· No a cualquier intento de establecer paralelismos entre un Estado miembro de las Naciones Unidas y un movimiento separatista y, mucho menos, a la legitimación del estado de no-ley imperante en Tinduf;
(…)
En este sentido, queremos expresar Nuestra consideración al Secretario General de las Naciones Unidas así como a las grandes potencias internacionales, especialmente a los Estados Unidos de América, representados por la Administración americana, en consideración de su positiva contribución en las diferentes etapas, a fin de hallar una solución a esta cuestión.
Al encarecer su apoyo a los esfuerzos consentidos por Marruecos, así como al proceso de negociación, sobre la base de la Iniciativa de autonomía, hoy reivindicamos una postura clara con respecto a este conflicto.
(…)
Se equivoca quien cree que llevar la cuestión del Sáhara consistirá en unos informes técnicos trabajados o en recomendaciones confusas, todo basado en el intento de conciliar las reivindicaciones de las distintas partes.
También se equivoca quien pretende comparar el Sáhara con Timor oriental, o con algunos diferendos territoriales de Europa oriental, dado que cada caso tiene sus peculiaridades.

II. MOHAMED VI, ACABA CON LA CREDIBILIDAD QUE PUDIERA TENER LA MONARQUÍA MARROQUÍ
Antes del análisis del conflicto conviene llamar la atención sobre las afirmaciones objetivamente falsas realizadas por Mohamed VI. La evidente falsedad de estas afirmaciones significa que quien escribió el discurso (¿Taieb Fassi-Fihri?) que leyó (no muy bien) Mohamed VI ha puesto a este ante una situación insostenible internacionalmente. Veamos por qué.

1º. No es verdad que la soberanía no sea negociable para la monarquía marroquí.
– Mohamed VI dice «Marruecos no tiene ningún complejo en negociar directamente o a través de las Naciones Unidas con quien sea. Sin embargo, hay que insistir aquí, que la soberanía de Marruecos sobre la totalidad de sus territorios es firme y completamente inalienable.
– sin embargo, la monarquía marroquí aceptó formalmente un «Plan de Arreglo» que establece un referéndum de autodeterminación para optar entre la independencia del Sahara Occidental y la integración en Marruecos. Ese Plan, ACEPTADO POR LAS DOS PARTES, ha sido aprobado por el Consejo de Seguridad en sus resoluciones 658, 690 y 725.

2º. No es verdad que el del Sahara Occidental sea un conflicto «regional» y no sea un conflicto de descolonización
– Mohamed VI dice «No a los intentos de desvirtuar este diferendo «regional», presentándolo como una cuestión de descolonización»
– Sin embargo, la Asamblea General, de forma ininterrumpida desde 1965, antes y después de la invasión por Marruecos del territorio, ha considerado que este es un conflicto de DESCOLONIZACIÓN.
Y, lo que es más importante, el asunto está incluido en la agenda de la Comisión de Descolonización de la Asamblea General SIN QUE MARRUECOS HAYA OBJETADO JAMÁS A ELLO.

3º. No es verdad que Marruecos no sea una potencia ocupante.
Las Naciones Unidas han calificado, oficialmente, la presencia marroquí como «ocupación»
– Mohamed VI dice que «Marruecos nunca fue una fuerza ocupante»
– Sin embargo, la Asambea General de Naciones Unidas ha calificado oficialmente la presencia marroquí en el Sahara Occidental como «ocupación» en sus resoluciones 34/37 y 35/19.

4º. No es verdad que el propio Marruecos no se haya calificado a sí mismo como «potencia administradora»
– Mohamed VI dice que «Marruecos nunca fue una fuerza ocupante o una potencia administradora en su Sáhara»
– Sin embargo el entonces ministro de Exteriores de Mohamed VI, Mohamed Benaíssa, escribió una carta oficial al Secretario General (SG) de la ONU, de 2 de febrero de 2006, donde se atribuía la cualidad de «potencia administradora» (documento oficial de Naciones Unidas S/2006/52, al que me he referido en un artículo sobre la cuestión).

III. MOHAMED VI DESVELA LOS PLANES DE NACIONES UNIDAS Y OPONE SU INTRANSIGENCIA
En el último informe del SG de la ONU al Consejo de Seguridad (CS) en abril de 2014, se desvela que el Enviado Personal del SG, Christopher Ross, ha hecho una serie de propuestas que las partes se han comprometido a mantener en secreto. También se ha especulado sobre el contenido del informe que presentó Ross al Consejo de Seguridad, a puerta cerrada, el 27 de octubre de 2014.
El cuádruple «NO» de Mohamed VI, a la luz de los recientemente revelados «wikileaks del majzen», parece ofrecer pistas claras sobre cuál es la propuesta de Ross que Marruecos rechaza.
– Cuando Mohamed VI dice «No a los intentos de desvirtuar este diferendo «regional», presentándolo como una cuestión de descolonización» está revelando que la premisa del plan de Naciones Unidas es que estamos ante un «Territorio no autónomo», o sea, una colonia.
– Cuando Mohamed VI dice » No a cualquier intento de revisar los principios y criterios de negociación, ni a cualquier tentativa de reconsiderar la misión de la MINURSO o ampliar sus prerrogativas para incluir la cuestión del control de los derechos humanos», está revelando claramente que la propuesta de solución del conflicto pasa por establecer un mecanismo internacional de garantía de los derechos humanos.
– Cuando Mohamed VI dice «No a la complacencia con la verdadera parte en este conflicto y a la evasión de sus responsabilidades», está diciendo claramente que Naciones Unidas rechaza considerar como «parte en este conflicto» a quien Marruecos lleva decenios, infructuosamente, tratando de convertir en «parte», o sea, a Argelia.
– Cuando Mohamed VI dice «No a cualquier intento de establecer paralelismos entre un Estado miembro de las Naciones Unidas y un movimiento separatista y, mucho menos, a la legitimación del estado de no-ley imperante en Tinduf», está revelando que la propuesta de Naciones Unidas plantea establecer obligaciones similares a las dos partes del conflicto, Marruecos y el Frente Polisario.

Pero, por si esto fuera poco, hay una frase aún más reveladora. Mohamed VI dice que «se equivoca quien pretende comparar el Sáhara con Timor oriental». Es, que yo recuerde, la primera vez que Mohamed VI cita expresamente el caso de Timor Este. Un caso que muchos autores (además del que esto firma) consideran como un modelo muy próximo al del Sahara Occidental.
Esto significa que el modelo de la descolonización del Sahara Occidental para las Naciones Unidas es, como no podía ser de otro modo, Timor Oriental.

IV. MOHAMED VI REPROCHA A ESTADOS UNIDOS (Y FRANCIA) LA FALTA DE APOYO CLARO
Es, creo, muy importante, el pasaje del discurso donde después de «expresar Nuestra consideración al Secretario General de las Naciones Unidas así como a las grandes potencias internacionales, especialmente a los Estados Unidos de América, representados por la Administración americana, en consideración de su positiva contribución en las diferentes etapas, a fin de hallar una solución a esta cuestión», hace un poco velado reproche.
En efecto, apela a esos Estados que pese a «encarecer su apoyo a los esfuerzos consentidos por Marruecos, así como al proceso de negociación, sobre la base de la Iniciativa de autonomía», no apoyan la imposición por Marruecos de su posición. De ahí que diga, respecto a esas «grandes potencias internacionales» que «hoy reivindicamos una postura clara con respecto a este conflicto».
El que Mohamed VI suplique a estas potencias (Estados Unidos y Francia) «una postura clara con respecto a este conflicto» es la prueba más elocuente de que las mismas NO ofrecen esa «postura clara» que Mohamed VI reclama y que es el apoyo a la anexión.

V. SILENCIO SOBRE RUSIA (Y CHINA) Y ENIGMÁTICA ALUSIÓN A LA EUROPA DEL ESTE
Es llamativo que en este discurso no haya referencia a Rusia y a China, países con los que Mohamed VI anunció relaciones estratégicas en su discurso de 20 de agosto de 2014.
Ya me he referido aquí al asunto de la «no-visita» de Mohamed VI a Rusia.
La falta de referencias a Rusia confirma, a mi juicio, que el proyecto de acercamiento a Rusia no ha cuajado.
En este sentido, llama la atención que Mohamed VI hable de que «se equivoca quien pretende comparar el Sáhara con (…) con algunos diferendos territoriales de Europa oriental». ¿A qué se refiere? A mi entender, es probable que se refiera a los casos de Abjasia y de Osetia del Sur. Y es probable que la falta de entendimiento con Rusia se haya debido, precisamente, a que Rusia pedía como contraprestación al apoyo en el Sahara Occidental un apoyo en los conflictos de Abjasia y Osetia del Sur (además, naturalmente, del de Ucrania).

VI. ANÁLISIS CONCLUSIVO: ESPAÑA DEBERÁ PRONUNCIARSE EN EL CONSEJO DE SEGURIDAD EN 2015
Este ha sido, a mi entender, uno de los discursos más intransigentes de todo el reinado de Mohamed VI. Quizá un único discurso de similar intransigencia no se escucha desde el año 2000 cuando presionó para que se suspendiera el referéndum de autodeterminación.
Pero a diferencia de lo que ocurría en la primera fase de su reinado, en la que esa intransigencia contaba con el apoyo de Francia y de Estados Unidos, aquí no parece que se cuente con ese apoyo.
Mohamed VI se encuentra, a mi juicio, más aislado que nunca. Y esto significa que el debate y la próxima resolución del Consejo de Seguridad en abril de 2015 pueden tener una intensidad y gravedad enormes. Para entonces, España estará sentada en el Consejo de Seguridad. Si la falta de una «postura clara» de Francia y Estados Unidos persiste, el majzen intentará ejercer una presión brutal sobre España (terrorismo, emigración). Pero en esa situación, puede que ni el eventual (y, a mi juicio, indeseable y estratégicamente errado) apoyo de España evite que la ONU dé un paso cualitativo hacia la solución del conflicto del Sahara Occidental.

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Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

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