Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

Análisis de la Guerra de Gaza 2014

La guerra de Gaza de 2014, nuevamente, horroriza a la humanidad. En este momento, 13 días después de empezada la guerra, han muerto más de 425 palestinos, por 13 soldados y dos civiles israelíes (cifras, claro, provisionales). 425 a 15. Pero ¿por qué ha surgido esta guerra? Porque lo que es evidente es que el supuesto detonante de la misma (el asesinato de tres jóvenes colonos judío-israelíes) no es una explicación mínimamente aceptable. La guerra de Gaza, a mi juicio, se inscribe en el marco de la amplia remodelación del mundo árabe-musulmán desencadenada después del inicio de la guerra de Siria. @Desdelatlantico

I. EL ASESINATO DE LOS JÓVENES COLONOS ISRAELÍES: ¿ES LA CAUSA DE ESTA GUERRA?
Alguna propaganda ha intentado hacer creer que el origen de la presente guerra de Gaza se encuentra en el secuestro, y posterior asesinato, de tres jóvenes colonos judíos israelíes. Ahora bien, como muy bien ha señalado Miguel Anxo Murado (sin duda, uno de los mejores conocedores del conflicto palestino en España) en este secuestro-asesinato se dieron varias circunstancias muy turbias:
1) «la policía israelí sabía desde el primer momento que los jóvenes habían sido asesinados casi inmediatamente, prefirió ocultarlo a la opinión pública y a las familias. Se daba así tiempo a que el Ejército lanzase una operación de castigo en toda Cisjordania que dejó un reguero de muertos y centenares de detenidos»;
2) «los verdaderos autores del crimen (…)son, según todos los indicios, miembros del clan Qawasmeh, una familia palestina muy conocida de la zona de Hebrón que mantiene una guerra privada con los colonos israelíes -más de quince familiares han muerto a manos de los soldados y varios de ellos han llevado a cabo atentados suicidas-.»
3) «Fue precisamente la policía palestina la que pasó inmediatamente esta información a los israelíes pero, por un cálculo político irresponsable, estos prefirieron acusar a la Autoridad Palestina de falta de colaboración y a la organización Hamás de estar detrás del atentado»
4) «Hamás fue incapaz de condenar este secuestro, como no lo ha hecho nunca con las acciones del clan Qawasmeh, por miedo a perder legitimidad social».

O dicho de otra manera.
El asesinato de aquellos jóvenes (seguido de otro brutal secuestro y asesinato de un joven palestino, quemado vivo, por judios israelíes) fue obra de unos palestinos de CISJORDANIA, NO DE GAZA. Y por más que «Hamas» (Movimiento de Resistencia Islámico) no condenara ese asesinato, ese asesinato fue obra de un clan familiar que mantiene una larga guerra contra los colonos israelíes.

Queda claro por tanto que ese suceso no puede ser, salvo que se pretenda un insulto a la inteligencia, la explicación de esta guerra.

Pero, si no es ésta la explicación… ¿cuál podría ser?

II. LOS PALESTINOS, INSTRUMENTO DE LAS LUCHAS DE PODER EN EL ORIENTE MEDIO
Palestina ocupada es, evidentemente, una tierra pobre y que, por sí misma, no tiene viabilidad. Vive, como es claro, de la ayuda internacional. Israel también recibe ayuda internacional (sobre todo de EE.UU.) aunque podría ser un Estado viable, pero sin esa ayuda no podría tener la maquinaria de guerra que posee que, insisto, está financiada desde el exterior y no con el dinero de los contribuyentes israelíes.

Los palestinos, por su dependencia económica, se han convertido en instrumento de intereses opuestos y cambiantes:
– intereses regionales opuestos (Egipto, Siria, Jordania, Arabia Saudí, Qatar, Irán, Turquía)
– intereses religioso-geopolíticos opuestos (chiítas , sunnitas)

HAMAS (acrónimo árabe del «Movimiento de Resistencia Islámico), es un movimiento islamista sunnita que, desde sus mismos orígenes, ha sido un instrumento al servicio de intereses espurios.
– En un inicio, Hamas fue alentado por el propio Israel, con el objetivo de debilitar la unidad en torno a «Al Fatah», el movimiento palestino (relativamente) laico liderado por el asesinado Yasir Arafat y que es el eje de la «Autoridad Palestina» y, lo que es más importante, el interlocutor de las negociaciones de paz (así las llaman) con Israel;
– Después de creado, el monstruo fue instrumentalizado (y, claro, financiado) por Siria e Irán, por más que los gobiernos de estos países no fueran sunnitas.
– Tras desencadenarse la guerra de Siria, Hamas rompió con Siria e Irán y pasó a ser instrumentalizado (y financiado) por Qatar
– En ese momento se estrechan sus relaciones con los «Hermanos Musulmanes» (apoyados por Qatar) que llegan al poder en Egipto con Mohamed Mursi.

Mientras tanto, el movimiento Al Fatah y la Autoridad Palestina han ido revelándose, cada vez más claramente, como un instrumento de Arabia Saudí y, por lo mismo, de sus aliados declarados (Estados Unidos) o disimulados (Israel).

III. LA GUERRA DE GAZA Y LA LUCHA DE PODER EN ORIENTE MEDIO
En el Oriente Medio, después de la guerra de Siria se han producido varios cambios en el esquema de poder regional.
Por supuesto la línea básica de fractura (chiitas-sunnitas) se mantiene con ligeros avances de las fuerzas sunnitas en Siria e Iraq.
Pero los cambios más llamativos se están produciendo en el seno del mundo sunnita.
De entre esos cambios el más relevante, a mi juicio, y que está en la raíz de muchos sucesos (en Egipto, en Siria-Iraq, y en Palestina-Gaza) es el golpe palaciego de junio de 2013 que llevó a la destitución del príncipe (emir) de Qatar Hamad Bin Jalifa Az-Zani, para ser sustituido por su cuarto hijo, Tamim Bin Hamad Az-Zani.
A raíz de entonces, se ha producido un claro enfrentamiento interno en el «bloque sunní» entre Qatar y Arabia Saudí cuyas manifestaciones más claras son:
– Egipto: destitución de Mursi (apoyado por Qatar) para ser sustituido por Abdelfatah Al Sisi (apoyado por los saudíes)
– Siria-Iraq: surgimiento del «Estado Islámico» (apoyado por los saudíes) a expensas del Frente de la Victoria o An-Nusra (apoyado por los qataríes)
– Gaza: castigo a Hamás (apoyado por Qatar).

IV. LAS RESPONSABILIDADES DE LA TRAGEDIA
La responsabilidad de esta tragedia NO ES SÓLO, aunque sí mayormente, israelí.

1) Israel por la brutalidad de sus ataques, carentes, en su inmensa mayoría, de la más mínima justificación distinta de la del «castigo colectivo» (y «castigo colectivo» es lo que está detrás del genocidio judío en la segunda guerra mundial). Es difícil argumentar que estos ataques puedan estar amparados por las leyes internacionales.
Aunque no sea de gusto de los judíos, sí que conviene que los lobbystas a favor de Israel supuestamente cristianos mediten las condiciones de la justicia de la legítima defensa según el «Catecismo de la Iglesia Católica», número 2309:

2309 Se han de considerar con rigor las condiciones estrictas de una legítima defensa mediante la fuerza militar. La gravedad de semejante decisión somete a esta a condiciones rigurosas de legitimidad moral. Es preciso a la vez:
— Que el daño causado por el agresor a la nación o a la comunidad de las naciones sea duradero, grave y cierto.
— Que todos los demás medios para poner fin a la agresión hayan resultado impracticables o ineficaces.
— Que se reúnan las condiciones serias de éxito.
— Que el empleo de las armas no entrañe males y desórdenes más graves que el mal que se pretende eliminar. El poder de los medios modernos de destrucción obliga a una prudencia extrema en la apreciación de esta condición.
Estos son los elementos tradicionales enumerados en la doctrina llamada de la “guerra justa”.
La apreciación de estas condiciones de legitimidad moral pertenece al juicio prudente de quienes están a cargo del bien común.

2) No se puede hablar, claro, de un absoluto «silencio» en el mundo árabe. Es cierto que la Liga Árabe ha descrito como ‘crimen de guerra’ el bombardeo de Israel contra Shejaiya en Gaza (quizá el más brutal de todos desde el inicio de la guerra). Pero el tono de la protesta árabe ha sido muy bajo. Y en algunos casos, como en el de Arabia Saudí, imperceptible. Y eso en el nivel de las palabras, porque en el de las acciones, la respuesta es cero. Nada que ver, por ejemplo, con lo ocurrido en 1973.
En consecuencia, el mundo árabe-musulmán no ha hecho nada para poner fin a esta tragedia.

3) Finalmente, cabe preguntarse por la responsabilidad del propio HAMAS.
Los ridículos cohetes que lanza Hamas contra Israel (miles de cohetes apenas han podido matar a dos personas) están siendo utilizados como excusa (patética, sí, pero excusa) para que Israel lance sus mortíferos misiles que, estos sí, han causado centenares de muertos.
¿A quien interesa que Hamas siga lanzando estos prácticamente inútiles cohetes? No parece que a la población palestina.

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Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

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