Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

Terremoto electoral en Galicia

Los resultados de las elecciones europeas, por más que dichas elecciones sean diferentes de las nacionales y regionales, auguran un terremoto electoral en Galicia. El dominio del PP corre muy serio riesgo de ver su fin. Y se avecina como probable una coalición de izquierdas en la que el Bloque Nacionalista Galego sea un socio menor, al mismo tiempo que se aprecia un importante, aunque aún insuficiente aumento de votos de UPyD. @Desdelatlantico

Las elecciones europeas de 2014 han tenido, nadie lo duda, un importante alcance nacional.
Es notorio que los candidatos principales no han dicho nada sobre cuestiones absolutamente esenciales para Europa (el conflicto de Ucrania, o la relación con la UE de países extra-europeos como Turquía o Marruecos). Es notorio que las elecciones se plantearon en clave interna.
Ahora bien, no es menos cierto que el electorado también es consciente de que, entendidas en clave interna, estas elecciones permiten manifestar una OPINIÓN sobre el estado de la política nacional, pero no son el medio para articular una DECISIÓN en política nacional.
Hechas estas salvedades, conviene analizar los resultados de Galicia.

1. El dominio del PP inicia un declive difícil de evitar
El PP ha obtenido el peor resultado electoral en Galicia en los últimos 25 años.
Sería injusto echar toda la culpa de ello al PP nacional (que, por lo demás, está dirigido por un gallego), como también sería injusto afirmar que la culpa es del candidato supuestamente de «lujo» presentado por el PP.

En las últimas elecciones (autonómicas) de 2013 se celebró como un gran «éxito» que el PP aumentara sus escaños a pesar de haber disminuido sus votos respecto a las generales de un año antes. Alberto Núñez Feijoo y la dirección del PP prefirieron atribuir ese «éxito» a la «buena gestión» prestando oídos a muchos análisis fruto de la adulación y el halago, más que interesados.
En este blog ya advertí que el PP «ganaba perdiendo» y que había sufrido un notable descenso de votos que sólo por efecto de la ley electoral produjo el paradójico efecto de aumentar sus escaños. El PP, como he dicho, en lugar de analizar seriamente la cuestión prestó oídos a quienes les adulaban (siempre a cambio de dinero, eso sí) y ahora se encuentran con esto.
Ahora, sin embargo, el descenso de votos se ha agudizado y el PP ha pasado de contar con el 45% de votos en las autonómicas de 2012 al 35%.

Es un hecho que tanto el gobierno regional del PP, como el propio partido regional, atraviesan serios problemas.
En primer lugar, la gestión del gobierno regional de Núñez dista de ser brillante.
En su momento me referí al hecho de que las elecciones autonómicas de 2012 se celebraron antes de que se oficializara el fracaso de la fusión de las cajas auspiciado por el presidente regional Núñez, al amparo de la ideología galleguista. Igualmente, en aquellas elecciones se utilizó como carta un supuesto contrato con Pemex para salvar de su agonía a los astilleros gallegos que luego que vio que no existía, aunque, por otras vías, se consiquió que Pemex construyera dos importantes buques en Galicia (eso sí, tras haber comprado a precio de saldo uno de los astilleros que los van a construir).
A ello se añade, en segundo lugar, que la gestión del partido está envuelta en la sospecha de la corrupción, sobre todo en la provincia de Coruña, en el marco de la «operación Pokemon». Una ilustración de ello se encuentra en el hecho, asombroso, de que la porta-VOZ del PP de Galicia, y diputada autonómica, Paula Prado del Río, lleve dos meses muda, sin hacer ni una sola declaración pública, dadas las sospechas sobre una eventual implicación suya en el caso. A mi juicio, la destitución de Paula Prado después de estas elecciones es más que probable. Pero el problema está más arriba.
Me parece, sinceramente, ridícula la explicación dada por el presidente regional Núñez atribuyendo el descenso de votos del PP a la irrupción de PODEMOS. Si este es de verdad el nivel de análisis que tiene el PP de Galicia, creo que el liderazgo del partido tiene un problema más serio de lo que pensaba.

2. El PSOE se mantiene ¿efecto Blanco?
El segundo dato que llama la atención es que el PSOE ha subido, ligeramente, el porcentaje de sus votos. Ha pasado del 20’61% en las autonómicas de 2012 al 21’73%.
No creo que este ligero ascenso, tanto más llamativo por cuanto que se produce en un contexto de grave hundimiento del PSOE, sea debido al «glamour» de la candidata Elena Valenciano Martínez-Orozco.
A mi juicio, este buen resultado, dadas las circunstancias y los antecedentes, se explica por el «efecto Blanco». Esto puede significar que el «exilio» de José Blanco López en el Parlamento Europeo puede ser muy corto y su regreso a Galicia puede precipitarse.
Máxime si tenemos en cuenta que el actual líder del PSOE gallego, José Ramón Gómez Besteiro, también está implicado en la red de corrupción que se investiga en la «operación Pokemon» y existen probabilidades de que sea imputado.

3. IU-AGE se consolida como tercera fuerza a pesar del ascenso de Podemos
El tercer dato relevante es que la coalición de IU con la formación nacionalista galelga ANOVA, la «Alternativa Galega de Esquerdas» (AGE) consolida la tercera posición que obtuvo en las elecciones autonómicas de 2012.
Ahora bien, es un dato preocupante para la coalición AGE que haya bajado sus votos del 13’90% en 2012 al 10’52%.
Las causas de este descenso son, creo, dos.
Una es interna: en estos dos años, la coalición AGE ha conocido de algunas tensiones que no fueron adecuadamente gestionadas. La principal fue la crisis derivada por la sustitución del diputado autonómico David Fernández Calviño (que dejó su escaño para irse a trabajar como investigador a Dinamarca).
La otra causa es externa: el ascenso de «PODEMOS» que, como se ve, ha drenado votos a Izquierda Unida y probablemente también al Bng.

4. El sorprendente ascenso de PODEMOS a la cuarta posición.
La formación liderada por Pablo Iglesias Turrión ha obtenido un éxito ciertamente destacable en Galicia. Ha alcanzado la cuarta posición en Galicia, con un 8’34%.
Este éxito, que no ha sido aislado, es tanto más destacable cuanto que el porcentaje de PODEMOS en Galicia es superior al porcentaje nacional obtenido por esta agrupación. Y a ello se suma el hecho de que el sistema mediático gallego, férreamente controlado desde la Xunta, no prestó prácticamente NINGUNA atención a este partido y a que el mismo no tiene ningún líder mínimamente conocido en Galicia.

5. El hundimiento del Bng
El Bng prosigue su inexorable hundimiento. Si en las elecciones autonómicas de 2012 bajó del tercer al cuarto puesto con un 10’11% de los votos, ahora ha descendido al quinto puesto con un 7’90% de los votos y ello a pesar de presentar una buena candidata, Ana Miranda Paz, que ya había sido diputada europea.
Las causas del declive del Bng son varias.
En primer lugar, el análisis que en su día hizo Xosé Manuel Beiras Torrado para forjar AGE, a saber, que en esta circunstancia histórica, la preocupación por cuestiones identitarias es secundaria ante la magnitud de la crisis político-socio-económica, se ha visto reforzado con la irrupción de PODEMOS que muy probablemente ha extraído votos tanto de AGE como del propio Bng.
A lo anterior se suma el gravísimo erre con Bildu para estas elecciones a pesar de una buena parte de las víctimas de ETA fueron gallegas.

6. El importante, pero aún insuficiente, ascenso de UPyD.
UPyD ha obtenido en Galicia un 3’47% de los votos, el mejor resultado de su historia. Si en las elecciones generales de 2011 había llegado a un 2’1%, vio ese respaldo disminuir hasta un 1’47% en las autonómicas de 2012. Bien es cierto que en las autonómicas parte del voto que podría haber ido a UPyD se lo apropió la formación del ex-banquero Mario Conde Conde, que obtuvo un 1’1%. Aun así, se aprecia un ligero incremento de votos, incluso considerando que esos votos que obtuvo Conde hayan ido ahora a UPyD.
La irrupción de PODEMOS ha hecho que UPyD haya pasado del 5º al 6º puesto en la clasificación, pero ha experimentado un aumento de votos significativo. En este momento UPyD tiene aproximadamente la mitad de votos que el Bng.
A mi juicio, es probable que UPyD haya obtenido sus votos más del PP que del PSOE. La política galleguista y cripto-nacionalista del PP de Galicia hace que, insisto, a mi juicio, una parte de los votos de ese partido se hayan dirigido a UPyD.
Este aumento es muy significativo en las ciudades (La Coruña, Santiago de Compostela, Vigo) donde está por encima del 4%.

7. El fracaso de CIUDADANOS y VOX y otros
Se especuló en su momento que «Ciudadanos», cuyo origen está en Cataluña tuviera mejor eco en Galicia que la «centralista» UPyD. No ha sido así. Aunque Ciudadanos es la 7ª formación política de Galicia, su porcentaje de voto ha sido del 1’61%, es decir, la mitad que UPyD.
Ahora bien, adviértase que si UPyD y Ciudadanos sumaran sus votos, en Galicia conseguirían el 5’28% de votos lo que haría casi segura su presencia en el Parlamento gallego. No me cabe duda de que las direcciones de ambos partidos trabajarán en esa dirección en Galicia.

Llama la atención que el partido que ha obtenido mayor número de votos detrás de «Ciudadanos» haya sido el Partido contra el Maltrato Animal, con un 1’07%, aunque justo es decir que este partido ha obtenido en Galicia un porcentaje algo menor al obtenido en el conjunto nacional.

Notorio ha sido también el fracaso de «Compromiso por Galicia» (aliado de CIU, PNV y CC) que ha reducido aún más sus votos respecto a las autonómicas de 2012, bajando de un 1’01% al 0’95%. El fracaso es tanto más relevante cuanto que los medios gallegos han dado una cierta cobertura a este partido que. en todo caso, ha sido muchísimo o infinitamente mayor que la otorgada a listas que han obtenido similar (Ciudadanos) o muy superior (UpyD, Podemos) resultado.

Igualmente importante ha sido el fracaso de «Vox» en Galicia, donde ha obtenido un 0’77% de votos, porcentaje inferior al conseguido en el conjunto nacional.

8. Conclusión.
Los resultados en Galicia no sólo muestran un fracaso de las encuestas y sondeos de los medios locales (muy llamativa en el caso de la del grupo «Voz» muy próximo a Núñez Feijoo), sino de los medios gallegos en general, cuyo sesgo localista les ha llevado a ningunear absolutamente a formaciones que sin ser consideradas «gallegas» tienen el favor de un número importante de gallegos y publicitar con profusión a formaciones «gallegas» cuyos resultados han sido sumamente pobres.
Si las tendencias actuales se consolidan, se avecina un cambio significativo en la política gallega. No sólo en los gobiernos municipales, donde pueden aparecer nuevas marcas políticas, sino también en el gobierno regional donde es muy probable una pérdida de la mayoría absoluta del PP que, solo en el mejor de los casos, podría salvar el gobierno si una eventual alianza UPyD-Ciudadanos alcanzara representación suficiente y consiguiéndola, permitiera al PP gobernar pues lo que sí es evidente es que la primera posición relativa del PP no parece que vaya a desaparecer.
A la vista de estos resultados, creo improbable que el PP siga adelante con su reforma del sistema electoral gallego para reducir el número de diputados en el Parlamento que puede volverse precisamente contra quien la ha impulsado.

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Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

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