Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

Marruecos acepta tácitamente a la República Saharaui

Es sorprendente que los medios españoles no hablen de ello, pero es así. El Reino de Marruecos ha aceptado, tácitamente, y en dos ocasiones prácticamente consecutivas a la República Saharaui. El hecho, de importancia transcendental, ha ocurrido en Sudáfrica (el 10 de diciembre) y en Kenya (el 11 de diciembre). Algún medio digital marroquí ha llamado la atención sobre el mismo, pero en España (como es costumbre) nadie lo ha hecho. El asunto tiene consecuencias importantísimas.

I. LA RETIRADA DE MARRUECOS DE LA OUA POR LA ACEPTACIÓN DE LA REPÚBLICA SAHARAUI
Para situar la noticia en la magnitud de su contexto conviene recordar un dato importante. En noviembre de 1984 Marruecos se retiró de la Organización para la Unidad Africana (OUA) después de que la República Saharaui (RASD) decidiera tomar asiento en la organización en la que fue admitida dos años antes. Marruecos chantajeó a la OUA con su retirada, después de que la OUA hubiera admitido a la República Saharaui como uno de sus miembros en 1982. La OUA no aceptó el chantaje. Marruecos se retiró de la organización porque consideraba inaceptable compartir sentarse en un foro internacional con la república saharaui.

II. LA RETIRADA DE MARRUECOS DEL FUNERAL DE BEN BELLA POR LA PRESENCIA DE LA REPÚBLICA SAHARAUI
EL 14 de abril de 2012, la agencia oficial del majzen, la siniestra MAP, titulaba así «En raison de la présence protocolaire d’une délégation du Polisario, retrait de la délégation marocaine des obsèques de feu Ahmed Ben Bella». O dicho en español, la delegación marroquí se retiró del funeral por el antiguo jefe de Estado argelino, Ben Bella, por la presencia, decía Marruecos de «una delegación del Polisario», aunque formalmente era en realidad una delegación de la RASD.

III. LA REPÚBLICA SAHARAUI Y EL REINO DE MARRUECOS, JUNTOS EN EL FUNERAL DE ESTADO DE MANDELA
Casi 30 años después, en 2013, la República de Sudáfrica cursó una invitación a diversos Estados para participar en el funeral de Nelson Mandela, el que quizá pueda ser considerado como la (o una de las) figura política más importante de la segunda mitad del siglo XX. El Reino de Marruecos envió como representante de Mohamed VI al príncipe Mulay Rashid (hermano de Mohamed VI con derecho de sucesión al trono) y al ex-ministro de Asuntos Exteriores y actual miembro del Gabinete Real (y auténtico ministro de Exteriores de hecho) Taieb Fassi-Fihri. Por su parte, la República Saharaui se hallaba representada por su presidente, Mohamed Abdelaziz.
Marruecos sabía de antemano que asistía Abdelaziz, entre otras cosas, porque un día antes del Funeral, el día 9 de diciembre, el Gobierno sudafricano publicó la lista de los jefes de Estado asistentes, incluyendo en ella a Abdelaziz.
Es más, en la tribuna, el presidente saharaui y el príncipe marroquí estaban sentados muy cerca y se vieron perfectamente.
Pues bien, los representantes de Marruecos acudieron al funeral sabiendo de antemano que iban a compartir ese acto de Estado con el presidente de la República Saharaui. Y una vez allí y confirmada la presencia del presidente saharaui permanecieron durante todo el acto.
Sólo un medio digital marroquí, que yo sepa, llamó la atención sobre la importancia del hecho.
En España,sin embargo, nadie dijo nada. Y ello a pesar de que el presidente saharaui, Abdelaziz, intercambió algunas palabras con el presidente del Gobierno español, Mariano Rajoy Brey.
Por lo demás, en el funeral de Estado de Mandela, el presidente de los Estados Unidos, Barack Hussein Obama, no dudó en saludar y fotografiarse junto al presidente de la República Saharaui en una foto de gran trascendencia política e histórica.

Por cierto, el modo en que Obama estrecha la mano de Abdelaziz, contrasta con el modo en que estrecha la mano de Mohamed VI.

IV. LA REPÚBLICA SAHARAUI Y EL REINO DE MARRUECOS, JUNTOS EN LA TOMA DE POSESIÓN DEL PRESIDENTE DE KENYA
El miércoles 11 de diciembre, un día después del funeral por Mandela, el presidente Abdelaziz fue invitado en calidad de jefe de Estado para participar en la toma de posesión de su cargo por el nuevo presidente de Kenya, Uhuru Kiniata. El presidente saharaui era uno de los 20 jefes de Estado invitados expresamente para participar en la ceremonia. El Rey de Marruecos, por su parte, estuvo representado por su ministro de Asuntos Exteriores, Salaheddin Mezuar. El Reino de Marruecos conocía, con antelación, la presencia del jefe de Estado saharaui y no tuvo impedimento en acudir. Durante el acto, el ministro marroquí coincidió con el presidente saharaui y no por ello se retiró del acto.
El hecho tiene una doble importancia política.
En primer lugar, esta invitación del nuevo presidente kenyano al presidente saharaui en calidad de «Jefe de Estado» significa que Kenya vuelve a reconocer a la república saharaui. En efecto, el 25 Junio 2005 Kenya reconoció a la república saharaui, pero después, el 26 de junio de 2007, bajo presiones marroquíes decidió «congelar» ese reconocimiento. La invitación al presidente saharaui en tanto jefe de Estado, constituye una confirmación del reconocimiento de Kenya a la república saharaui.
En segundo lugar, la común participación, en tanto representantes de Estado, del ministro marroquí y del presidente saharaui, constituye una nueva aceptación tácita de la República Saharaui por Marruecos, después de la producida en Sudáfrica.

V. CONSECUENCIAS
Las consecuencias de estos hechos son de largo alcance.
En primer lugar, los embajadores o diplomáticos marroquíes fuera de su país quedan desautorizados si se atreven a criticar la presencia de representantes de la República Saharaui en los países en los que están acreditados: ¿cómo criticar a un país por recibir a un representante de la república saharaui si el propio Reino de Marruecos no ha criticado ni protestado a los Estados que han invitado a dichos representantes al mismo nivel de Estado que a ellos?
No sólo eso, el Reino de Marruecos pierde su legitimidad para protestar contra la decisión de cualquier Estado de reconocer a la República Saharaui. En el caso de España, esto significa que la objeción que alguien pudiera plantear contra el reconocimiento de la RASD queda así privada de razón.
En segundo lugar, la decisión marroquí desautoriza no sólo sus propios actos del pasado, sino a los «talibanes del majzen» que tras la retirada marroquí de la OUA criticaron la presencia de la República Saharaui (Gabón y Senegal, muy en especial).
En tercer lugar, la decisión marroquí refuerza la posición de la República Saharaui y del Frente Polisario como representantes del pueblo saharaui, posición que Marruecos ya ha reconocido al Frente Polisario al entablar negociaciones directas con el mismo bajo los auspicios de Naciones Unidas para decidir el futuro del Sahara Occidental.

NOTA
Adviértase que mientras el presidente del Gobierno español, Rajoy, saludó a Obama «en el gimnasio«, el presidente saharaui, Abdelaziz, le saludó en la tribuna de invitados.

@Desdelatlantico

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Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

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