Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

Una fusión letal

No hablo de la catástrofe que supondría la fusión de los núcleos de los reactores de la central de Fukushima, pero alguna lección se puede sacar. Me refiero a la otra fusión, la de las Cajas de ahorro creadas en Galicia que, si nadie lo remedia, desaparecerán. La “causa próxima” del desastre es la decisión del presidente Rodríguez de liquidar las cajas (menos en Cataluña, claro), pero la causa remota está en una fusión que respondió a los intereses de unos pocos gallegos perjudicando los intereses de la inmensa mayoría.

Éranse una vez dos Cajas. Una grande, mal gestionada, con una “exposición al ladrillo” que la situaba al borde de la quiebra técnica. Un periódico “mesetario” (“El Mundo”, concretamente) reveló hace unas semanas que sus gestores cobraban cantidades astronómicas e incluso su director disfrutaba del mar en un yate que no se pagaba él, sino esa misma Caja a la que llevaba, paso a paso, a su fin. La otra caja más pequeña, estaba mejor gestionada, aunque, como el mismo periódico revelaba, no exenta de prácticas nepotistas. Curioso, ningún medio de Galicia ha recogido esta información.

Sucedía que la caja grande estaba tan “expuesta” (eufemismo para “mala situación financiera”) que corría el riesgo de desaparecer. Pero, eso sí, su “gestión” político-mediática era mejor que la de la caja pequeña, esa que sin embargo tenía mejor situación financiera. Y ocurrió que el ala galleguista del PP, apoyada en un periódico que dice defender a “Galicia” impulsó una ley para salvar la ineficiente obligando a una “fusión” de ambas mediante la absorción de la eficiente por la ineficiente. Un puro delirio.

Paradójicamente, el mismo gobierno Rodríguez que ahora liquida las cajas, frenó la aplicación de esa ley. Pero el gobierno regional, impulsado por su ala galleguista, insistió en provocar la “fusión” de los “núcleos” de las cajas. Aunque se intentó, entonces, que fuera “paritaria” (o sea, que tuvieran la misma representación la grande ineficiente y la pequeña eficiente), finalmente se hizo dando el papel central a la eficiente. Regalo envenado: la “herencia” de la ineficiente era demasiado pesada.

La eficiente caja pequeña, pensando más en la mayoría de los gallegos, intentó salvar su presencia en Galicia uniéndose a otras cajas españolas. El lobby político-mediático galleguista consideró aquello una especie de “traición a SU patria”. Resultado: los ciudadanos se han quedado sin caja.

En Galicia, a diferencia de en Fukushima, las autoridades han hecho lo posible para provocar la “fusión” de los “núcleos”. El resultado está a la vista.

NOTA:
Este artículo fue enviado al diario ABC, en su edición de Galicia, para su publicación el día 19 de marzo de este año, fiesta de San José.

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Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

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