Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

Zapatero en el «desayuno de oración»: una nueva ocasión perdida

La presencia del presidente Rodríguez Zapatero en el «desayuno de oración» ha sido un fracaso. Para Rodríguez, naturalmente, pero también, por desgracia, para España. El acto ha retratado al presidente Rodríguez, como persona y como político. Y ese retrato no puede ser peor para los intereses nacionales de España. Lo que podría haber sido una ocasión de oro para promocionar a España se ha convertido en un momento de ridículo para Rodríguez y la nación a la que, sin merecerlo, representa.

La incoherencia de la presencia del «laicista» Rodríguez en el «desayuno de oración» ha quedado demostrada ayer, con contundencia, por tres autores de signo diferente:
– por un lado, desde el saber de la historia, Henry Kamen en un magnífico artículo publicado ayer en El Mundo titulado «Zapatero y su desayuno con ‘la familia’«;
– por otro, desde el saber teológico, César Vidal en un análisis sobre las enseñanzas del Deuteronomio;
– finalmente, desde el saber de la ironía, el dibujante Peridis en El País con una de sus viñetas más geniales.

Pero como ese capítulo ha quedado de sobra demostrado, conviene prestar atención a otra vertiente del acto, a saber, la del fracaso de Rodríguez en la promoción de España en un momento crítico para nuestra nación, no sólo económicamente.

Antes de ello, en honor a la verdad, conviene subrayar dos cosas.
Por un lado, supone un cierto respiro el escuchar que, por fin, el presidente Rodríguez haya asumido el HECHO de que España es una nación. Se ve que ya no piensa que eso no es algo «discutido y discutible». A ver si Doña María Emilia Casas Bahamonde toma nota de lo dicho por Rodríguez y, de una santa (ya que hablamos del «desayuno de oración») vez, declara inconstitucional la «nación» catalana.
Lo que no sé es si a partir de este momento dejará de impulsar leyes que sustituyen el calificativo de «nacional» por el de «estatal» para referirse a España.
Por otro lado, igualmente supone un alivio que el presidente Rodríguez reconozca que España es una nación cristiana. Con seguridad no ha leído a Menéndez y Pelayo, pero parece que por fin ha llegado a una conclusión similar.

Hechas estas aclaraciones, vayamos a la cuestión central: ¿por qué esta intervención ha sido un fracaso?
El presidente Rodríguez ha dicho en su discurso, con razón, que la primera vez que se rezó un Padrenuestro en América del Norte se hizo en español.
Pero convendría que hubiera aclarado por qué. No es que en el buque «Mayflowwer» hubiera embarcado algún español. No.
Lo que debiera aclarar es que fue España, como nación, quien llevó el Cristianismo a lo que hoy son los Estados Unidos de América ¡muchos años antes de que arribara el «Mayflower»!
El presidente Rodríguez ha perdido la ocasión de recordar a algunos de los hombres más importantes de la historia de Norteamérica, que eran españoles y cristianos. El más conocido, quizás, sea el mallorquín Fray Junípero Serra.
El presidente Rodríguez ha perdido la ocasión de recordar lo mucho que debe el «desayuno de oración» a la herencia cristiana que dejó España en América del Norte.
Y el presidente Rodríguez ha perdido la ocasión de recordar que un porcentaje altísimo de los católicos norteamericanos habla en español.

La táctica de conseguir el apoyo de los Estados Unidos a España por esa vía fue una idea, muy buena, de José María Aznar. Aznar quiso convertir a España en un referente de la cultura norteamericana para, a partir de ahí, conseguir establecer un vínculo político firme.

No ha seguido esa vía Rodríguez.
No puede extrañar, siendo Rodríguez, como es, el presidente que permite las prohibiciones del libre uso del español en las escuelas de ciertas partes de España y el presidente que más intenta hacer para eliminar del patrimonio de España el cristianismo.

El presidente Rodríguez hizo una cita del libro del Deuteronomio en su discurso.
Quizá hubiera sido más oportuno que hubiera citado el libro del Éxodo en el que se habla de las plagas que cayeron sobre Egipto. Sus oyentes podrían haber entendido la desgracia que se ha cernido sobre España.

CONTRIBUYE CON PERIODISTA DIGITAL

QUEREMOS SEGUIR SIENDO UN MEDIO DE COMUNICACIÓN LIBRE

Buscamos personas comprometidas que nos apoyen

COLABORA
Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

Lo más leído