Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

Zapatero y los muros: el real banalizado, el imaginado y el ocultado

El presidente Rodríguez ha hablado de muros. Sin conocerlos, claro. Ha comparado el muro real y horroroso de Berlín, con el imaginario muro del franquismo. Aparentemente, pretende comparar al franquismo con el comunismo. Pero en realidad, Rodríguez lo que pretende es banalizar el horror real del comunismo. Y Rodríguez Zapatero hace esto al mismo tiempo que oculta el muro más horroroso que aún permanece: el muro que divide el Sahara Occidental.

I. EL MURO REAL: EL HORROR COMUNISTA
Salvo error mío, el presidente Rodríguez no conoció la Alemania comunista y el muro de Berlín. Yo sí. Yo estuve allí. Yo vi el muro de Berlín no desde el Oeste. Lo vi desde dentro. Me permitiré por tanto, hacer algunas observaciones al Sr. Rodríguez.

Fui a la Alemania del Este, la Alemania comunista, en tren. Crucé la frontera por la localidad de Bebra. La frontera estaba construida con tremendos alambres de espino y torres de vigilancia con individuos armados y con orden de disparar. Los convoyes que entraban en la Alemania del Este eran sometidos a una rigurosa inspección por parte del Ejército germano-oriental. La espera podía ser de 2 o 3 horas. Eso es lo que hacía falta para que los de fuera pudiéramos entrar. Porque la gente de la Alemania del Este, sr. Rodríguez, no podía salir. Nadie podía salir. Sólo quien ha vivido eso sabe que la Alemania del Este era una inmensa cárcel. Un inmenso campo de concentración.

Una vez en Alemania del Este fui a Berlín. A Berlín Este. Y allí caminando por la gran avenida «Bajo los tilos», llegué al final, hasta la puerta de Brandemburgo. Detrás de ella estaba el muro. Delante una zona prohibida y soldados armados vigilando. Pero no vigilaban para impedir que nadie entrara desde el oeste. Sino para que nadie saliera del Este. Recuerdo la sonrisa criminal del soldado que custodiaba en ese punto el área de la Puerta de Brandemburgo cuando advirtió el terror de mi mirada.
Porque la misión del muro de Berlín, Sr. Rodríguez, es que nadie pudiera salir del «paraíso» comunista. Digo nadie. Porque no es que se negara el derecho a salir a los adversarios políticos. Es que no se permitía a nadie.

Rodríguez Zapatero es político activo desde antes de que se derribara el muro de Berlín el 9 de noviembre de 1989. Salvo error mío, antes de su derribo nunca dijo una sola palabra contra este muro del horror.

II. EL MURO IMAGINARIO: EL FRANQUISMO
El Presidente Rodríguez vivió el franquismo más o menos en la época que yo lo vivi. Con una diferencia: él pertenece a una familia acomodada del entorno del régimen. Dudo mucho, por tanto, que sufriera algo en aquellos años. Todo el ruido montado en torno al abuelo Rodríguez Lozano no trata sino ocultar este hecho.
Pero no se trata de conocer las vivencias individuales. Se trata de conocer los hechos objetivos.
Y el hecho objetivo es que yo durante el franquismo sí pude salir del país. Y como yo, la mayor parte de la gente que quiso. Es cierto que algunos se vieron impedidos de salir del país por razones políticas. Pero era un porcentaje reducido.
No sé si el presidente Rodríguez ha advertido que en los mismos años en que la Alemania del Este prohibía a su gente viajar a Alemania del Oeste (fuera por razones familiares o de trabajo) la España de Franco sí permitía a la gente viajar a la Alemania del Oeste. Quizás los orígenes acomodados de la familia del presidente Rodríguez le hayan impedido conocer a emigrantes. Pero yo sí conocí a emigrantes que iban a Alemania.
Es evidente que el régimen de Franco no era una democracia. Pero no todos los sistemas no democráticos son iguales. En unos se puede entrar y salir del país para buscar un futuro mejor… y en otros no. El comunismo se caracterizó, precisamente, porque no sólo no era una democracia…. es que impedía a la gente buscar un futuro mejor en otro país.

III. Y EL MURO OCULTADO: EL SAHARA OCCIDENTAL
Y mientras se celebra el derribo del muro de Berlín, se silencia un muro tan horroroso como aquél. Un muro más largo. Un muro de más de dos mil kilómetros. Un muro rodeado de millones de minas antipersona. Un muro vigilado por más de cien mil soldados. El muro levantado por Marruecos que divide el Sahara Occidental.
Un muro del que José Luis Rodríguez Zapatero no dice nada.

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Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

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