Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

Mentiras sobre el «Cougar»: la manipulación de la violencia islamista

Por un lado, el Ejecutivo se inventa tramas de «yihadistas» que no existen. Pero por otro, se ocultan atentados islamistas que sí existen. Parece contradictorio, pero ambas mentiras sirven a una misma estrategia.

He insistido mucho aquí en que la supuesta «amenaza yihadista» en España es mayormente una invención. Eso sí, una invención que sirve a determinados intereses y permite dar cobertura a siniestras actuaciones.

Pero aunque no lo haya hecho en este blog, en el pasado he denunciado el ocultamiento que ha hecho el Ejecutivo de acciones terroristas islamistas contra España en el extranjero. Y uno de los casos más claros de acción armada islamista contra España en el extranjero es el derribo del helicóptero «Cougar» en Afganistan por los talibanes en agosto de 2005. El gobierno Rodríguez quiso vender aquel ataque islamista como un «accidente» o más insultantemente como un «fallo humano»

El 24 de agosto de 2005 publiqué (en un medio que borró el artículo de su archivo, pero cuya copia reproduje en otro blog) un artículo titulado «Afganistán: ¿qué oculta el gobierno?« donde creo que por primera vez en un medio de difusión nacional se afirmaba la teoría de que «a la (hipótesis de atentado terrorista) apuntan, contra lo que sostiene el Gobierno, casi todos los indicios». Para ello me basé en unas importantes informaciones aparecidas en «La Voz de Galicia», medio que contó con valiosa información aportada por soldados y familiares de soldados implicados en el accidente, gallegos en su mayoría. No es de lo menos notable observar, con estupor, que «La Voz de Galicia» nunca volvió a reivindicar la exclusiva más importante de su historia. En aquel artículo, dije:

La Voz de Galicia ha publicado entre los días 17 y 21 [de agosto] testimonios y análisis demoledores. Me limitaré a sintetizar algunas informaciones. «Un superviviente gallego confirma que los helicópteros fueron atacados»; «Un supuesto líder talibán reivindica el ataque, pero la OTAN pide no especular» (17-VIII-2005). «Bono no descarta el ataque, pero cree que el viento derribó el helicóptero»; «Karzai culpa a una tormenta de arena y un oficial afgano habla de un choque de aspas. Miscelánea de teorías»; «Expertos independientes cuestionan que una racha de aire pueda tirar un Cougar» (18-VIII-2005). «Militares gallegos en Herat dicen que sus mandos les han pedido silencio»; «Los Cougar le pueden al viento» (19-VIII-2005). «El CNI alertó al Gobierno hace dos meses de posibles ataques a naves»; «El comandante del helicóptero que no se estrelló dice que en la zona siempre sopla el viento»; «Soldados gallegos de la Brilat vigilan día y noche los dos helicópteros siniestrados»; «Los ocupantes del segundo aparato dispararon al temer que era un ataque» (20-VIII-2005). «Nuevos restos hallados en el lugar de los hechos serán incinerados» (22-VIII-2005). El mismo día 22 se nos informa que «hace unas semanas dos granadas de mano explotaron cerca de las oficinas del gobernador de Herat», «los clérigos sunníes no ocultan su desagrado esencial por la presencia de tropas extranjeras en su país».

El 15 de febrero de 2006 volví a insistir en esta idea en un artículo titulado «Afganistán pone al descubierto la mentira original de Irak« (en el mismo medio que ha borrado el artículo de su archivo, aunque su contenido fue reproducido en otras webs):

El Gobierno de Rodríguez Zapatero ha mentido sobre el fatal «accidente» del helicóptero Cougar en Afganistán. Pido perdón por la autocita, pero me parece que he sido el primero (o de los primeros) en defender en un medio nacional que aquel hecho se debió a un ataque y no a un accidente. Lo hice el 24 de agosto de 2005, en este mismo medio, en un artículo titulado «Afganistán: ¿qué oculta el Gobierno?«. En aquel momento, escribí que «casi todos los indicios» apuntaban a un derribo en una acción de guerra. Es duro decirlo, pero entonces (24 de agosto) casi nadie (ni siquiera en los medios periodísticos antigubernamentales) dio crédito a esta hipótesis que para mí era evidente.

Los nuevos datos aparecidos hoy en la prensa fortalecen la tesis de que el gobierno del presidente Rodríguez ha mentido para ocultar un atentado islamista: en primer lugar, el empecinamiento del CNI en ocultar la realidad según publica hoy La Razón; y, en segundo lugar, la falsedad documental escandalosa según la cual el ‘secretario’ del atestado del Cougar sólo fue escolta de Bono según recoge El Mundo de hoy.

El empeño en el ocultamiento de la realidad nos da un indicio de la EXTREMA IMPORTANCIA que tiene el caso. En su momento expliqué por qué. Según afirmaba en un artículo titulado «11-M: Afganistán pone en peligro la coartada iraquí» publicado el 12 de julio de 2006 (que también desapareció del archivo del medio que lo publicó originalmente):

asistimos al escandaloso cierre del sumario del 11-M por un juez que reconoce ¡¡que hay datos clave no verificados!! El juez, incapaz de probar que el atentado fuera obra de Al Qaeda, dice que la presencia española en Iraq “influyó” en el atentado. Pero el juez, se olvida ¡ay! de Afganistán. Recordemos aquella portada de “El País” del 14 de marzo de 2004 (día de las elecciones generales): “Todos los indicios señalan a Al Qaeda” (cursiva mía). Y recordemos también el texto de la noticia de portada: la masacre de Madrid fue “una respuesta a la colaboración con Bush (…) en Irak y en Afganistán” (cursivas mías, de nuevo).

Ironías del destino. En el mismo momento en que se pone toda la carne en el asador de la “coartada iraquí”, la “mentira originaria” salta por los aires. El sábado 8 de julio (de 2006) un soldado español murió asesinado por un ataque integrista contra nuestras tropas en Afganistán. Ya en agosto de 2005, la “mentira originaria” sufrió un duro revés con el ocultado ataque al helicóptero Cougar en Afganistán.
Como ya dije en este mismo lugar , la presencia española en Iraq no se diferenciaba en nada, ni jurídica ni políticamente, de la presencia en Afganistán.
(…)
Ahora veremos si el juez Del Olmo en su auto dice que la intervención española en Afganistán “influyó” en los autores del atentado del 11-M

Estos son los hechos. Estas son las mentiras. El ocultamiento de los auténticos ataques islamistas en el exterior se hace por los mismos que inventan tramas «yihadistas» en el interior. Quede para otro artículo la argumentación de por qué. Pero avanzo que la lógica del «cui prodest» es exactamente la misma.

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«Accidente» del Cougar en Afganistán en 2005: ¿se hará por fin luz sobre el atentado? (20-I-2017/24-VIII-2005)

«Caso del Cougar: cada vez más cerca de conocer la verdad» (24-XII-2009)

«Mentiras sobre el «Cougar»: la manipulación de la violencia islamista» (16-III-2009)

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Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

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