Desde el Atlántico

Carlos Ruiz

Marruecos-Irán: realidad y apariencia de una ruptura diplomática

Marruecos ha roto relaciones diplomáticas con Irán el viernes 6 de marzo. Aparentemente la razón es que Irán ha «atacado» al «mundo árabe» al cuestionar la «integridad territorial» de un país árabe, Bahrein, por el hecho de que un alto responsable persa dijera que Bahrein fue una provincia iraní. Pero hay razones para pensar que las cosas no son como parecen, como casi siempre ocurre cuando se habla de nuestro vecino del sur.

Los hechos son los siguientes.
1º. El ex-presidente del Parlamento iraní, Ali Akbar Nateg Nuri ha afirmado que ha habido una etapa histórica en la que Bahrein fue una provincia de Persia. El hecho es, históricamente, innegable.
2º. El Sha de Irán aceptó la celebración de un referéndum de secesión en Bahrein. Como resultado del mismo, en 1971 Bahrein adquirió su independencia. Irán fue uno de los primeros países que reconoció su independencia.
3º. Marruecos mantuvo excelentes relaciones con el sha de Persia hasta que fue destronado.
4º. El 22 de febrero de 2009 el embajador de Irán en Bahrein asegura al ministro de Exteriores de este principado que Irán respeta la independencia de Bahrein y no tiene intenciones anexionistas.
5º. El 4 de marzo de 2009, el ministro de Exteriores de Arabia Saudí, el gran adversario de Irán en la región, pedía a los países árabes que se «unieran» para afrontar el «desafío» iraní.

Primera tesis: solidaridad con Bahrein
Marruecos, país árabe como Bahrein responde de este modo a las declaraciones del dirigente iraní.
Esta tesis no deja de ser cuestionable. En efecto, algo raro hay en la decisión de la corte de Mohamed VI. Y digo que algo raro hay porque Mohamed VI parece ser más «bahreiní» que los bahreiníes, ya que éstos, primeros afectados por las declaraciones iraníes no han roto relaciones diplomáticas con Irán. Insisto, el asunto no es lo que parece.

Segunda tesis: el chiismo amenaza al sunnismo en Marruecos
El sábado día 7 de marzo, el ministro de Exteriores del majzén, Fassi-Fihri decía que el «activismo» iraní atentaba a la unidad del rito malakita en el norte de África. Algunos han acogido en España esta «explicación».
Sin embargo, basta constatar el escasísimo número de chiitas que hay en el norte de África para darse cuenta que esta medida es, en el mejor de los casos, desproporcionada.

Tercera tesis: Marruecos se alinea contra Irán para complacer a USA.
Algunos han avanzado esta tesis.
Sin embargo, resulta muy poco probable. ¿Tiene sentido romper con Irán… ¡justo en el momento en el que la nueva administración norteamericana quiere dialogar con Irán!?

Cuarta tesis: Marruecos se pliega a los deseos saudíes.
Marruecos es un país notoriamente enfeudado a Arabia Saudí desde antiguo. Conviene recordar, aunque muchos se esfuercen en olvidarlo, que fue la muy conservadora y reaccionaria Arabia Saudí quien en el conflicto del Sahara ofreció a Marruecos dinero para hacer la guerra al revolucionario Frente Polisario. Y no sólo dinero, sino un valioso apoyo diplomático especialmente importante en la Liga Arabe. La política marroquí lleva muchos años enfeudada a las causas saudíes. Las relaciones entre los monarcas absolutos de ambos países son constantes y fluidas.
Arabia Saudí e Irán mantienen una disputa no ya sólo religiosa, sino geopolítica en el Medio Oriente. Si Arabia Saudí apoya a los gobiernos de Líbano y de la Autoridad Palestina, Irán apoya a la oposición a ambos. Si Irán apoya a Siria, Arabia Saudí la ataca…. En este contexto no es, ni mucho menos improbable, que la medida marroquí haya sido dictada en Riad.

Quinta tesis: Respuesta a la decisión iraní de reconocer a la RASD.
Irán es uno de los países musulmanes que ha reconocido a la RASD. Fue en 1980. Al año de la caída del Sha Reza Pahlevi, gran amigo de Hassán II.
Marruecos ha intentado en numerosas ocasiones que Irán retire este reconocimiento. Sin éxito. Lo más que ha conseguido es que Irán, tras declarar (8-XII-2008) que mantienen el reconocimiento de la RASD, haya dicho (12-II-2009) que mantiene congeladas sus relaciones con el Frente Polisario. Llama la atención, por tanto, que apenas unos días después de esta decisión iraní, Marruecos rompa relaciones con Irán.

A la luz de lo anterior, concluyo que, en mi opinión, la ruptura de las relaciones entre Marruecos e Irán se explica por las tesis cuarta y quinta, a saber, por una colusión entre, por un lado, el interés del aliado de Marruecos (Arabia Saudí) de aislar a su adversario (Irán) en la región y, por otro lado, la pataleta marroquí por la decisión de Irán de mantener su reconocimiento de la RASD.

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Autor

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental Universidad de Santiago de Compostela

Carlos Ruiz Miguel

Catedrático de Derecho Constitucional
Director del Centro de Estudios sobre el Sahara Occidental
Universidad de Santiago de Compostela

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