Desde el Exilio

Miguel Font Rosell

Ama al prójimo como a ti mismo. Reflexiones de un agnóstico militante

 

De Jesús de Nazaret, no existe prácticamente dato histórico alguno constatable, fidedigno e indubitable, de avatar alguno de su existencia, salvo algunas citas de su muerte en la cruz a manos de los romanos. 

Los historiadores de la época, tanto los que documentaban históricamente los hechos del pueblo judío, del que Flavio Josefo  (antigüedades judías 93 d.C.) era su principal representante, al igual que quienes relacionaban hechos del judaísmo en relación al poder del pueblo romano, como pudieran ser Plinio el joven (112 d.C.), Tácito (116 d.C.), Suetonio (120 d.C.), Luciano (165 d.C.) o Celso (175 d.C.), nada apuntan de forma directa sobre las actuaciones de Jesús.

Si algo medianamente probado queremos conocer acerca del galileo, tenemos que buscarlo en algunas citas indirectas sobre el personaje, que muy poco aportan en cuanto a poder responder a un conocimiento, al menos somero, sobre su persona, su pensamiento y sus acciones.

Por otra parte, el personaje en cuestión no dejo absolutamente nada escrito de su mensaje (difícil pensar en ello cuando anunciaba un inminente fin de los tiempos y solo se dirigía al pueblo judío, a su alcance) ni nada se conoce formalmente sobre su persona por personajes contemporáneos de su entorno, que relataran hecho alguno al tiempo de suceder, que además pudiera ser constatable históricamente.

Toda la literatura existente sobre Jesús proviene de tradiciones orales  puramente subjetivas, recogidas por enardecidos seguidores suyos, comenzando por los primeros escritos suscritos por Pablo de Tarso, quien no conoció a Jesús, para seguir con toda una serie de llamados evangelios, o recolecciones de supuestas actuaciones suyas, suscritas a lo largo de muchos años tras su muerte, lo que no aporta al rigor histórico prácticamente nada, o muy poco que pueda ser realmente fiable, con multitud de versiones diferentes, contradictorias muchas y de una fantasía desbordante otras, pues las transmisiones orales, que a veces no aguantan ni un día, cuanto más, plasmadas por escrito pasadas varias décadas.

De toda la multitud de evangelios conocidos, recopiladores de las transmisiones orales citadas, finalmente son aceptados como “verdaderos” cuatro de ellos, escritos pasados unos 35 años desde su muerte el primero, atribuido a Marcos, aunque se desconoce realmente la identidad de sus autores, para ya seguirle en el tiempo los adjudicados a Mateo, Lucas y finalmente y más tarde a Juan, aunque también, según los distintos historiadores independientes, de autores desconocidos, datando este último de alrededor de un siglo tras la muerte del protagonista de los relatos. A ello añadir los retoques que la Iglesia oficial ha venido haciendo a lo largo de los siglos hasta llegar a lo que hoy se nos transmite.

Consecuencia de ello, los datos de que disponemos a cerca de Jesús, carecen absolutamente de fiabilidad histórica alguna, salvo detalles que puedan avalar los relatos históricos de la época y algunas narraciones de los propios evangelios, relativos al suceder del mundo judio y su relación con el Imperio, y eso en referencia a los dos últimos años de su vida, pues el resto, o es pura fantasía, o carece de toda fiabilidad histórica. Muy recomendable al respecto, entre otros, el libro del mayor experto español en el siglo I, en Pablo y en tantas otras materias en relación a lo expuesto, el profesor Antonio Piñero (Aproximación al Jesús histórico), del que conviene repasar toda su extensa creación, fruto de una larga investigación seria y rigurosa  sobre el particular.

Así las cosas, lo único que sabemos, sin demasiada certeza, pero con cierta probabilidad, es que nos hallamos ante un posible rabino judío, predicador y sanador, obsesionado por un fin de los tiempos muy cercano, prácticamente inminente, y que por ello persigue concienciar a los judíos de que es preciso arrepentirse y prepararse para esa venida inmediata del Padre. Hasta cierto punto, un revolucionario que pretende librar a su pueblo del pecado, hacerlo mejor y convencerles de ello. Sabemos también que formó un grupo de apoyo que le acompañaba en su labor, que algunos creían ver en él a quien habría de liberarlos de los romanos, que su mensaje alteraba a la cúpula de su religión y que finalmente, acusado de sedición, fue juzgado y condenado a muerte por los romanos, quienes, como colofón lo crucificarían, para acto seguido hacerse cargo de sus seguidores, uno de sus hermanos, concretamente el llamado Santiago el Justo, quien sería el conductor en Jerusalén de la secta judía que entonces no debía superar los 50 seguidores.

Lo que vino posteriormente, sobre todo de la mano de Saulo de Tarso y sus discípulos, quienes alteran sustancialmente el mensaje de Jesús y lo elevan a los gentiles, ajenos al mundo judío del galileo, no es más que el principio de una historia en la que todo se interpreta, hasta el punto en el que la actual doctrina, ritos, mandatos de la Iglesia, etc. perece ser que poco o casi nada tienen que ver con el auténtico mensaje de Jesús, quien si hoy levantara la cabeza, para nada reconocería en esa iglesia ni su propio mensaje, ni sus pretensiones de cara a la salvación de nadie.

Si Jesús fue un auténtico revolucionario, no lo fue por ninguno de los inventos sobre su persona que posteriormente ha ido maquinando la iglesia oficial, en el afán de dominio que hoy todos conocemos, ejercido y ejerciente, ni por su supuesto e imaginativo nacimiento, ni por su supuesta y angélica filiación, ni por su fantasiosa resurrección, ni por sus supuestos milagros, ni por nada de lo que hoy se ensalza desde la oficialidad de quien lleva viviendo de explotar su persona durante siglos, sino por algo extraordinario que prácticamente nadie es capaz de cumplir y de lo que todos escapan: “ama al prójimo, como a ti mismo”. Se trata del más importante mensaje dado por nadie que conozcamos, un mensaje que de seguirse cambiaría el mundo radicalmente, un mensaje que acabaría con las guerras, con la miseria, la injusticia, que nada tiene que ver con cielos o infiernos, con orígenes o finales de mundo alguno, el único mensaje que puede salvar a la humanidad, el único que puede hacernos grandes.

Cumple señalar, que precisamente el enorme crecimiento de seguidores que tuvo el galileo a partir de su muerte (entonces nadie se planteaba virginidades ni asuntos de semejante enjundia), se debe precisamente al seguimiento que hacían los que le acompañaban del mensaje en cuestión, tratando de comportarse como una familia, ayudándose unos a otros, formando una especie de seguridad social o de cooperativa en la que aportaban sus posibilidades para el socorro de viudas, huérfanos y necesitados, algo que sin duda tenía un atractivo mayor que cualquier oferta de ayuda en otra vida. Fue precisamente cuando el crecimiento impuso una organización de mayor relieve, que una vez desaparecido el pastor los perros se hicieran cargo del rebaño y acabaran repartiéndose el botín, dejando al rebaño la capacidad de orar, de ser pacientes, de aceptar todos los males y de esperar su recompensa en otra vida de contemplación.  

El mensaje está muy por encima de que alguien haya querido fabricar un dios, de que nos impongan obediencias, virginidades, resurrecciones, milagros y fantasías de todo tipo, ajenas a nuestro propio compromiso, de que nos engañen con el pretexto de que neguemos nuestra propia toma de decisiones, en beneficio de la sumisión a lo que llaman fe, tratando incluso de que pensemos que ello se trata de un don, en lugar de una treta para anularnos y tenernos siempre sometidos con cuestiones menores y marginales, porque saben que prácticamente nadie es capaz de seguir el mensaje, de amar al prójimo en la misma medida que nos amamos a nosotros mismos, no a nuestros seres más queridos, sino a todos, de ofrecer la otra mejilla al enemigo, de ayudarle, de vender todo lo que nos pertenece y dárselo a los pobres. Nadie es capaz de seguir el mensaje de Jesús, por eso se nos exigen otras servidumbres mucho más llevaderas y de mucha mayor conveniencia para el sanedrín, para quienes secularmente han vivido de explotar la ignorancia, el miedo, la desesperanza, la pobreza y el desamparo y nos venden una “salvación” a través de otros caminos.

Ese es el verdadero mensaje de Jesús, el único mensaje salvador, el de un reino que no es de este mundo pero, veamos en qué se ha convertido el mensaje de la mano de una institución creada a su sombra y mantenida por quienes dicen descarada y miserablemente representarle.

¿Quienes son?, ¿Qué hacen?, ¿Donde viven?, ¿De qué viven?.

Se llaman Iglesia, aunque ellos pretendan amparase en el rebaño haciéndoles creer que Iglesia son todos. Viven en un Estado propio, de un patrimonio acrecentado a lo largo de los siglos en los que han ido transformando el mensaje a su conveniencia, al efecto de ir creciendo en poder, riqueza y sumisión de sus seguidores, a cambio de recompensarles en otra supuesta vida tras la muerte. 

Siendo su cúpula los proclamados representantes de su dios en la Tierra, ¿Aman a sus semejantes como a ellos mismos?, ¿venden todo lo que tienen para dárselo a los pobres? ¿su reino es de otro mundo?

          Que cada cual en conciencia crea lo que estime más oportuno, pero esta es la cruda realidad de su situación actual, hasta cierto punto menos alejada del mensaje que lo fue en otras épocas en las que la intransigencia, el dominio, la crueldad y la ambición eran incuestionables, pero suficientemente descriptiva.

Veamos.           

Estado de la Ciudad del Vaticano 

*El reino de este mundo, el reino de los representantes de quien su reino no era de este mundo. Se entiende,  ¿no?.

*Se trata de un Estado, sede de una religión, cuyo supuesto Dios, al parecer, consideraba entre otras cuestiones, que para seguirle había que venderlo todo, entregárselo a los pobres y vivir humildemente.

*Se constituye, no obstante, como Estado independiente por el llamado Pacto de Letrán, firmado en 1929 entre Pio XI y el dictador fascista Benito Mussolini, a quien debe su condición de tal Estado. 

*Es el país más pequeño del mundo (0,44 Ha.), aun cuando vive de la rentabilidad de la sumisión de 1.200 millones de creyentes repartidos por todo el mundo.

*Dispone además, bajo su soberanía, de propiedades extraterritoriales vinculadas a su propio Estado, como la impresionante residencia de verano de su gobernante, en Castel Gandolfo, cercano a Roma, construido por Urbano VIII en 1626, sobre la antigua residencia del emperador Domiciano, en una colina a orillas de un lago, de 55 hectáreas de extensión, un 10% mayor que el propio Estado, entre otras grandes propiedades situadas en la ciudad de Roma.

*Se trata de una de las pocas Ciudades-Estado que quedan en el mundo.

*Dispone de bandera, himno, idioma propio (latín), pero no de moneda.

*Solo 300 personas tienen la nacionalidad vaticana, nacionalidad que se obtiene por concesión. 

*Prácticamente no existen nacidos vaticanos, siendo operativamente nulo el indice de natalidad.

*En el Vaticano reside el Papa en ejercicio, el Papa dimisionario, 73 cardenales, 306 miembros del Cuerpo Diplomático, 49 sacerdotes, 1 religiosa, 83 guardias suizos (el resto en Castel Gandolfo), 25 hombres seglares y 31 mujeres, en su mayoría empleadas del Estado, con sus cónyuges e hijos. 

*Todo su suelo es urbano, no disponiendo ni de suelo rústico, ni salida al mar, ni aeropuerto, aunque si de varios helipuertos.

*Su dictador (Papa), es elegido de por vida, por una oligarquía de hombres, quienes al hacerlo, dicen estar “iluminados” por el Espíritu Santo.

*Se define como “monarquía absoluta”, aunque se trate realmente de una dictadura teocrática (la única en Europa).

*Su gobernante, acumula en si mismo los poderes legislativo, ejecutivo, y judicial.

*Carece de prensa independiente.

*Las mujeres no solo no tienen derecho al voto, sino que no ocupan ningún órgano de gobierno, ni misión alguna de responsabilidad corporativa.

*En algunos aspectos se trata de un Estado ficción, pues ha delegado parte de su soberanía en el Estado italiano.

*Tiene una larga historia de gobernantes, en la que destacan, al lado de una mayoría de buenas personas, gran cantidad de delincuentes de todo tipo, tanto en materia de sexo, dinero, asesinatos, torturas, guerras, etc.

*Juan Pablo II, tuvo que pedir perdón por atrocidades cometidas con anterioridad por la Inquisición, las cruzadas, la guerra santa, la judeofobia, la pedofilia (actual), etc.

*Dispone de un pequeño ejercito, la Guardia Suiza, compuesta por 100 soldados, todos varones, encargados de la seguridad particular del jefe del Estado.

*Para pertenecer a la Guardia Suiza es preciso ser soltero, católico y de entre 18 y 30 años, con exclusión de los bajitos.

*Existen 130 policías, cedidos por el Estado italiano, aparte de la guardia suiza.

*Tiene la tasa de delincuencia mayor del mundo (más de 1.000 delitos al año), aunque no sean cometidos por sus nacionales.

*Existe cárcel, donde recientemente cumplió condena el ex mayordomo del Papa dimisionario. 

*Los vendedores ambulantes pueden ser castigados a 3 meses de cárcel. 

*Dispone de la edad más baja para el consentimiento sexual de toda Europa (12 años), al igual que Angola, siendo ambos los únicos dos países en el mundo en que se da esa circunstancia.

*La pena de muerte fue abolida hace menos de 50 años, en 1969, por Pablo VI.

*En materia legal, está regido por 425 leyes, entre las que llaman la atención la prohibición de circular en bicicleta, ir en automóvil a más de 30 km./hora, la prohibición de militar en partidos políticos para la guardia suiza o para un seglar con responsabilidades en la institución religiosa, la pérdida de la nacionalidad vaticana para separados o divorciados, etc.

*La jornada laboral es de 33 horas semanales y de 39 para los subalternos.

*Es la mayor renta per cápita del mundo (no existen pobres).

*Dispone del mayor patrimonio artístico del mundo, valorado muy por encima de cualquier otro conocido.

*No produce mercancías, ni agricultura, ni ganadería. 

*La gasolina cuesta la mitad que en Italia al no haber impuestos a su consumo.

*La corrupción es absoluta en gran parte de materias, algo con lo que se propuso acabar Juan Pablo I, al poco de ser elegido, antes de fallecer en extrañas y no aclaradas circunstancias, o Benedicto XVI antes de dimitir del cargo, también por circunstancias nada claras.

*El Estado se financia  por instituciones de católicos de todo el mundo, beneficios de la banca, donaciones, herencias, muchas de ellas fraudulentas o forzadas, turismo, venta de publicaciones, explotación comercial de milagros, santuarios, adoraciones, beatificaciones (hacer un santo cuesta entre 200.000 y 500.000 euros), anulaciones matrimoniales, etc.

*Acopia el segundo tesoro en oro mayor del mundo.

*La fortuna de la Iglesia se estima en dos veces la capacidad de acabar con la pobreza en el mundo.

*Solo en España, la Iglesia cuenta con más de 100.000 propiedades inmobiliarias. En la ciudad de Toledo, el 70% de su casco antiguo pertenece a la Iglesia. 

*Solo la archidiócesis alemana de Colonia tiene una fortuna declarada de más de 3.400 millones de euros.

*En Italia es dueña del 22% de todo su patrimonio inmobiliario. 

*Entre las revelaciones de “Vatileaks” está el que varios papas, ya fallecidos, tenían cuentas a su nombre.

*Dispone de una banca nacional, el Instituto para la Obra de Religión (IOR), prácticamente no sometido a control internacional alguno.

*El IOR, en un Estado de 800 habitantes, dispone de más de 35.000 cuentas abiertas, con activos cercanos a los 10.000 millones de euros.

*Según sus propios datos: “hasta el 31 de diciembre 2017 el patrimonio del Instituto al neto de la distribución de las ganancias equivale a 627,2 millones de Euros, correspondiente a un capital Tier 1 del 68,26%, (64,53% en el 2016),  que evidencia la elevada solvencia del Instituto y el perfil de bajo riesgo”.

*Entre las inversiones de la Banca vaticana, figuran inversiones financieras en sectores inmobiliarios, acciones de compañías multinacionales como la petrolera Exxon, la química Dow Chemical, General Motors, IBM, Disney, e incluso una TV porno en Eslovenia, entre multitud de ellas más.

*Se estima que la fortuna conocida no es más que la punta del iceberg, pues es de todo punto imposible el conocer fidedignamente el alcance de todo su capital, en su mayor parte opaco y de variopintas procedencias.

*En 1979 quiebra el Banco Ambrosiano, quien llevaba las finanzas internacionales del Vaticano, siendo asesinado su director Roberto Calvi. El banco se dedicaba entre otras actividades probadas, al blanqueo de dinero de la mafia. 

*No posee impuesto sobre la renta, pero no hay limitación ni a la importación, ni a la exportación de dinero, de ahí su vinculación con la mafia, el blanqueo y la evasión de capitales.

*Hoy la Banca Vaticana, no sometida a organismo de control alguno, es directamente gestionada por cinco cardenales.

*Se trata del único país del mundo en el que no hay hoteles, pero cuenta con el mayor número de helicópteros y cadenas de TV per cápita del mundo.

*Es el único pais en el mundo que no ha participado  nunca en los juegos olímpicos.

*No existe libertad de culto.

*Es visitado por alrededor de 15 millones de turistas al año.

*Carece de Constitución, pero se puede asegurar que su ley suprema es la Biblia.

Aceptando que se encuentran en las antípodas de considerar que su reino no es de este mundo y que lo de vender todo cuando se tenga y dárselo a los pobres no va con ellos, con este panorama, ¿serán capaces de llevar a buen término el mensaje de Jesús de amar al prójimo como a uno mismo?. Pongamos para ello un sencillo caso de rabiosa actualidad, la inmigración ilegal, el éxodo de multitud de desheredados que llaman a nuestra puerta en demanda de auxilio, de no morirse de hambre, de buscar la esperanza, de una dignidad perdida.

En materia de inmigración, aun cuando se trata del país con mayor renta per cápita del mundo, capaz de acabar con la pobreza y que su “Constitución” es quizá la única que cita la necesidad de acoger al necesitado, considerarlos como hermanos y quererlos como a uno mismo, etc., no solo carece de refugiados, sino que ni ha hecho actitud alguna de acogerlos, ni se espera que la haga, a pesar del escándalo que supone para su regidor, quien se escandaliza urbe et orbe, lo que está sucediendo en el Mediterráneo, y con los muros existentes en determinados países para frenar la inmigración ilegal, aunque él no se comprometa a nada. Tampoco se espera, por parte de la banca vaticana, inversión alguna en los países productores de dicha inmigración para solventar ese éxodo de miseria y muerte cotidiana, y mira que caben desheredados de la Tierra en el interior de San Pedro de 2,3 hectáreas (mayor que un portaviones), y mira que sobra tela en la banca Vaticana para acogerlos, darles de comer, vestirlos, formarlos profesionalmente y finalmente darles trabajo en los miles, millones de propiedades que le pertenece a la magna institución, salpicados por todo el planeta (no le des un pez, enséñale a pescar).

Ante el claramente diáfano mensaje de Jesus de amar al prójimo como a uno mismo y de vender todo lo que se tiene y dárselo a los pobres, ¿qué es lo que cuesta entender?. ¿Qué importan supuestas resurrecciones, virginidades, santidades y demás fantasías ante una realidad tan cruda y desesperada cuya salida vio bien clara aquel hombre que fracasó en su empeño, abandonado incluso en sus últimos momentos por quien consideraba su dios, pero que nos dejó el mensaje más grande que jamás nadie ha tenido la osadía de endosarnos (ese fue su triunfo), un mensaje al que estos embaucadores, pretendidos sucesores de quien han conseguido convertir en su primera víctima, tratan de dar la espalda y distraernos con todo tipo de idolatrías (que su propio Antiguo Testamento condena) que rivalizan en una especie de aquelarre (la llamada semana santa) de la incongruencia y del papanatismo de un pueblo que sigue con sus temores, con sus sumisiones y sus irracionalidades pero que, del mensaje de Jesús, incluso de su indignación ante los mercaderes, sigue sin querer saber lo más mínimo, ni las ovejas, ni desgraciadamente, muerto el pastor, los perros, quienes se lucran de ello.

Es la reflexión de un agnóstico, que es plenamente consciente que del origen y del fin de todo nada sabemos, y que no pasa nada por ello, a quien la existencia de los dioses le trae sin cuidado, que por un lado le sulfura el engaño bobalicón y constante de quienes viven de ello con insultante descaro, pero que a ello casi le supera el papanatismo de quienes son incapaces de atesorar criterios propios de pensamiento y se entregan mansamente a tales manipulaciones, mirando siempre hacia otro lado, desoyendo conciencias y haciendo oídos sordos, amparados en el rebaño, incapaces de practicar un mensaje tan claro como: vende lo que tienes, dáselo a los pobres y ama a tu prójimo como a ti mismo. Si no eres capaz de eso, ni el resto de todo aquello a lo que te entregas vale lo más mínimo, ni te llames seguidor de Jesús, pues no estas siguiendo al pastor, sino a los perros. Así de claro, que le vamos a hacer…

De todas formas, puedes seguir engañándote, mirar hacia otro lado, buscarte mil disculpas, emplear todo tipo de interpretaciones, etc. lo hacemos todos… incluso cuando un pobre hombre en la calle, ese al que tienes que amar como a ti mismo, te pide un mísero euro, porque tiene hambre. Ni le das el euro, ni menos te lo llevas a tu casa y lo sientas a tu mesa para que coma, aunque, eso si, cuando tu te sientas, en un acto de vanidad, insolidaridad e hipocresía, agradeces a tu dios los alimentos que te vas a jamar, aun sabiendo que ese dios, que al parecer a ti te los proporciona, en su infinita bondad, permite que otros, a millones, se mueran de hambre, en una muerte espantosa que generalmente alcanza a más niños que mayores. Pero el pobre (lo que hagais a los pobres me lo haceis a mi), seguro que me quiere engañar, lo que sucede es que es un vago, va sucio, huele mal, o quizá peor, un maleante que si me descuido me roba… ¿a ese voy a amarle, tanto como me amo a mi mismo?.

Aunque eso si, mañana hay procesión, y en un Estado no confesional como el nuestro, es preciso poner la calle a disposición de una religión y desalojarla de vehículos, llegar a tu casa dando todo tipo de vueltas, aparcar en casa de…, vengas o no cargado, lleves a un impedido, o lo seas tu mismo, pues lo primero es el culto a la idolatría que han de presidir nuestras teóricas aconfesionales autoridades, quienes de profesar tal religión deberían ir entre el público, y no presidir un acto ajeno al interés general, que además viene acompañado de la orfandad de la comunicación escrita el siguiente día, pues en un Estado laico todavía arrastramos esa ancestral costumbre, íntimamente ligada a un planteamiento religioso, que todavía sigue imponiendo su forma de ver las cosas, ocupando nuestros espacios, nuestros tiempos y nuestras necesidades. Por cierto, como hay tantos y tantas donde escoger, militar en su cofradía y defender a capa y espada, ¿tu de qué virgen o de qué cristo eres?.

Si, se trata de rebaño y de pastores a los que poner en entredicho, pero ¿que otra cosa hizo Moises con quienes hicieron su causa en la idolatría, o Jesús con los mercaderes del templo por la misma cuestión, o Mahoma con los animistas africanos?. Al menos judíos y musulmanes, seguidores del Padre, tomaron nota, no veneran imágenes y siguen el mensaje de sus profetas.

Ya sé que la pregunta, tras este homenaje al mensaje de Jesús en forma de censurar a su pueblo, es la lógica en quien se siente atacado: Y tú, ¿de qué vas?.

Pues de nada, ya anuncié mi militancia en el agnosticismo, en confesar que al igual que todos, nada sé de un hipotético mas allá, con la diferencia en que lo reconozco y no me altera demasiado, pero es que mi reino sí es de este mundo, por lo que me traen al pairo las creencias en Moises, Jesús, Mahoma y no digamos Abraham, y otros tantos que nada me aportan. No necesito creer ni tener ningún dios a mi lado, soy como soy, lo soy por mi mismo y en caso de que tras este mundo nuestro exista otra existencia, iré encantado donde ello me lleve, asumiendo gustosamente mi bagaje, por lo que no espero llegar habiendo cumplido indicaciones de nadie, ni sometido por panda alguna de vividores, y si respondiendo de mis actos, mis decisiones y a donde mi raciocinio me haya llevado. 

En este mundo, en el que todos estamos y al que pertenecemos, me importan quienes han aportado tanto al progreso, al conocimiento, a la ciencia, a la certeza, a ser mejores, y no a las creencias, a las intransigencias y a las guerras por su causa. Me importan personajes como Einstein, Darwin, Fleming, Leonardo, Newton, Ghandi, Galileo, Edison, Velázquez, Miguel Angel, Bill Gates, y tantos otros, pero si sé reconocer que el mensaje del galileo: “ama al prójimo como a ti mismo” es el único que puede cambiar el mundo, aunque sus destinatarios ni hayan sabido ni querido seguirlo, perdidos en liturgias, idolatrías, fantasías y absurdas creencias que les imponen los perros guardianes del rebaño.

Curiosamente, del galimatías de las tres personas y un solo dios, por supuesto “verdadero”, las dos primeras personas, el Padre (judío), el Hijo (judio) y el Espiritu Santo (convertido al cristianismo y muñidor del reino terrenal), los dos primeros consideran la idolatría como una de las mayores perversidades, mientras el Espíritu Santo, esa persona que prácticamente la casi totalidad de cristianos no sabrían ubicar, ni explicarte racionalmente en que consiste, salvo el justificar a la Iglesia en todos sus ocurrencias, ni qué tiene que ver en todo esto, salvo lo de iluminar a los cardenales a la hora de elegir Papa, lo que a lo largo de la historia digamos que no le ha salido demasiado bien en muy señalados momentos, no solo no considera la idolatría una perversidad, sino que la ha fomentado, la fomenta y posiblemente la seguirá fomentando. Pues bien, considerando que el Padre es la única persona común a las tres religiones monoteístas  y tan dios como el Espíritu Santo. ¿A quien creer?.

Jesús no precisa ser parte de dios alguno, donde las otras partes van cada uno a su aire, solo que le sigan y asuman su mensaje, absolutamente ajeno a la adoración y veneración de enriquecidas y enjoyadas supuestas imágenes de su persona y de su madre, desfilando por las calles en un apoteosis de desbordada idolatría. 

No obstante, el año que viene… más.

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Miguel Font Rosell

Licenciado en derecho, arquitecto técnico, marino mercante, agente de la propiedad inmobiliaria.

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