Desde el Exilio

Miguel Font Rosell

!Oh, los idiomas…!

 

El idioma es el proceso culminativo de la capacidad de comunicación del genero humano, es uno de los patrimonios mas preciados con los que contamos a la hora de relacionarnos, de intercambiar ideas, mercancías, sensaciones, sentimientos, etc. Es algo que significa una clara distinción sobre el resto de los animales, los cuales disponen de instrumentos de comunicación mucho más sencillos, aunque no exentos de efectividad, de los que desconocemos en casi su totalidad el contenido de los mismos, así como las posibles variantes que puedan darse en función de razas, lugares de procedencia o situaciones, algo que si influye notablemente en el ser humano a la hora de entenderse, aunque no siempre pacíficamente .
Hoy en día es absolutamente imposible determinar el número de lenguas que se hablan en el mundo, aunque se estima que está entre las 5.000 y las 7.000.
Si nos centramos en el número de personas, en millones, que tiene como lengua materna un determinado idioma y a su lado referenciamos el uso que de esa lengua se hace en el mundo, siempre disponiendo de cifras altamente cambiantes, obtenemos la siguiente lista:
Chino mandarín 950 1.200
Español 470 550
Inglés 375 1.100
Hindi 310 490
Arabe 255 600
Portugués 215 250
Bengalí 205 215
Ruso 155 280
Japonés 130 135
Punjabí oriental 110 115
Alemán 100 180
Francés 80 220
Coreano 80 210
De ello podemos extraer varias conclusiones, entre ellas que aun cuando el idioma mas hablado en el mundo sea el chino mandarín, ello se debe principalmente a la densidad de población existente en una parte muy concreta del mundo que, aunque de gran tamaño, no tiene prácticamente la menor influencia en el resto en cuanto a su idioma, lo que también sucede con el Hindi, el Bengalí o el Punjabí oriental.
Otra de las conclusiones importantes es que hoy en día el inglés, aun cuando se trata de la tercera lengua materna, es el primer idioma en el mundo en cuanto a utilización a todos los niveles, fruto sin duda del enorme nivel de colonización de Gran Bretaña en el mundo y del alto nivel, tanto económico como cultural o científico, de aquellas zonas en las que está más implantado, sobre todo por su protagonismo en América del norte.
También que aun cuando se trate de la quinta lengua de origen, el árabe es la segunda lengua efectiva, al tratarse de la que hablan en la práctica totalidad de los países de confesión musulmana.
Otros idiomas como el francés o el portugués, deben también su expansión a su antigua actividad colonial.
Finalmente, el español se ha convertido ya hoy, si exceptuamos el chino por las razones apuntadas, en el primer idioma hablado como lengua materna en el mundo, debido sin duda a nuestra actividad colonizadora, siendo, tras el chino, el inglés y el árabe, la lengua más hablada en el mundo con alrededor de 550 millones de personas que tienen nuestra lengua como instrumento de comunicación.
Pero, ¿que pasa en España?
El idioma oficial en España, el obligatorio en cuanto a su conocimiento para todos los ciudadanos es, según nuestra Constitución, el castellano, o la lengua española, como lo define nuestra Real Academia, aun cuando se reconocen otras lenguas, más o menos habladas, en alguna de nuestras Comunidades Autónomas, haciéndose eco de ello, nada menos que 7 de los distintos Estatutos de Autonomía de distintas Comunidades, concretamente las de Euskadi, Cataluña, Galicia, Comunidad Valenciana, Navarra Islas Baleares y Asturias.
A esos efectos y con datos de 2005, voy a citar a continuación los porcentajes del uso exclusivo del castellano, del idioma particular, del uso indistinto, y otros, en esas comunidades:
Cataluña 55,0 31,7 3,8 9,5
C. Valenciana 60,8 28,8 9,5 0,9
Galicia 30,1 52,0 16,3 1,6
Euskadi 76,1 18,8 5,1 0,0
Baleares 47,7 42,6 1,8 7,9
Navarra 81,9 5,7 3,8 8,6
Asturias 58,6 17,7 20,5 3,2
De ahí también se pueden sacar varias conclusiones, pues tales porcentajes son consecuencia de una macro encuesta donde las respuestas no son necesariamente de plena exactitud. La primera es que en Euskadi y sobre todo en Navarra, en donde el vasco es idioma oficial, 3 de cada 4 en Euskadi, y 4 de cada 5 en Navarra, solo hablan castellano, y que también en la comunidad valenciana, Asturias y Cataluña, el castellano es el idioma que habla la mayoría, encontrándose ambos idiomas prácticamente en equilibrio en Baleares y siendo en Galicia, en la única comunidad en la que se habla más el gallego que el castellano, aunque al igual que en Asturias se utilizan ambos idiomas al mismo tiempo en porcentajes altos de la población, mientras en Navarra el euskera solo lo habla algo menos del 6% de la población. Finalmente señalar que, curiosamente, en Baleares se habla en mayor porcentaje el catalán que en la propia Cataluña.
No obstante lo indicado, por mi condición de catalán y por haber vivido casi la totalidad de mi vida en Galicia, aun cuando hablo ambos idiomas (mi interés por el gallego en la dictadura, y mi biblioteca, me proporcionaron entonces alguna que otra sorpresa), he de hacer algunas matizaciones: Hoy en Cataluña, donde el idioma oficial en la práctica, muy por encima del castellano, es el catalán, no llega a un tercio de la población quienes se expresan en catalán habitualmente, al contrario de lo que sucedía en la dictadura, en la que el idioma oficial era para absolutamente todo el castellano, y donde la inmensa mayoría de la población, no obstante, se manifestaba únicamente en catalán. En este sentido, mi caso es paradigmático, ya que habiendo nacido en el centro de Barcelona, llegué a Vigo con 5 años y solo hablaba catalán. El caso de Galicia es radicalmente el contrario, ya que los porcentajes reseñados pueden sorprendernos enormemente (no tanto tratándose de una encuesta “al revés te lo digo para que lo entiendas”) a quienes vivimos en una ciudad como Vigo, donde el uso del castellano es mayoritario, pero no lo es tanto en el resto de las grandes ciudades gallegas, y sobre todo en las pequeñas ciudades y en el rural, donde el uso del gallego está más generalizado. También en mi caso he vivido lo ocurrido al respecto en la dictadura, en una época en la que hablar gallego estaba mal visto, pues se consideraba algo propio de la aldea, de manera que en las ciudades, la práctica totalidad hablaba únicamente castellano, siendo así que ciudadanos de las capitales, de mas de 60 años de edad, prácticamente casi ninguno puede expresarse actualmente con soltura en gallego.
Lo que si es evidente es que en las Comunidades Autónomas reseñadas, el idioma se ha convertido en un elemento de distinción, de confrontación en algunos casos y de expresión de lo políticamente correcto en detrimento del castellano, propiciado todo ello, en la mayor parte de las veces, no tanto por el pueblo en general como por los políticos que rigen tales comunidades, o por minorías independentistas altamente intolerantes a quienes invariablemente han coreado gran parte de los medios, algo que sorpresivamente se ha convertido en “progre”, lo que ha hecho que el resto de los políticos se hayan entregado a ello simplemente por cuestiones electoralistas, de no ser tachado de “españolista”.
Veamos, no obstante, que dice nuestra Constitución al respecto y los distintos Estatutos de Autonomía de las distintas Comunidades en las que se considera algún idioma concreto distinto del castellano.
Constitución española, de 29 de diciembre de 1978. Artículo 3º:
1 El castellano es la lengua española oficial del Estado. Todos los españoles tienen el deber de conocerla y el derecho a usarla.
2 Las demás lenguas españolas serán también oficiales en las respectivas Comunidades Autónomas de acuerdo con sus Estatutos.
3 La riqueza de las distintas modalidades lingüísticas de España es un patrimonio cultural que será objeto de especial respeto y protección.
Estatuto de Autonomía del Pais Vasco, de 18 de diciembre de 1979. Artículo 6º:
1. El euskera, lengua propia del Pueblo Vasco, tendrá, como el castellano, carácter de lengua oficial en Euskadi, y todos sus habitantes tienen el derecho a conocer y usar ambas lenguas.
2. Las instituciones comunes de la Comunidad Autónoma, teniendo en cuenta la diversidad socio-lingüística del País Vasco, garantizarán el uso de ambas lenguas, regulando su carácter oficial, y arbitrarán y regularán las medidas y medios necesarios para asegurar su conocimiento.
3. Nadie podrá ser discriminado por razón de la lengua.
4. La Real Academia de la Lengua Vasca-Euskaltzaindia es institución consultiva oficial en lo referente al euskera.
5. Por ser el euskera patrimonio de otros territorios vascos y comunidades, además de los vínculos y correspondencia que mantengan las instituciones académicas y culturales, la Comunidad Autónoma del País Vasco podrá solicitar del Gobierno español que celebre y presente, en su caso, a las Cortes Generales, para su autorización, los tratados o convenios que permitan el establecimiento de relaciones culturales con los Estados donde se integran o residan aquellos territorios y comunidades, a fin de salvaguardar y fomentar el euskera.
Estatuto de Autonomía de Cataluña, de 18 de diciembre de 1979, corregido en 19 de julio de 2006. Artículo 6:
1. La lengua propia de Cataluña es el catalán. Como tal, el catalán es la lengua de uso normal y preferente de las Administraciones públicas y de los medios de comunicación públicos de Cataluña, y es también la lengua normalmente utilizada como vehicular y de aprendizaje en la enseñanza.
2. El catalán es la lengua oficial de Cataluña. También lo es el castellano, que es la lengua oficial del Estado español. Todas las personas tienen derecho a utilizar las dos lenguas oficiales y los ciudadanos de Cataluña el derecho y el deber de conocerlas. Los poderes públicos de Cataluña deben establecer las medidas necesarias para facilitar el ejercicio de estos derechos y el cumplimiento de este deber. De acuerdo con lo dispuesto en el artículo 32, no puede haber discriminación por el uso de una u otra lengua.
3. La Generalitat y el Estado deben emprender las acciones necesarias para el reconocimiento de la oficialidad del catalán en la Unión Europea y la presencia y la utilización del catalán en los organismos internacionales y en los tratados internacionales de contenido cultural o lingüístico.
4. La Generalitat debe promover la comunicación y la cooperación con las demás comunidades y los demás territorios que comparten patrimonio lingüístico con Cataluña. A tales efectos, la Generalitat y el Estado, según proceda, pueden suscribir convenios, tratados y otros mecanismos de colaboración para la promoción y la difusión exterior del catalán.
5. La lengua occitana, denominada aranés en Arán, es la lengua propia de este territorio y es oficial en Cataluña, de acuerdo con lo establecido por el presente Estatuto y las leyes de normalización lingüística.
Estatuto de Autonomía de Galicia, de 6 de abril de 1981. Artículo 5º:
1. La lengua propia de Galicia es el gallego.
2. Los idiomas gallego y castellano son oficiales en Galicia y todos tienen el derecho de conocerlos y usarlos.
3. Los poderes públicos de Galicia garantizarán el uso normal y oficial de los dos idiomas y potenciarán la utilización del gallego en todos los órdenes de la vida pública, cultural e informativa, y dispondrán los medios necesarios para facilitar su conocimiento.
4. Nadie podrá ser discriminado por razón de la lengua.
Estatuto de Autonomía del Principado de Asturias, de 30 de diciembre de 1981, corregida en 2002. Artículo 4º:

1. El bable gozará de protección. Se promoverá su uso, su difusión en los medios de comunicación y su enseñanza, respetando en todo caso, las variantes locales y la voluntariedad en su aprendizaje.
2. Una ley del Principado regulará la protección, uso y promoción del bable.
Estatuto de Autonomía de la Comunidad Valenciana, de 1 de julio de 1982, corregido el 10 de abril de 2006. Artículo 6º:
1. La lengua propia de la Comunitat Valenciana es el valenciano.
2. El idioma valenciano es el oficial en la Comunitat Valenciana, al igual que lo es el castellano, que es el idioma oficial del Estado. Todos tienen derecho a conocerlos y a usarlos y a recibir la enseñanza del, y en, idioma valenciano.
3. La Generalitat garantizará el uso normal y oficial de las dos lenguas, y adoptará las medidas necesarias para asegurar su conocimiento.
4. Nadie podrá ser discriminado por razón de su lengua.
5. Se otorgará especial protección y respeto a la recuperación del valenciano.
6. La ley establecerá los criterios de aplicación de la lengua propia en la Administración y la enseñanza.
7. Se delimitarán por ley los territorios en los que predomine el uso de una y otra lengua, así como los que puedan ser exceptuados de la enseñanza y del uso de la lengua propia de la Comunitat Valenciana.
8. La Acadèmia Valenciana de la Llengua es la institución normativa del idioma valenciano.
Ley de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra, de 10 de agosto de 1982. Artículo 6º:
1. El castellano es la lengua oficial de Navarra.
2. El vascuence tendrá también carácter de lengua oficial en las zonas vascoparlantes de Navarra.
Una ley foral determinará dichas zonas, regulará el uso oficial del vascuence y, en el marco de la legislación general del Estado, ordenará la enseñanza de esta lengua.
Estatuto de Autonomía de las Islas Baleares, de 25 de febrero de 1983, corregido el 28 de febrero de 2007. Artículo 4º:
1. La lengua catalana, propia de las Illes Balears, tendrá, junto con la castellana, el carácter de idioma oficial.
2. Todos tienen el derecho de conocerla y utilizarla, y nadie podrá ser discriminado por razón del idioma.
3. Las instituciones de las Illes Balears garantizarán el uso normal y oficial de los dos idiomas, tomarán las medidas necesarias para asegurar su conocimiento y crearán las condiciones que permitan llegar a la igualdad plena de las dos lenguas en cuanto a los derechos de los ciudadanos de las Illes Balears.
Algunas conclusiones:
Evidentemente, de todo lo expuesto se pueden sacar muchas conclusiones, aunque la primera es la que emana de nuestra Constitución, quien deja bien claro que el castellano es el idioma que todos tenemos el deber de conocer y el derecho de usar, pero deber en si, de manera que ningún español puede alegar su desconocimiento, pues todos los españoles, si queremos, podemos entendernos usando nuestro extraordinariamente loado exteriormente, idioma común.
La segunda conclusión, en cuanto a lo que emana de la Constitución, es el que el uso de los idiomas propios de cada Comunidad podrá ser oficial de acuerdo a lo que sobre el particular se contenga en sus Estatutos, y la tercera es que la Constitución propugna simplemente el respeto y la protección de los distintos idiomas, no haciendo mención alguna a su promoción, fomento o preponderancia, términos activos de distinto cariz que la pasividad que representa el mencionado respeto y protección.
Siendo así, y si analizamos el contenido que sobre del particular se contiene en los distintos Estatutos, veremos que existen tres que no se separan un ápice del contenido en el texto constitucional, como son los de Valencia, Navarra y Baleares. Que algunos rozan el mencionado contenido, como son los de Euskadi por su mención al “fomento” del euskera, Galicia por la “potenciación” del gallego y Asturias por su “promoción” del bable.
Donde al menos a mi juicio, y al de muchos juristas, se separa el Estatuto del contenido y espíritu de la Constitución, es en el de Cataluña, donde en principio se anuló por ilegalidad el término “uso preferente” del catalán de su apartado 1, aunque prevalezca lo de “lengüa normalmente utilizada como vehicular y de aprendizaje en la enseñanza”, algo enormemente discutible y para muchos recesivo. Otra de las ilegalidades manifiestas, para la inmensa mayoría, es la del “deber” de conocer el catalán para los ciudadanos de Cataluña. No obstante, donde ya el asunto toma tintes un tanto esperpénticos, es en lo del reconocimiento de la oficialidad del catalán en la UE y su presencia y utilización en organismos internacionales. Ante todo esto, lo de la “promoción” parece pacata minuta, mientras lo de oficializar el dialecto que constituye la variedad gascona de la lengua occitana, conocida como aranés en el valle de Arán, hablada por algo menos de 3.000 habitantes, resulta poco menos que pintoresco.
En mi caso, tengo la dicha de poder comunicarme en España con aquellos ciudadanos que en Cataluña hablen catalán, con quienes lo hablan en Baleares, curiosamente bastante distinto en algunos aspectos, con quien hable el valenciano (el catalán pronunciado como se lee), y en gallego con quien lo habla en Galicia, un idioma de mayor alcance, lo que también me ha facilitado muchísimo el poder comunicarme con soltura con los portugueses y algo menos con los brasileños, y la inmensa riqueza de hacerlo habitualmente en lengua española, lo que me abre un mundo de cerca de 600 millones de personas con los que poder comunicarme, lamentando profundamente no hacerlo como debiera en inglés, para poder así considerarme poco menos que un absoluto privilegiado en este mundo global en el que de una manera u otra, si queremos avanzar, todos hemos de acabar comunicándonos, algo que si hacemos a través de idiomas mundialmente más utilizados, todos saldremos ganando.
Yo de momento, que me siento ciudadano del mundo, europeo, español y catalán. En España, me sigo comunicando con todo el mundo en castellano, todos me entienden al hacerlo, y si ahora volviera a nacer, junto al español, mi idioma imprescindible sería sin duda alguna el inglés, respetando, como impone nuestra Constitución, tanto el catalán, como el gallego, el euskera, el valenciano, el bable, e incluso el aranés, aunque para nada impondría a mis hijos, de cara a labrarles un futuro, el aprendizaje de tales idiomas mas allá de lo que fuera su propio y manifestado interés.
Al respecto, el historiador Fernando García de Cortazar, manifestaba lo siguiente: “Discursos políticos, programas escolares, emisiones televisivas, ondear de banderas y resonar de himnos asentaron a lo largo y ancho de España una ridícula variedad de estrafalarios regionalismos, fogosidades provincianas y patriotismos chicos. Los niños fueron educados en el culto a la comarca y el olvido de la nación. Los dirigentes sacaron pecho para poner el interés local por delante del interés general. Los nuevos caciques del autonomismo promovieron símbolos, cánticos, identidad y melodramas de lírica silvestre, para que la idea de España acabara siendo desterrada de la conciencia de todos, y convertida en una mera referencia de marco constitucional, de unidad formal del territorio, de alusión a un “Estado español”  que solo parecía encarnarse en las negociaciones exteriores con la arrogante Unión Europea y en las exigencias voraces de la inevitable Agencia Tributaria.”
Ya sé, por tanto, que hay ciudadanos que prefieren formar a sus hijos exclusivamente en su lengüa vernácula, en su historia, geografía, o cualquier otra materia local por encima del español, de la de España, e incluso del inglés, aunque no sería yo quien me arriesgara a tener que darles explicaciones en un futuro, a esos hijos, por su minusvalía en cuanto a sus posibilidades de comunicación e interelación con el mundo, y a su desconocimiento y contacto con materias y conocimientos más universales, incluso de su propio país, España.
Si por mi fuera, en España, la enseñanza se llevaría a cabo en un idioma fundamental hoy en el mundo, el nuestro, el español, en todas las comunidades, en las que sería obligatoria además la enseñanza del inglés y de otro idioma, bien el propio de la comunidad (el respeto y protección aludido en al Constitución), o cualquier otro optativo. Es mi opinión, y aunque hoy, en esta folclórica España de pandereta, no sea políticamente correcta, estoy en mi derecho al manifestarla.
Menos mal que existe un idioma universal en el que todos podemos entendernos, al contrario que con la letra: la música. Y sinceramente, creo que la música de lo expuesto, es bastante armónica.

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Miguel Font Rosell

Licenciado en derecho, arquitecto técnico, marino mercante, agente de la propiedad inmobiliaria.

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