(PD).- Orlando Magic irrumpió el martes con fuerza en la lucha por la final de la NBA con una victoria por 108-104 en el tercer encuentro frente a Los Ángeles Lakers, reduciendo su desventaja en la serie al mejor de siete a 2-1.
Un 3-0 para los Lakers hubiera sido casi definitivo, pero lo cierto es que esta madrugada, el juego en equipo de Orlando fue superior al de los Lakers. Por esta vez, no hubo supermanes, ni mambas negras.
os Lakers rozaron el triunfo pero no supieron culminar su estupenda remontada porque fallaron en algunos detalles puntuales, como una serie de tiros libres nefasta de Kobe Bryant y un balón perdido en los instantes decisivos. Ganó Orlando por 108-104 y la final ahora se sitúa en un 2-1 favorable a los Lakers. El cuarto partido se juega en la madrugada española del viernes.
El final del encuentro fue de infarto. A medida que avanzaban los minutos, los Lakers crecían y los Magic empezaban a tener más dificultades para ver el aro. Gasol empató el partido a 99 puntos cuando faltaban 2.41 minutos. Y volvió a situar a los suyos a tiro de piedra a flata de 1.22 minutos (102-101).
Pero Lewis no falló el siguiente tiro, en una acción inicialmente concedida como un triple pero luego revisada y reconsiderada por los árbitros (104-101). Kobe Bryant falló entonces uno de los dos tiros libres de los que dispuso con 59 por jugarse (104-102). Bien punteado por Gasol, falló Lewis la posterior acción.
Quedaban 38 segundos pero Kobe Bryant se hizo un lío y perdió un balón que valía su peso en oro. Pietrus no falló desde la línea de tiros libres y los Magic rubricaron ya sin problema un triunfo que les permite seguir confiando en la proeza de remontar el 2-0 con el que viajaron los Lakers desde Los Ángeles.