(PD).- Se llama Cristina Bermúdez y es la empleada del Real Madrid más buscada. Tanto que hace unos días la declaró en “búsqueda y captura” el juez que investiga el posible fraude en el voto por correo durante las últimas elecciones a la presidencia blanca. Bermúdez fue secretaria de un director general y de dos vicepresidentes, y desde esos puestos estratégicos ha visto cómo se hacen las cosas en el Santiago Bernabéu.
Mientras llega el momento de contar ante la Justicia todo lo que sabe sobre el voto por correo, Cristina Bermúdez ha hablado con Interviú, revista que publica esta semana sus declaraciones en exclusiva sobre ese y otros aspectos de la gestión madridista de los últimos años, incluidos la contratación de futbolistas.
El caso de Van Nistelrooy puede ser paradigmático, porque la comisión económica que cobraba su representante “subió escandalosamente 300.000 euros por orden de Ramón Calderón” después de estar redactado el contrato. Al margen del resultado final, los entresijos de este aumento de precio, narrados por la ex secretaria a Interviú, no tienen desperdicio, con insultos, amenazas y firmas no autorizadas.
Los sobreprecios en los fichajes de Gago, Higuaín… la cesión de Jurado al Atlético de Madrid y las peculiaridades de la contratación de Cannavaro, son, entre otros, detalles del día a día madridista desvelados por Cristina Bermúdez, quien recuerda, por ejemplo, que con el central italiano “aparecieron multitud de representantes: siete por la mañana y cinco por la tarde; y uno de ellos era yugoslavo, algo que a todos nos sorprendió y nos pareció raro”.
Por supuesto que la ex secretaria aborda también el asunto que la tiene imputada por falsificación y conspiración para delinquir, el presunto fraude masivo del voto por correo. Una trama que, según Bermúdez, montó “Ramón Calderón, porque estaba en la junta directiva de Florentino Pérez y sabía muy bien cómo llegó Florentino a la presidencia. Y si no sabía lo que estaba pasando en el club, se lo imaginó y acertó”.
