(PD).-Villalonga revolotea como un buitre por los alrededores del Santiago Bernabéu. En su obsesión por alzarse con el sillón blanco, ha emitido un comunicado en el que pide elecciones de manera urgente. Calderón, con sus errores, se lo está poniendo fácil.
El empresario, que ya desveló sus intenciones de presentarse a las próximas elecciones a la presidencia del Real Madrid, previstas para 2010, si no se adelantaran, mostró su «tristeza» por lo sucedido el pasado domingo en la Asamblea del club, que se convirtió, en su opinión, «en un campo de batalla entre los partidarios y los detractores del actual presidente» y en la que todos han «perdido».
En su opinión, el club «se halla sumido en una profunda crisis, institucional y social, con una presencia negativa y constante en medios de comunicación nacionales y extranjeros, con asuntos como la venta irregular de entradas que afectan a la propia supervivencia del Club y a la honorabilidad de sus socios».
Así, cree que el Real Madrid, «la mayor institución deportiva del planeta», ha perdido lo que le hizo «líder indiscutible»: «No hablo de balances; hablo de valores, hablo de ideales, hablo del señorío y la grandeza de un club con más de 107 años de historia, el ‘Mejor Club del Siglo XX'».
Por ello, cree que los socios no pueden «permanecer ni un minuto más de brazos cruzados» porque tienen «una responsabilidad» y le produce «una profunda pena ver al club inmerso en una guerra entre hermanos, enfrentados por cuestiones que nada tienen que ver con el bien de la institución».
