(PD).- Desesperado, Ramón Calderón intentó a última hora hacerse con los servicios de David Villa. No ha hecho sus deberes el presidente del Madrid a lo largo del verano y ha querido arreglarlo a base de talonario encontrándose con un rotundo ‘no’ por parte del Valencia.
El Madrid lo va a pasar muy mal esta temporada. La falta de previsión de los directivos ha dejado un equipo descompensado y poco competitivo. Schuster, tras la derrota ante el Deportivo, lo resumía muy bien: «Miré a mi izquierda y no vi ningún delantero». Y no le faltaba razón. En el campo estaban Van Nistelrooy, Raúl e Higuaín; y el único delantero que faltaba -Robinho- veía el partido desde el palco ante su inminente fichaje.
En el caso de Robinho, ha sido espectacular. Durante las ‘negociaciones’ por Cristiano Ronaldo, tanto Calderón como Mijatovic ningunearon a Robinho y en más de una ocasión le abrieron las puertas del club. Sólo Schuster contó con el brasileño confiando en que sería el jugador que esta temporada marcase las diferencias. Robinho, manipulado por su ambicioso representante y lejos de agradecer el apoyo del entrenador, cargó duramente contra él al asegurar que era el alemán quien estaba bloqueando su pase a la Premier y que estaría dispuesto a pasarse un año en blanco.
Ante esta situación, cuando el Manchester City llamó a Calderón ofreciendo 42 millones por el brasileño, el presidente del Madrid lo tuvo claro. Teniendo tan fresco el recuerdo de Ronaldinho, Calderón vio en esa cantidad una buena forma de salir airoso. Fue entonces cuando recordó que preside un club de fútbol e intentó por todos los medios intentar la contratación del delantero por el que tanto había suspirado Schuster: David Villa.
Así, el presidente del Real Madrid llamó pocas horas antes del cierre del mercado a su homólogo en el Valencia, Vicente Soriano, ofreciéndole 55 millones por los servicios del asturiano. Soriano se negó en todo momento a negociar; la cantidad le atraía, desde luego, pero la imposibilidad de reaccionar a tan poco tiempo para el cierre de mercado y la pérdida de un jugador ‘franquicia’ le condenaría ante una afición que ya está bastante mascada.
Fue el propio vicepresidente deportivo del club, Fernando Gómez, quien confirmó la llamada de Calderón a Soriano: «Sí, se ha producido esa llamada, pero ya no había tiempo para reaccionar y el Valencia, después de presentar la renovación de David Villa, ya no iba a traspasar al jugador». El directivo aseguró que no era lógico traspasar al jugador a cuatro horas del cierre del mercado y menos después de haber anunciado su renovación a bombo y platillo hace unos días.
Calderón niega la mayor
El presidente del Madrid, por su parte, negó en El Larguero de la Cadena SER haber realizado cualquier oferta. Según Calderón, le ofrecieron al jugador, pero él se negó a hacer una oferta para no hacerles una faena al Valencia.
Es incierto que haya querido fichar a última hora a Villa. Hoy he recibido cinco ó seis llamadas que nos pedían que hiciéramos una última oferta, pero el presidente del Valencia me dijo que no era gente suya.
